La Nada
(%=Image(8001789,»C»)%) Churchill, el gran estadista, ganó la guerra pero
perdió las elecciones después de La Segunda
Guerra Mundial. Refiriéndose a su rival comentó: ”To-
das las mañanas llega un auto vacío a 10 Downing
Street. Se detiene, una puerta se abre y de allí se baja
Clement Attlee”.
Esta suspicaz expresión pudiese clasificarse como “rea-
lismo mágico”, igual que si hubiésemos hecho refe-
rencia a “un hombre desnudo con las manos en el
bolsillo”, pero en verdad es la acepción de la nada lo
que nos interesa destacar.
Decía Chaplin: “En la Metro Goldwyn Meyer no hay
nadie que piense y ese hombre es Louis B.Meyer”.
Por supuesto que el concepto de la nada es algo mas
que una frase sarcástica, es el vacío, es lo que no existe
o no conocemos, es el silencio.
Recordemos a Franz Kafka en su excelente cuento so-
bre Ulises y las sirenas, en el cual narra sobre como el
héroe se tapó los oídos con cera para evitar escuchar
el sonido de las sirenas, pero de inmediato agrega:”Si
hay algo irresistible en las sirenas, es su silencio”.
En números romanos no podemos escribir el cero, no
se conocía. En el dado, el juego lúdico por excelencia,
tampoco existía el cero, luego aparece con el juego del
Dominó, al cual se le incorpora el blanco, en otras pa-
labras se le incorpora la nada como concepto filosófico.
Permítasenos algunos ejemplos que se explican por si
solos.
Martín Gardner cuando escribe sobre La Nada, en la
portada ilustra un rectángulo vacío con una
leyenda:”este lado arriba”. Otro libro que recuerda
haber leído este sabio se intitulaba”Lo que sé sobre
las mujeres”, todas sus páginas estaban en blanco y
por su parte, el periodista Homero Alsina asegura que
en Barcelona, España, se publicaron en 1977 una serie
de libros cuyas páginas también estaban totalmente en
blanco, cuyos títulos eran: “Maravillas de la cocina
inglesa”, “Delicias del sexo a los ochenta” y “Convic-
ciones democráticas de Franco”.
