Opinión Nacional

La derrota

Apenas el CNE emitió los primeros resultados «definitivos por irreversibles» de las últimas elecciones, comenzaron las evaluaciones de estos comicios en términos de «victoria y derrota». Se compararon las cifras desde dos distintos ángulos: cuáles eran ellas en la actual polarización, y en los diversos escenarios y cómo cambiaron con relación a las obtenidas respectivamente en las municipales del pasado.

Así se procedió sin tomar en cuenta otros elementos que los que podían desprenderse de los resultados del voto, se acordaron en emitir un juicio definitivo: la victoria estaba del lado de los chavistas, la derrota, del lado de la oposición.

Pero esta actitud no se mantuvo ni siquiera 24 horas, pues en aquellas mismas instancias que habían evaluado de manera exclusivamente cuantitativa los resultados (medios de comunicación nacionales o extranjeras, agencias de noticias, algunos observadores internacionales) se hicieron presentes otras variables.

Y esos elementos venían del conocimiento que ya se tenía de lo que realmente estaba en juego en estas municipales, de lo que las diferenciaba cualitativamente de las otras municipales que se han dado desde que Hugo Chávez llegó al poder.

Y lo que estaba en juego era ni más ni menos que lo que el gobierno que preside Maduro, los partidos que lo apoyan y los candidatos que los representan en estos comicios han querido presentar como el nuevo programa de gobierno, su cambio radical respecto a Chávez.

Esa trinidad de fuerzas predica ahora que lo que hay que hacer en Venezuela es agudizar la lucha de clases, arrastrar a los obreros y a las clases medias, «honestas y patriotas» a la lucha contra los ricos, los capitalistas privados, criollos o emparentados con los capitales extranjeros, con las transnacionales, pues ellos son los culpables de la escasez y todos los males que se desprenden de la inflación que ellos provocan. Piden, en consecuencia, estas fuerzas, que la clase obrera y sus sindicatos, que las clases medias y sus organizaciones, gremiales o empresariales, apoyen las medidas con que Maduro pretende que se superará las crisis económica que vive el país, que no es otra cosa que el resultado de la política errada que había llevado el mismo presidente Chávez al no atar de frente a los capitalistas privados.

Con esas pretensiones participaron las fuerzas del gobierno en estos comicios. Lo que para ellos estaba en juego en esta batalla no era tanto las alcaldías o los concejos, sino el apoyo que le brindarían los obreros y las distintas organizaciones de la clase media. Ahí donde hay fuentes de trabajo que no dependan del único gran capitalista que hay en Venezuela: el Estado, le han dado la espalda al gobierno de Maduro ¿Quién ha sido, entonces, derrotado?

Fundado hace 28 años, Analitica.com es el primer medio digital creado en Venezuela. Tu aporte voluntario es fundamental para que continuemos creciendo e informando. ¡Contamos contigo!
Contribuir

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba