Jugando ajedrez de Kasparov
Le corresponderá al sector de Diosdado, designar un primer vicepresidente que pronto llegará a ser el presidente de la A.N. con un papel preponderante en este año tan crítico.
Maduro el ungido, goza del hálito del que puede ser declarado difunto unos días después del 5 o mañana 4. Muerto el dedo decisor, los compromisos quedan en las alforjas de quienes los pueden cobrar por consecuencia Maduro queda en el aire, salvo que los cubanos tengan secuestradas fuerzas que no vislumbro, pero que no tendrían posibilidad de ganar una elección sin un fraude masivo que ahora la oposición está en condiciones de evitar o denunciar.
Dueño del poder político en solitario debe quedar Cabello, quien es heredero legítimo del poder el próximo 10E o cuando se produzca la falta absoluta del presidente (1er prrfo Art. 233) antes de esa fecha.
Él deberá convocar a elecciones que tendrán lugar en 30 días y podrá participar como presidente en la contienda electoral.
El resultado de la nueva elección se hace difícil de predecir, salvo que todo el chavismo se mantenga monolítico o el chavismo en el CNE resuelva arbitrar el evento, en la misma forma como lo viene haciendo desde el famoso revocatorio.
Contrario a lo que piensan algunos, la Unidad se encontrará fortalecida con el desmembramiento del PSUV, pero deberá luchar con mucho valor, determinación y sacrificio para lograr un triunfo. De no estar fortalecida tampoco estará en peores condiciones de un PSUV sin Chávez.
Se hace posible que Cabello intente hacer un gobierno a la China o a López Contreras, conciliando y reconciliando al país. De insistir en la barbarie comunista, fracasará en su empeño de ganar la elección limpiamente y si lo hace con fraude no tendrá forma de soportar un desconocimiento contundente de parte de la oposición que sin duda sigue siendo la mayoría del país.
El anuncio de la muerte de Chávez podría provocar cambios trascendentales en la Asamblea Nacional, lo que podría conllevar a un cambio de rectores en el CNE o sin duda alguna, a un cambio de actitud frente a la oposición, la que verá abrir horizontes firmes de esperanza de un triunfo colosal, pero que también requerirá la participación masiva de la población electoral.
Apuesto a la inteligencia política que sabrá encontrar una solución pacífica que garantice un nuevo derrotero para el país y se pueda iniciar la fase de su reconstrucción.
Si nada especial ocurre el 5E, Maduro será quien termine con el chavismo sin Chávez.
