Opinión Nacional

Los (Na.- Na.) Nada de Nada

Parece una fábula, de por sí fastidiosa, latosa y mala, lo de los ni-ni que uno escucha por boca de los revolucionarios y de la oposición, que lee en cuanto medio existe; que si son los que decidirán las elecciones de septiembre; que son los que harán una asamblea mixta y balaceada, que si son de allá y o de acá, y que sé yo que más tonterías se están diciendo desde el Gobierno y, por supuesto, desde la oposición.

En ningún momento, para ser sincero, he podido entender quienes son esos personajes que llaman los Ni-Ni, los cuales parecen sacados o inventados de una fábula y ¿para qué sirven? Los que sí son “muy reales” son los Na.-Na. que están bien cuadraditos en el gobierno bolivariano, son los que llamaríamos ¡nada de nada!, dicho en lenguaje coloquial, sólo destruir.

Nada, de aplicar y respetar la constitución, es mejor pasarla a lo torero; nada, de contar con gente capacitada y capaz en el Gobierno, sólo incapaces; nada de invertir, mantener y mejorar la industria petrolera, sólo destruirla; nada de invertir, mantener y desarrollar la industria de generación de electricidad, sólo desidia e incapacidades para que no funcione, haya apagones y racionamiento; nada de invertir, mantener y mejorar el sistema de represas de agua y la distribución, sólo desidia e incapacidad, para que haya escasez y racionamiento de agua; nada, de mejorar, hacer y mantener los sistemas de comunicaciones terrestres, sólo tapar huecos; nada, de poder tener calles sin huecos, mejor es que los vehículos se dañen, y cuando se busque un repuesto no conseguirlo, ya que no hay; nada, de mejorar los sistemas de recolección de basura, mejor es que la ciudad se llene de cucarachas, ratas y demás bichos, además de los malos olores; nada, de hacer o mejorar las escuelas públicas, sólo dejarlas en el abandono total, sólo inventar una ley de educación, que sólo ellos saben para que sirve; nada, sobre mejorar y desarrollar empresas de producción de insumos y alimentos básicos, sólo intervenirlas y acabar con ellas; nada, de producción interna, mejor cambiar petróleo por caraotas, arroz, leche y carne; nada, de invertir y mejorar el sistema de salud, mejor dejar en el abandono los hospitales públicos; nada, de mejorar las condiciones de los médicos venezolanos y sus sitios de trabajo, mejor traer a los cubanos para que receten pastillitas; nada, de poder tener un sistema financiero serio y un Banco Central capaz de regularlo, más bien, quitar toda la autonomía al BCV y definir y dirigir la política financiera en la Presidencia de la República; nada, de respetar a los demás países en sus políticas internas, mejor, meter las narices y regalarles dinero para ganar adeptos; nada, de generar confianza dentro y fuera del país, lo mejor es crear miedo y zozobra para que no haya inversiones; nada, de humildad, sólo creerse que son únicos; nada, de escuchar y mucho menos dejar hablar a los otros, sólo contar con un gran ego y humillación hacia los demás; nada, de permitir puntos de vista diferentes, sólo atropellar y difamar; nada, de permitir que los demás protesten, mejor atacarlos y aplastarlos; nada, de permitirle a los demás que puedan acceder a los dólares, que supuestamente son de todos los Venezolanos, lo mejor, sólo para ellos; nada, de dejar que las empresas privadas funcionen y generen puestos de trabajo, mejor es intervenirla y dejar en la calle a un gentío; nada, de permitir a gente capacitada y preparada que intervenga en el estudio y análisis de posibles leyes nuevas o a modificarlas, sólo ellos y su asamblea lo harán; nada, de tener los poderes descentralizados, una conquista de la democracia, lo mejor es centralizarlos bajo una sola persona; nada, de tener un organismo electoral serio y alejado de la política, lo mejor es politizarlo y acoplarlo a las necesidades del Gobierno y así no perder ninguna elección; nada, de tener un sistema judicial y legal, donde el ciudadano se sienta seguro y protegido, mejor es el atropello y humillación.

Pudiéramos seguir señalando tantos (Ni. Ni. ) ¡Nada de Nada!, que además de escribir demasiadas hojas de papel para plasmarlas, nos indigestaríamos, como nos esta sucediendo.

En verdad, la realidad latente y presente en el país, es que los ciudadanos que pensamos diferente, que nos atrevemos a actuar diferente, y exigimos nuestros derechos, nos sentimos desamparados y con nada de apoyo. Que diferente, seria tener y vivir en un país, donde el Nada se sustituya por el Hacer las cosas bien y Respetar.

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