Opinión Nacional

Odio y mentira

Nuevamente estamos a la vuelta de una votación (digo votación porque no se puede hablar de elección mientras no exista libertad, transparencia en lugar de tramparencia –trampa con apariencia de transparencia-, igualdad en la competencia, un árbitro imparcial -a la propaganda del CNE, que evidencia el talento con el que cuenta el régimen para su maldad, lo que le falta es el corazón de la patria- y poderes públicos autónomos e independientes que garanticen unas elecciones libres y auténticas, así como el respeto de la voluntad popular), nuevamente la campaña del oficialismo exacerba el odio y la mentira como elemento de cohesión para los rojos y de aplastamiento del contrario, al punto de que uno no sabe si reír o llorar cuando escucha que al fallecido le “sembraron la enfermedad del cáncer” unos supuestos “enemigos de nuestra patria” que “nunca le iban a ganar una elección…”. Claro que habría que ser demasiado ignorante para creer que el cáncer se puede “sembrar” y en todo caso, los únicos que pudieron haberlo hecho son los cubanos que tenían el monopolio de su custodia y tratamiento médico.

Con trampa cualquiera gana. ¿De cual felicidad hablan? cuando la mayoría agobiada por tanta inmoralidad no ve la hora de que este horror acabe, además el fallecido tampoco dio su vida ni se sacrificó, cuando supo que estaba enfermo usó la enfermedad políticamente para mantenerse en el poder y aumentar la incertidumbre, así como todos los recursos del Estado para curarse mientras los venezolanos sufrían y sufren la inhumanidad del desmantelamiento del sistema de salud hospitalario, la escasez de medicinas y de médicos verdaderos, entre otros. Hay que ser ignorante y ateo para endiosar al difunto y pretender desplazar al Dios verdadero y a su Hijo amado, Jesús, que si se sacrificó y dio su vida perfecta para redimir al mundo, lo cual conmemoramos en Semana Santa.

Eso no le importa a quien, por estar vacío de Dios y de moral, desprecia al ser humano y como el anterior aplica los principios de Goebbels del enemigo único y “la gran mentira”: “miente, miente, miente que algo quedará, cuanto más grande sea la mentira más gente la creerá” e igualmente siguiendo los pasos de él, que ordenó una investigación sobre la muerte de Simón Bolívar porque no murió de lo que el mundo sabe que murió sino que “fue asesinado” (mentira que no se atrevió a mantener pero que le sirvió para desfigurar el rostro de Bolívar), éste promete hacerle lo mismo si gana, es decir, si la trampa funciona el 14 de abril no dejará descansar en paz a su predecesor porque hay que investigar su muerte, en cuyo caso se cumpliría la moraleja: “no hagas a otro lo que no quieres que te hagan a ti.”

@elinormontes

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