Opinión Nacional

¿Es posible motivar a la gente?

En honor a Ricardo Mitre

El sentimiento de apatía que venía reinando en los ciudadanos opositores a este régimen, se ha convertido en rechazo. Lo más curioso: el rechazo incluye a la misma oposición. A veces incluso hasta mayor que el existente hacia el gobierno. Pasamos de la indiferencia a autoflagelarnos. Nada más grave.

La política no se construye con emociones. Se construye con razones. No deberíamos pensar con las vísceras, sino con el cerebro. Si bien es cierto que la emoción y más aún, la pasión, son elementos indispensables para alimentar el trabajo político, no es menos cierto que trazar un camino y una estrategia exitosa en política requiere bajar los ánimos y aterrizar.

Uno de los objetivos planteados es el de no permitirle al oficialismo lograr las dos terceras partes de la AN. Me parece un objetivo loable y realista, además de necesario. Pretender ubicarnos en ganar la AN sería soñar con pajaritos preñados. Pero se trata de una meta nada fácil. Que pasa por la total comprensión de todos los factores involucrados en esta discusión.

Cualquier movimiento que los factores políticos, partidos y ciudadanos independientes, quieran diseñar para lograr un mínimo éxito aceptable en las elecciones parlamentarias de Diciembre 05, pasa por lograr que la gente, el elector opositor, se mueva de su casa para votar. Parece sencillo. No lo es.

El 7A se movieron por la oposición unos 800.000 electores. Un éxito sería lograr para Diciembre unos 2.000.000 de votantes.

¿Qué los (nos… ) puede motivar o entusiasmar?
Observo cuatro elementos indispensables:
1.- Enmorocharse. Sí, enmorocharse. Dejarse de zoquetadas sobre el tema y decidir seguir el único mecanismo electoral con cierta capacidad de éxito en estas circunstancias. Ni el CNE, ni el TSJ, decidirán que las morochas no van, a pesar de su flagrante inconstitucionalidad. ¿Vamos a quedarnos llorando hasta Diciembre? Claro que hay que seguir dando la lucha jurídica en contra esta inconstitucionalidad. Pero en paralelo, hay que actuar con las morochas, las mellizas, las gemelas, las primas o como se quieran llamar. La oposición está en capacidad de hacerlo. Hay partidos dispuestos a ofrecer sus tarjetas.

2.- Unirse. Sin unidad, no existe posibilidad alguna del más mínimo éxito. Sin unidad, la oposición podría no pasar de 20 parlamentarios, sobre un total de 165. Menos de un 15% de la Asamblea Nacional. La unidad total y la presentación de listas comunes y de candidatos nominales previamente acordados por consenso, es elemento indispensable para esto. Los partidos deben entender que se encuentran en una situación sumamente precaria. La votación obtenida el 7A habla de unas organizaciones en vías de extinción. Comportarse como si fueran las antiguas grandes corporaciones políticas de hace unos años, con demostrada capacidad de convocatoria y movilización, supone un error de apreciación. Una AD que obtiene sólo 300.000 votos (2,14% del total de votantes estimado en 14 millones), un Primero Justicia que con toda la inversión realizada hasta el presente solamente saca 144.000 votos (1.02% del mismo total) concentrados en zonas muy puntuales, un Copei disminuido hasta los 135.000 votos (0,96%), un MAS con 51.000 votos (0,36%), un Proyecto Venezuela con 40.000 votos (0,28%) y escasa figuración en su estado bandera Carabobo, no pueden hablarle al país desde la prepotencia y la arrogancia. Pongan los pies sobre la tierra. Muchos de sus dirigentes están seriamente cuestionados por la opinión pública y no hacen sino aparecer negativamente en cualquier investigación de opinión pública. Esos partidos deben entender que deben ceder espacios para seguir adelante. De lo contrario, como afirma Chávez, «morirá lo que tenga que morir».

3.- Mostrar figuras. Demasiada gente pareciera estar agotada de las mismas figuras políticas. Por cualquier razón: demostrada incapacidad política, asociación con el inmediato pasado, hastío de verlos. O sencillamente por simples «injusticias de la vida» hay dirigentes que han acumulado enormes méritos pero no les queda fuelle para dar la pelea. Repito, por lo que sea, es necesario ofrecerle al electorado nuevas caras, caras que le digan algo a la gente, personas que representen un futuro, que ofrezcan la posibilidad, especialmente a nuestra gente joven, de darles un país moderno y verdaderamente democrático. Me vienen a la mente inmediatamente nombres como Horacio Medina, como Roberto Smith, Milos Alcalay, Leonardo Carvajal, Carlos Alfonso Martínez, Carlos Ortega, Pompeyo Márquez, Diego Bautista Urbaneja, William Ojeda, Carlos Vecchio, Gerver Torres, Rafael Venegas, Adolfo Taylhardat, Gonzalo Feijoo, Leonardo Pizani, Carlos Melo, solamente por mencionar algunos ejemplos. Hay muchos más. En particular en las canteras de jóvenes y estudiantes. Así como los partidos deben entender esto, también los ciudadanos independientes debemos entender que no podemos exigir a los partidos retirar todos sus nombres para colocar los nuestros. Una buena propuesta siempre será una propuesta equilibrada.

4.- Denunciar y protestar. Trabajar a dos manos. Muy peligroso es seguir la denunciadera de falta de transparencia del CNE sin actuar en consecuencia. Quedarse en denunciar simplemente lleva a fortalecer la abstención y a repetir en Diciembre lo sucedido el 7A. La estrategia (¿es realmente una estrategia…?) de la abstención no conduce sino a la desmovilización, a la paralización y al desastre. A que el contrario se lleve todo. Espero que algo hayamos aprendido de los errores del 7A. Así que a la par de denunciar, es necesario trabajar en la dirección de protestar, de llevar a cabo acciones en lo jurídico, en lo social, en lo político, en lo mediático, en lo internacional, en fin, en todos los frentes posibles, que le den al electorado motivos suficientes para enfrentar con los votos todas estas irregularidades.

Roguemos a Dios que nuestra clase política, partidos políticos y ciudadanos independientes, pueda mostrar los signos de madurez indispensables y estén a la altura de estos retos. El porvenir de Venezuela a partir del 1° de Enero de 2006 está en juego.

El del estribo… La desaparición de Ricardo Mitre representa una pérdida para la democracia. Una pérdida para la rectitud. Para la sensatez. Para la honradez. Para la cultura. Para la valentía. Para la luz. Para la libertad. Una pérdida para Venezuela.

Hasta luego, Ricardo…

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