Opinión Nacional

Mal pronóstico

Venezuela necesita un poco de certidumbre. Políticamente andamos en un momento de clara confusión, desconociendo si el Presidente está en condiciones de gobernar y conducidos por herederos que no fueron elegidos. En estas circunstancias es conveniente buscar las tendencias del petróleo, de corto plazo y mediano plazo. Puede que no resulten ciertas, pero podría ser una guía indispensable siendo obvia la importancia del petróleo en nuestra economía.

Según la EIA (Energy Information Administration) la producción de crudo de los EEUU se incrementó en 790.000 barriles diarios, el crecimiento más grande desde el inicio, en 1859, de la producción petrolera comercial en EEUU. Se espera que la producción petrolera se incremente en 815.000 barriles promedio por día este año, hasta alcanzar 7,5 millones de barriles diarios, y por otros 570.000 barriles en 2014, para llegar a 7.82 barriles diarios. La mayor parte del crecimiento futuro se espera que provenga de los yacimientos de North Dakota y Texas. La EIA estima que la producción petrolera de los EEUU pase a 8.15 millones de barriles en diciembre de 2014.

Este crecimiento es parte del cambio estructural de la producción petrolera, cambio que llevará a EEUU a ser quizá un productor más importante que Arabia Saudita aproximadamente alrededor de 2020 o para una fecha posterior. Al mismo tiempo, la producción cerrada de la OPEP ha aumentado, llegando de nuevo a un nivel confortable.

La EIA hace estimaciones parecidas. La producción petrolera hasta 2017 aumentará a 102 millones de barriles diarios, 1,5 millones por año. Aproximadamente 20% vendrá de Irak y 40% de la producción petrolera de Norteamérica (EEUU y Canadá), la producción más dinámica. Los antiguos países avanzados tienen un consumo declinante y pasa a jugar un papel clave Asia, con importancia creciente de China, India y Arabia Saudita, conformándose un nuevo mapa petrolero.

NO MEJORARÁ EL INGRESO

El pronóstico de los precios es una tendencia levemente declinante, aunque siempre se repiten las acotaciones que recuerdan la volatilidad de los precios del petróleo. La estimación de la EIA supone que el precio del barril de WTI será de 92.81 dólares en 2013 y 92.17 dólares en 2014, y de 109.33 dólares en 2013 y de 100.75 dólares para el barril de Brent. Como es conocido, la EIA no hace estimaciones de precios, pero cita una tendencia que supone una declinación en los mismos.

En general tendríamos un escenario similar a la situación actual, específicamente en el corto plazo ­2013-2014­, o algo inferior.

Ello quiere decir que estamos en una situación donde posiblemente no mejorará el ingreso petrolero. Tenemos una producción petrolera de alrededor de 2,47 millones de barriles diarios, exportamos 1,715 y consumimos 755.000 barriles, una exportación petrolera declinante a pesar de la confirmación de amplias reservas naturales.

De la exportación, menos de la mitad es el pago del préstamo chino y lo que se exporta al Caribe (incluyendo a Cuba), o sea que no aportan divisas.

La situación creada por la devaluación es seria. Se devaluó a Bs 6,30 el dólar, una modificación de 46,5% respecto al tipo de cambio controlado anterior, devaluación moderada (dado el nivel de desequilibrios) y se eliminó el Sitme. Todavía no se sabe qué remplazará al Sitme. Toda la política de los últimos años se orientó a aumentar la intervención del Estado y aprovechar el boom de los precios del petróleo para incrementar en forma exagerada las importaciones.

Por ejemplo, el déficit fiscal para fines del año pasado cerró en 15%-18% del producto. Hoy, al detenerse el auge de precios petroleros, pagamos las consecuencias.

¿Qué se puede esperar? De una u otra manera el «paquete» anunciado está es sus inicios. Además de las consecuencias inflacionarias del «paquete» posiblemente la escasez aumentará, ya que parte de ella se financiaba a través del Sitme. También aumentarán los esfuerzos internos por mayores ingresos; ya bien por que se comience a «cobrar» la gasolina u otro tipo de impuesto: la nómina del Estado es muy grande. La posibilidad de nuevo endeudamiento externo es remota, debido a la carga que implica y lo elevado de la deuda externa, pero se utilizará ampliamente el financiamiento monetario. Estas son parte de las medidas que se pueden esperar. Simplemente, en un país que vive de las importaciones no hay divisas suficientes para todos los compromisos. Posiblemente sufriremos una recesión, o cercana a ella, acompañada de una inflación importante.

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