La basura como tema electoral
La basura se ha convertido en un problema crítico en casi todas las ciudades del país y es principal tema de campaña en boca de cada uno de los candidatos a alcaldes. No creo que exista un solo alcalde (de cualquier color político) que no haya querido resolver este problema. Quizás a muchos les han faltado recursos, otros han sido boicoteados por razones políticas o puede ser que hayan tomado decisiones erradas. Con el ánimo de aportar soluciones, expondremos cómo lo abordamos en nuestra gestión.
Cuando llegamos a la Alcaldía, la concesionaria existente -que años atrás prestaba un excelente servicio- atravesaba una crisis financiera que la llevaba directo al colapso y cierre. Por más de 8 años las tarifas por el servicio habían permanecido congeladas por orden del Gobierno Nacional. Ello derivó en que lo recaudado se iba por entero al pago de las nóminas, sin que se hubiera podido invertir ni en reparación ni en reposición de equipos.
De al menos 50 unidades que requería el municipio, a duras penas estaban en servicio unas 10. Ante la imposibilidad de ajustar las tarifas al costo real de operación y el desequilibrio financiero que tenía la concesionaria -y luego de auditar a profundidad sus cuentas- determinamos cuánto se requería para la adquisición de nuevas unidades y la reparación de las dañadas. Acudimos a la figura legal del auxilio financiero; bajo un control municipal muy estricto se destinaron recursos a la compra de nuevas unidades recolectoras y a la reparación de las aún salvables.
Cumpliendo todos los requerimientos legales y usando recursos propios del municipio, se emprendió el rescate de todo el sistema de recolección. Nada fácil fue conseguir nuevas unidades en el mercado nacional. Finalmente, al cabo de un año, el servicio de recolección que inicialmente estaba pésimamente evaluado por los baruteños, pasaba a ser el servicio mejor evaluado, con un 82% de aprobación.
Dos años después el gobierno nacional decidió, al fin, liberar las tarifas y se hizo un ajuste tarifario bastante justo para cubrir la operación sin que fuese una carga demasiado onerosa para nuestros vecinos. El desgaste del parque de camiones en nuestro municipio es muy grande debido a dos factores: nuestra montañosa topografía y la distancia del sitio de disposición final de los desechos, a 70 kilómetros de la ciudad. Por ello, para conservar nuestros equipos con la mayor vida útil posible, ideamos con nuestros técnicos avanzar hacia una segunda etapa. Era necesario crear una red interna de puntos de transferencia y compactación con tecnología de punta. Cada camión recolector descargaría allí y volvería rápidamente a las calles del municipio. Un camión especial más grande tomaría los contenedores cerrados y los tanques de lixiviados de los puntos de compactación y los trasladaría a La Bonanza para la disposición final.
Calculamos que con 8 estaciones estratégicamente ubicadas se serviría a todo nuestro municipio. Comenzamos con la construcción de la primera en las adyacencias al barrio Santa Cruz del Este. Estabilizamos un talud que tenía años con problemas de deslizamientos y, cuando estábamos por iniciar la obra de la estación, el Ministerio del Ambiente, por razones políticas y no técnicas (sus técnicos aplaudían la iniciativa municipal) nos paralizó la obra. Recurrimos jerárquicamente al Ministro. Tres ministros han pasado por ese despacho y en año y medio ninguno nos ha dado respuesta.
A principios de este año, un sistema excelente de recolección comenzó a presentar fallas graves. La razón fue la que habíamos tratado de evitar. Nuestros camiones recolectores requerían reparaciones causadas por el desgaste de su uso desmedido, pero hasta encontrar repuestos sencillos, como pastillas para los frenos o cauchos apropiados, se volvió un auténtico calvario. Más de 15 camiones esperan en los talleres por repuestos que no hay; los vendedores no pueden traerlos por falta de divisas. El desabastecimiento nacional llegó a todo, incluyendo a las autopartes.
Cuando escucho críticas de candidatos oficialistas a los sistemas de recolección de basura y sus ofertas para solucionarlo, no puedo dejar de recordar que ellos son militantes y defensores del mismo Gobierno Nacional que congeló las tarifas por años, que no otorga las divisas para la importación de repuestos y que nos tiene paralizada la construcción del punto de transferencia de primer mundo que beneficiará a los más humildes baruteños. Y ello sólo por razones políticas. Son parte del problema, no de la solución, aunque sus promesas electorales suenen bonito.
/ @GerardoBlyde
