Marc de Civrieux: Primero las rocas, después las leyendas…
Huyendo de la guerra europea llega al país, con apenas 20 años de edad, un joven nacido en Francia, Jean Marc Sellier de Civrieux. Desconozco los motivos por los que escogió a Venezuela como su destino, pero sí que para 1939, establecido en Caracas, Marc, como quería ser conocido, había ingresado en la Universidad Central de Venezuela a estudiar geología. En 1945 se graduó de ingeniero con la alta calificación de Magna cum laude, en la tercera promoción de geólogos del país y entró a trabajar en la Creole Petroleum Corporation.
Recién graduado hace amistad con el entomólogo René Lichy y juntos participan en varias expediciones al territorio Amazonas. En 1950 Lichy es invitado a participar en la expedición a las fuentes del Orinoco que bajo los auspicios del gobierno nacional preparaban diversas estancias en Caracas y lo más probable es que haya sido este entomólogo el que entusiasmara a de Civrieux para que formara parte como geólogo del grupo de científicos que se internaría por esta región.
Según Luis Carbonell, el médico de la expedición, Marc de Civrieux, enjuto y flaco, quemado por el sol de tanto andar al descampado, llegó al campamento de la sabana de La Esmeralda, punto de partida de la Expedición Franco-Venezolana a las Fuentes del Orinoco en junio de 1951. Aquí se despertó en De Civrieux un gran interés por los habitantes del Alto Orinoco, sus mitos y creencias espirituales, especialmente por la gran amistad que inició con Manuel Velásquez, maquiritare de facciones cobrizas y ojos achinados, experto marinero y motorista, a quien le gustaba relatar en las noches alrededor de las fogatas, las antiguas leyendas sobre la creación del mundo y el diluvio universal que había oído a los chamanes en su lejano hogar, Cunucunuma arriba, leyendas que de Civrieux transcribía en un cuadernito negro de tapas de hule que no desamparaba y que mucho después publicó en “Watunna”, obra donde, según Luis Ángel Duque, “de Civrieux revela el rico universo de los Ye´kuana”. Los maquiritares o Ye’kuanas son descendientes de la gran nación caribe, grandes navegantes, que se refugiaron en la región del Ventuari y del Cunucunuma y sus afluentes al arribo de los españoles en el siglo XVI.
Al regreso del Orinoco Marc viajó a México, a la península de Yucatán, a recabar información sobre el Popol-Vuh, para luego regresar a Caracas a trabajar en el Ministerio de Minas e Hidrocarburos.
Después de una dilatada carrera como investigador y docente, de Civrieux regresa a su gran pasión, la espiritualidad y el esoterismo y en 1960 viaja a la India donde en el ashram del maestro Shivananda aprende las técnicas del yoga, de meditación y rudimentos del sanscrito. Para costearse estos estudios trabaja como geólogo paleontólogo en una petrolera francesa establecida en Turquía lo que también le permite viajar por el cercano Oriente y el Asia Menor.
Al cabo de unos años decide regresar a Venezuela, “la patria que adoptó por amor”, y entra como docente a la Universidad de Oriente en su sede de Ciudad Bolívar y en 1967 pasa al Instituto Oceanográfico en Cumaná, donde dirige investigaciones sobre los foraminíferos del mar Caribe al mismo tiempo que su gran curiosidad le lleva a “explorar las zonas ocultas del conocimiento”, sin descuidar sus investigaciones sobre los mitos y leyendas de las comunidades indígenas, especialmente la de los Ka´riña en Anzoátegui, los Chaima de Monagas y los Coaca de Cumaná.
Al jubilarse en 1985 cambia el paisaje del mar Caribe por el de la Sierra Nevada; vive en la Mucuy Baja en las cercanías de Mérida, con su esposa Gisela Barrios, su gran biblioteca de más de 10.00 volúmenes y dos “sueños”: el estudio comparativo de las culturas con el “mito de los hermanos gemelos” y la publicación de “El Diario de Cumaná 1498-1599”. A su muerte, el 17 de abril de 2003, dejó varios manuscritos inéditos sobre las etnias Ye´kuana, Ka´riña, Chaima y una biografía del místico G.I Gurdieff. La Editorial Monte Ávila ha publicado varias de sus obras entre las cuales: “Religión” y “Magia Kari’ña”, “El hombre silvestre ante la naturaleza”, “Los Chaima del Guácharo”, “Los caribes y la conquista de la Guayana española”, “Watunna, un ciclo de creación en el Orinoco”. En el campo de la geología son numerosos los trabajos de su autoría, uno de los más importantes, el primer Léxico Estratigráfico de Venezuela, publicado en 1952 por el Ministerio de Minas e Hidrocarburos y del cual fue su coordinador.
Las citas que aparecen en esta crónica son de: escritura –porque se revela como un gran literato– Biblioteca Los Grandes Espacios Marc de Civrieuxdde su estudio vocacional y
http://civrieux-bibliotecalosgrandesespacios.blogspot.com/2012/03/quien-es-marc-de-civrieux.html
