Opinión Nacional

Henrique Capriles Radonski es verdad

«…Borrón y cuenta nueva, volvamos a entender que el amor es el derecho y el deber…».

Ilan Chester. «Es Verdad».

El cambio de este régimen logra: Curar un miedo paralizante, el mismo que permitió las tiranías militares de Stalin, Hitler, Mussolini, Gadafi, Saddam Hussein, Videla, Pinochet, Trujillo, Fidel Castro y súbditos del: Aquí mando sólo yo.

Rechazar sanamente a quien dice y practica: No podemos conversar o discutir frente a frente ni ser amigos porque pensamos diferente. Cualquiera sea su religión, nacionalidad o militancia partidista, es un peligroso enfermo del alma.

Entender a la olvidada gente humilde, ciega creyente en que la revolución del siglo XXI resuelve todos los problemas, pues no supo captar que fue invento de un líder equivocado por ignorancia, resentimiento particular y otras fallas profundas de su personalidad.

Mantener en sus puestos de trabajo a los empleados públicos, pues venezolanos somos todos.

Aceptar que la democracia es libertad bajo fianza y autocontrol de los poderes constitucionales sujetos al sagrado Himno Nacional del bravo pueblo que siga la ley, respetando la virtud y honor.

Analizar en un tribunal de Caracas a la dirigencia ejecutiva del comandante presidente acatando que la justicia es igual para todos.

Precisar en ese juicio de urgencia, exoneración o castigo individual con base en su grado de culpa o responsabilidad en la violación de la carta magna, activando ahora leyes propias e internacionales sobre derechos humanos que no prescriben. Nada hay oculto bajo el sol.

Recordar que eres como hablas, y más de una década encadenados a discursos televisivos y radiales impuso una forma de expresar, actuar y ser.

Procurar, entonces, la concordia diaria renovando a la fuerza nuestro lenguaje verbal y gestual, principio de toda relación afectiva y efectiva. Tenemos dos orejas y una sola boca.

Eliminar de nuestra conversación y escritura diarias vocablos y frases al estilo ofensivo de traidores de la patria, pitiyanquis, burgueses, patricios, oligarcas, chavistas, chavismo, chusma rojo-rojito, robolucionario.

Sustituir esos términos por ciudadano, compatriota, paisano, compañero, camarita, pana burda.

Devolver legalmente propiedades originales en todos los niveles socioeconómicos. Lo suyo a su dueño.

¿Tareas difíciles? Sí, pero la felicidad es un breve privilegio que no se bota, vende, compra, regala ni mendiga. Se construye y a duras penas con propósito de enmienda.

 

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