Opinión Nacional

Esperando a Godet

Continuamos en el país que no existe. Esperando a Godot (en francés: En attendant Godot), a veces subtitulada Tragicomedia en 2 actos, es una obra perteneciente al teatro del absurdo, escrita a finales de los años 40 por Samuel Barclay Beckett (Dublín, 13 de abril de 1906París, 22 de diciembre de 1989) fue un dramaturgo, novelista, crítico y poeta irlandés, uno de los más importantes representantes del experimentalismo literario del siglo XX, dentro del modernismo anglosajón. Fue igualmente figura clave del llamado teatro del absurdo, y, como tal, uno de los escritores más influyentes de su tiempo. []Escribió sus libros en inglés y francés, y fue asistente y discípulo del novelista James Joyce. Su obra más conocida es el drama Esperando a Godot) y publicada en 1952 por Éditions de Minuit.

El relato, una forma: La obra se divide en dos actos, y en ambos aparecen dos vagabundos llamados Vladimir y Estragon que esperan en vano junto a un camino a un tal Godot, con quien (quizás) tienen alguna cita.

El público nunca llega a saber quién es Godot (¿se parece al gobernante del país que no existe?), o qué tipo de asunto han de tratar con él. En cada acto, aparecen el cruel Pozzo y su esclavo Lucky (en inglés, afortunado), seguidos de un muchacho que hace llegar el mensaje a Vladimir y Estragon de que Godot no vendrá hoy, «pero mañana seguro que sí».

Esta trama, que intencionalmente no tiene ningún hecho relevante y es altamente repetitiva, simboliza el tedio y la carencia de significado de la vida humana, tema recurrente del existencialismo. Una interpretación extendida del misteriosamente ausente Godot es que representa a Dios (en inglés: God), aunque Beckett siempre negó esto.[] Como nombre propio, Godot puede ser un derivado de diferentes verbos franceses. Beckett afirmó que derivaba de godillot, que en jerga francesa significa bota. El título podría entonces sugerir que los personajes están «esperando a la bota».

Otra forma de relato: La trama trata de Vladimir (también llamado «Didi») y Estragon (también llamado «Gogo»), quienes llegan a un lugar junto a un camino, al lado de un árbol, para esperar la llegada de Godot. Vladimir y Estragon parecen ser vagabundos: su ropa es andrajosa y no les viene bien; otra teoría es que podrían ser refugiados o soldados desplazados de un conflicto, como la Segunda Guerra Mundial, que acababa de terminar y que inspiró mucho la dramaturgia de Beckett. Pasan el tiempo conversando y a veces discutiendo.

Estragon se queja de que las botas no le vienen y Vladimir presume de piernas agarrotadas debido a un doloroso problema de vejiga. Hacen vagas alusiones sobre la naturaleza de sus circunstancias, y sobre las razones para encontrarse con Godot (pero el público nunca llega a saber quién es Godot o por qué es tan importante). Pronto les interrumpe la llegada de Pozzo, un hombre cruel pero lírico que afirma ser el dueño de la tierra donde se encuentran, junto con su criado Lucky, a quien parece controlar por medio de una larga cuerda. Pozzo se sienta para darse un festín de pollo, y más tarde tira los huesos a los dos vagabundos.

Los entretiene haciendo a Lucky bailar animadamente, y entonces les da un sermón improvisado sobre las teorías de George Berkeley. Tras la partida de Pozzo y Lucky, un niño llega con un mensaje de Godot: «aparentemente, no vendrá hoy, pero vendrá mañana por la tarde». El muchacho también confiesa que Godot pega a su hermano y que él y su hermano duermen en la buhardilla de un granero.

El segundo acto sigue un patrón similar al del primero, pero cuando Pozzo y Lucky llegan, Pozzo se ha vuelto inexplicablemente ciego, y Lucky, mudo. De nuevo el chico llega para anunciar que Godot no vendrá, si bien el muchacho afirma no ser el mismo niño que el día anterior había traído el mismo mensaje.

El celebérrimo final de la obra resume con claridad su falta de acción:

Vladimir: Alors, ¿on y va?

Estragon: Allons-y. Ils ne bougent pas.

Vladimir: ¡Qué! ¿Nos vamos?

Estragon: Sí, vámonos. No se mueven.

INTERPRETACIONES:

01. Beckett utiliza la interacción entre sus personajes para simbolizar el tedio y la carencia de significado de la vida moderna, ambos temas principales del existencialismo.

02. El crítico Vivian Mercier resumió los dos actos de la obra en: «nada ocurre, dos veces«.

03. Otro crítico, refiriéndose a las interminables escenas y a la escasez de personajes, resumió su crítica con una frase de la propia obra: «¡Nada ocurre, nadie viene, nadie va, es terrible!»

04. A pesar de esa frialdad, sin embargo, la obra también presenta momentos de comedia, que recuerdan el hieratismo de la comedia de Charlie Chaplin o Buster Keaton.

05. Algunas escenas que incluyen juegos con sombreros, fueron adaptadas de los Hermanos Marx, y quizás el número de personajes (cuatro, de los cuales uno es mudo y otro tiene un nombre italiano) podría basarse en lo mismo.

06. El crítico Kenneth Burke argumentó que la relación de Vladimir y Estragon está basada en la de Laurel y Hardy (El Gordo y el Flaco).

07. Muchos lectores de esta obra han interpretado que el personaje Godot representa simbólicamente a Dios, pues no aparece en ningún momento y la espera sin objetivo claro de Vladimir y Estragon representaría la espera de las masas por un ser que jamás aparecerá. Es una interpretación bastante popular de la obra, pero el mismo Beckett lo negó taxativamente durante toda su vida: «Si por Godot hubiera querido decir Dios, habría dicho Dios y no Godot«.[]

08. Otras interpretaciones mantienen que Pozzo representa el papel de explotador o dictador, dado su abuso tiránico de su criado y esclavo Lucky, quien ni siquiera piensa si no se le ordena (y cuando lo hace se niega a escuchar las órdenes de Pozzo durante un tiempo). Pozzo usa la búsqueda de Godot para hacer que Vladimir y Estragon se queden y hablen con él, paralelismo con el uso de la devoción a Dios de las masas por parte de los líderes oportunistas para su propio beneficio.

¿Los populistas, dictadores, comunistas, colectivistas, esclavistas, obligan a las masas a adorarlos, a esperarlos, a oírles y aceptar sus mentiras y cantos de sirena? ¿Los pocos y escuálidos grupos rojos rojitos que aun quedan están a la espera de su Godet y/o el pago que su Godet actual les hace? ¿Es el drama de la sociedad política y civil y productora del país que no existe? ¿Para la sociedad civil y militar del país que no existe acaso es el presupuesto y su reparto su única preocupación y ocupación?

“Se produjo un incendio detrás del escenario en un teatro. El payaso salio a advertir al público, pensaban que era una broma y aplaudieron. Repitió, el aplauso fue aun mayor. Creo que es como el mundo llegara a su fin: el aplauso general de ingenio que creen que es una broma”.

Søren Aabye Kierkegaard (Copenhague, 5 de mayo de 1813 – ID., 11 de noviembre de 1855) fue un filósofo y teólogo danés del siglo XIX. Precursor del Existencialismo por hacer filosofía del Sufrimiento y la «Angustia» que luego retomaría Martin Heidegger.

 

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