Los verdugos de los revolucionarios y del pueblo están en gobierno
Nuevamente observamos como el presidente busca crear conflictos entre los venezolanos ante una supuesta lucha entre el pasado y el presente, siendo que ellos tienen 11 años en el poder y han manejado alrededor de 950 mil millones de dólares gracias a los fabulosos precios del petróleo; suma que representaría en bolívares una distribución mensual de 5 millones de bolívares de los viejos por cada hogar existente en el país durante 11 años. Sin embargo, observamos que estas riquezas han servido para el surgimiento de nuevos ricos del entorno presidencial y de muchos dirigentes que los vemos en los medios de comunicación incitando nuevamente a la división del pueblo en una falsa lucha de “izquierda y derecha”.
Estos falsos revolucionarios utilizan la mentira como herramienta de convencimiento, además de estimular el fanatismo de un sector del país para defender un gobierno autoritario; al punto que ningún gobernador o alcalde tiene potestad de firmar contrataciones colectivas, sino son evaluadas y autorizadas por el Presidente y al igual que partido del nacionalsocialismo de Adolfo Hitler, el partido de gobierno representa al Estado encarnando en la práctica una política autoritaria y corrupta cuando se utiliza las riquezas de todos los venezolanos administradas por las instituciones del Estado, al servicio de una parcialidad política. Así como en el nacionalsocialismo el partido se convirtió en el principal instrumento del control totalitario del Estado y de la sociedad alemana, estos inhumanos utilizan las necesidades de los más pobres y de los productores nacionales como razón para ser esclavizados por el partido de Chávez.
Pero como dice el proverbio popular: “La mentira tiene las patas cortas”. En el 2007 fue ascendido por el propio Chávez como Comandante General de la Aviación uno de los oficiales que bombardeo las cercanías de la población de Cantaura en el 1982, originando la muerte de 23 jóvenes revolucionarios. El Comandante militar de la zona implicado en el suceso de la Masacre de El Amparo, terminó siendo director de finanzas del MVR en Caracas y posteriormente diputado en el Parlamento Andino por esta organización política y varios de los autores materiales de esta horrenda y perversa masacre han ocupado cargos de relevancia en esta falsa revolución.
También tenemos el genocidio cometido contra el pueblo venezolano por el PLAN AVILA luego del estallido social del 27 de febrero de 1989, donde el General Wilfredo Silva (Jefe del CUFAN hasta julio de 2007 y mano derecha de Hugo Chávez) confiesa en el libro «Militares junto al pueblo» de Marta Harnecker, que le correspondió dirigir las operaciones del Ejército en el Valle de Caracas; zona donde se produjo el mayor número de muertos con armas de guerra. Este mismo personaje durante los sucesos del 11 de abril de 2002 también participó en su condición de Comandante de la 31 Brigada de Infantería acantonada en el Fuerte Tiuna, en la aplicación del PLAN AVILA ordenado por Chávez (el mismo que aplicó Carlos Andrés Pérez el 27 de febrero de 1989 para contener el descontento popular con balas y sangre); donde muere el dirigente revolucionario Johnny Palencia en las adyacencias de la estación del metro El Silencio, quedando demostrado que fue acribillado por funcionarios de la Guardia Nacional y no por francotiradores como ha querido hacer ver el gobierno.
La corrupción, las mentiras, la entrega de la soberanía económica del país, incremento de la inseguridad y de la delincuencia, el desempleo, la inflación, la escasez, el estimulo de la división y el enfrentamiento entre el pueblo venezolano, los bajos salarios, el autoritarismo y la incapacidad para atender los mas elementales necesidades del país, demuestran el fracaso de Chávez y de las nuevas cúpulas podridas del alto gobierno. Por todas estas razones, en la elección del 26 de septiembre, surgirá una nueva composición política en la Asamblea Nacional y el recuentro de sectores revolucionarios, nacionalistas, democráticos y patrióticos que seguiremos en la lucha por la conquista
