Opinión Nacional

¡La abstención es la líder!

Como decíamos ayer, la Abstención es el camino que nos queda, a pesar de nuestras convicciones democráticas, para poder adversar el ventajismo oficial que de nuevo y sin medias tintas, ha preparado el escenario para aparecer ante el mundo como los paladines de una democracia que frecuentemente se somete al arbitrio del soberano. Nada más alejado de la realidad. Conocimos ya las argucias de las que son capaces con el mayor desparpajo aquellos que dicen llamarse “jueces imparciales del hecho electoral”. La verdad es que ellos no son otra cosa que ejecutores de un mandato del jefe de turno.

No podemos aceptar impasibles que ésta realidad nos explote de nuevo en la cara. Y la única posibilidad que avisoramos es la capacidad de evitar la trampa, con la ausencia. La no asistencia a los centros de votación. El ruido ensordecedor del silencio que dejará sentir ese vacío de presencia. Esa inmensidad de voluntades que al no estar allí, le estarán gritando al mundo que aquí en esta Tierra de Gracia se impide ejercer un derecho humano inalienable como lo es el ejercicio del voto en secreto, sin cortapisas, sin exhuberancias tecnológicas que a la postre no son otra cosa que mecanismos para presionar al ciudadano, para hacerle sentir la omnipresencia del gobierno que no del Estado, hasta en ese acto de expresión de su libertad individual.

Pero la Abstención vista así, de manera pasiva, no es buena para la cultura democrática de la sociedad. Podría más bien comportar un mensaje contradictorio con los conceptos del ejercicio de la democracia como forma de vida. Para evitarlo debemos darle un contenido concreto de acción política. La Abstención tiene que ser el resultado de una reflexión pausada, que no por lo perentorio de la circunstancia, deja de ser serena y llena de propósitos claros. La Abstención tiene que ser dinámica, debe convocar al ciudadano a seguirla en manifestaciones de calle, multitudinarias, con sus pancartas alusivas. Tiene que ser la idea que movilice esas voluntades hacia un objetivo político como es el de desnudar al régimen de su “ropaje democrático” para presentarlo tal y como es: con sus vestiduras de autoritarismo y totalitarismo de viejo cuño.

Y aquí valga una disgreción: en las caras de siempre de la política vernácula y en las caras de quienes pretenden venderse como cosa nueva y no hacen si no repetir los lugares comunes que nos trajeron a estos pesares, podemos ver como una cierta convicción de que las jornadas cívicas cumplidas con tanta entrega y desprendimiento por las inmensas mayorías de venezolanos para repudiar esta “parodia de revolución”, fue el resultado de sus “liderazgos”. ¡Qué ausencia de análisis! ¡Qué desenfoque! ¡Qué capacidad de autocomplacencia! ¡NO SEÑORES! No fue ninguno de ustedes lo que movilizó esos ríos de gente que plenaron las calles de nuestras ciudades. ¡FUE UNA IDEA. UN SENTIMIENTO! Fue la convicción de cada ser individual que sentía la necesidad de expresar su desacuerdo, su impotencia, su frustación, su rabia, ante tanto atropello. Por eso nunca descolló un lider de este lado de la calle. La gente se movilizó por un sentimiento de rechazo. Que todavía está presente en la mente del venezolano.

¿Cómo retomar esa IDEA, ese SENTIMIENTO, como darle forma y contenido a eso que fue el único y verdadero LIDER de las muchedumbres que se lanzaban a las calles a gritar sus angustias? La respuesta se me antoja de perogrullo. Ya en cierta forma lo están anunciando los sondeos de opinión: LA ABSTENCIÓN. Ese es el LIDER. Mejor dicho y para hacerle honor a las valientes mujeres venezolanas quienes más que ninguno en este país siguen dando demostración de entrega y de coraje: Esa es LA LIDER. En su nombre las diversas organizaciones de la sociedad deben, de una vez por todas, llamar a las calles a gritar con vehemencia que esa es LA LIDER a seguir. Que no hay alternativa. Que su presencia en los próximos comicios, llenos de ausencia, nos llevará a conseguir el objetivo de denunciar la “desnudez del rey”. Hay que hacerle entender al ciudadano que LA ABSTENCIÓN, aun cuando parezca un contrasentido en el ejercicio democrático, es la acción táctica necesaria en este momento de negación de derechos civiles. Es el camino cierto para alcanzar la victoria en esta batalla, que nos permitirá aunar fuerzas para la continuación de la guerra cívica que debemos proseguir, con nuestros cañones disparando convicciones de ciudadanía. Porque la vocación democrática de nuestro pueblo no nació ayer, ni siquiera en los años de esa maltrecha etapa de 40 años de la mal llamada cuarta república, esa vocación viene de más allá, de cuando se produce el despertar de la larga noche gomecista…..!

(*): Contralmirante

Fundado hace 28 años, Analitica.com es el primer medio digital creado en Venezuela. Tu aporte voluntario es fundamental para que continuemos creciendo e informando. ¡Contamos contigo!
Contribuir

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Te puede interesar
Cerrar
Botón volver arriba