Día del libro ¿y de la rebaja?

(Especial para Analítica). Hoy 23 de abril es el Día Mundial del Libro, iniciativa de los editores y vendedores de libros. Indudablemente que es maravillosa la idea. Pero preguntamos ¿Cuándo es el Día de la Rebaja de los Libros? Esto también es muy importante.

De manera constante los comerciantes del libro se quejan, amargamente,
porque ahora en no se lee. No es que estén equivocados, pero lo que no
dicen es que eso sucede por la enorme inflación que ha habido en los libros
no solamente en Venezuela sino a nivel mundial. Los precios ahogan al
consumidor. Quien antes compraba y leía, digamos por caso, tres libros en
un mes, ahora no puede comprar sino dos y eso de milagro. Todos o casi
todos los libros están en cinco cifras medias o altas. No bajan de 25 o 30
mil bolívares. ¡Y cuidado si no más!. Aquellos libros de la Colección Dorado
y otras colecciones populares ya no se ven por ninguna parte. Las ediciones
del Ministerio de Educación, por ejemplo, se perdieron hace años. Y después
se quejan que los muchachos no leen. “ Caray!, si los adultos tampoco
podemos, porque a pesar de los aumentos de sueldos, con los costos de la
cesta básica, no alcanza para invertir en un libro..

Antes, – siempre antes – muchos se defendían comprando “libros usados”. Eso
se acabó también ahora los que vendían libros viejos, los venden a precios
de nuevos, a veces muchos mas, por la sencilla razón de que saben que son
ediciones muy solicitadas y poco conseguidos. Todo se ha vuelto un
verdadero problema.

Quizá El Nacional, con sus ediciones recientes, está un poco ayudando a la
lectura., Posiblemente Miguel Enrique Otero Castillo, “conversó” con su
progenitor, el laureado y exitoso escritor y periodista Miguel Otero Silva y
éste le recordó que él también escribía y vendía muy barato, en muchas
oportunidades con la ayuda del hombre que mas colaboró con los autores
nuevos y algunos pobres, editándoles sus obras. Eso no fue otro que JUAN DE
GURUCEAGA, cuya Tipografía Vargas, fue el reducto de todos aquellos
intelectuales de la época que producían buenos obras, pero no tenían o no
conseguían quien los editara. Para eso estaba Don Juan, hombre bonachón,
amable, pero sin el mas mínimo deseo de hacerse millonario a costa del
trabajo de los demás. Don Juan, fue amigo de todos aquellos que hace algunos
años escribían y no podían publicar. Y sin exigir demasiado o en algunos
casos nada, publicaba los libros y los ayudaba a vender. Era la Venezuela
de los años 30 y 40, cuando no existían las palabras mercadeo, promoción,
cadenas de tiendas, publicidad y muhco menos televisión o Internet. De los
mil ejemplares que se editaban, (a veces), se vendían 2 o 300 y se
guardaban los demás, que eran utilizados para regalarlos a los amigos o para
que el mismo autor los vendiera. Luís Barrios Cruz, Mario Briceño
Iragorry, Julián Padrón, De Armas Chitty, De Armas Alfonso, Gloria Stolk,
Ida Gramcko, Guillermo Meneses y muchos otros supieron de la bonhomía de
Don Juan. El también merece ser homenajeado en este Día del Libro, pero los
que llegaron al negocio hace poco, o no saben de su existencia o no quieren
reconocerle sus méritos.

Por otra parte es hora que el Ministro de Educación, profesor Aristóbulo
Isturiz, se preocupe no solo por las misiones de alfabetización y otras
inventadas últimamente. Es hora de editar libros, buenos libros por
supuesto, y que lleguen a los jóvenes; que lleguen a todos, sin distingo de
ideas políticas o condición social. La lectura, además de educar
constituye un herramienta importantísima en el desarrollo de los pueblos.

Y para conseguir eso, hay que abaratar los costos y como en realidad, los
insumos están muy costosos, hay que reconocerlo, que el gobierno los edite
subsidiando una buena parte. Es una obra social de incalculable valor. El
Ministro Isturiz, lo conocemos, es un hombre de gran sensibilidad social y
el que ahora esté en el alto gobierno le da la oportunidad de poner en
práctica sus ideas tantas veces pregonadas. No creemos que haya olvidado
sus prédicas sobre la importancia de la lectura para el mejoramiento de la
calidad de vida de los ciudadanos.

Ojala haya un buen anuncio en este sentido, en homenaje a los que quieren
leer y no se los permite su condición económica.