Opinión Nacional

El Transfuguismo de Chávez

La agresión y secuestro del reportero gráfico español por parte de los adeptos al régimen, nos produjo a todos los demócratas de este país una pena ajena mientras veíamos la noticia por los medios de comunicación. Todos pensamos: ¡Que vergüenza con ese señor¡ y sin embargo, hoy no salimos de nuestro asombro cuando leemos su nota de prensa acusando a los medios privados de manipular la información. En un artículo ayer para L’Avanc de Barcelona, su compañero, David Segarra se lanza un análisis de las maravillas del régimen de Chávez, y califica la crisis que vivimos como “un debate donde para unos es una contienda entre la independencia nacional del imperio norteamericano y para otros la ultima oportunidad de escapar de la caída en las garras del «castrocomunismo» (sic). Allí habla del origen democrático de Chávez, y su legitimidad avalada por cientos de miles de seguidores, cuyas camionetas oxidadas, los semáforos y las fachadas de las casas están cubiertas de rojos, al parecer nadie le informó que eran pintadas con el rojo de la sangre de miles de venezolanos que han muerto de manos del proceso revolucionario y que este es un debate entre la vida y la muerte donde el señor Bush no tiene nada que ver.

¿Será que este periodista español no se ha percatado del Transfuguismo de Chávez, que todavía anda hablando de que fue elegido democráticamente? ¿Será que en la Plaza Bolívar nadie le explicó al periodista, que este presidente fue elegido para ahondar en la institucionalidad del país y no para destruir, corromper y socavar dichas instituciones, saltando de presidente a líder revolucionario Intercontinental?
Muy especial es la aplicación de este concepto del Transfuguismo en el caso venezolano, porque en vez de ser de un partido a otro, como suele ser usualmente, fue de un partido al Comité Táctico de la Revolución; pasó de Presidente de la República de Venezuela a ser el último mohicano de la izquierda mundial, y eso no fue lo que se nos dijo en su programa de gobierno.

Toda vez que este término político es en un elemento característico del sistema político español, nuestro visitante debería tener al dedillo, que el comportamiento tránsfuga es considerado como una aberración por mantener el poder, basado en criterios corruptos, ficticios y falsos, y la traición de la que se sirve supone el agravamiento de la crisis de la representación política y, con ello, el socavamiento de los cimientos de los sistemas democráticos.

Por lo tanto Chávez el tránsfuga no es más que un traidor, un individuo que violó la fidelidad debida a los ciudadanos que lo eligieron para, con el poder que revistió su designación, usarla en beneficio propio y de un grupito de acólitos, institucionalizando el odio, la violencia y la exclusión.

Esa es la razón y no otra, señor periodista español, por lo que el 15 de Agosto millones de venezolanos van a desquitarse de este engaño, retomando con el SI sus esperanzas de un mejor país congeladas desde ese 1998, cuando soñaron que un hombre favorecido por la mayoría iba a darles más y mejor democracia y no destruirla.

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