Oposición a fondo

El «golpe electoral» que tanto temía en gobierno lo dio el silencio de una demoledora abstención popular. Es un golpe noble, que produjo devastadores efectos hacia dentro del gobierno y hacia adentro de la misma oposición.

– Hacia dentro del gobierno se generó una explosión de desconcierto, reproches, desentendidos, inconsistencias, sensación de vulnerabilidad y sabor a amarga derrota que hasta ahora no conocían por más que quieran disfrazarla.

– Hacia adentro de la oposición existe también una explosión, pero de reencuentro con la confianza, con la certeza de su apabullante mayoría, de júbilo administrado, y sobre todo de exigente reflexión.

El 4D nació una nueva oposición que se redescubrió a sí misma y dejó claro con qué se come la Sociedad Civil. Esta no es la oposición del 2002, 2003 o 2004. No es una oposición de marchas. No es una oposición de rebaño adornada de cacerolas, pitos y bailoterapias.

Esta oposición perdió tantas cosas por el camino que incluso perdió su candidez, su inocencia y ahora conoce de una fuerza que arrastró en envión la retirada de los intereses partidistas obligándolos a ponerse en la cola.

Esta es una oposición madura que va a administrar día a día el logro de su silencio. Midiendo, evaluando, ponderando situaciones, actuaciones y oportunidades de pequeños, pero sostenidos avances. Esta es una oposición que no aceptará ambigüedades, pasos en falso, coqueteos o retrocesos.

Esta es una oposición que está en todas partes pero que nadie liderará hasta que ella misma no lo decida por voluntad propia. Esta es una oposición que sólo saldrá a la calle cuando la conciencia colectiva lo indique… sin llamados de protagonismo… sin efectismos oportunistas… sin show mediático.

Esta es una oposición seria que se cansó de esperar “salidas mágicas”, o la “salvadora” mediación internacional, o la actuación de sus fuerzas armadas o charadas electorales. Ahora es ella quien tiene el control… y exige… exige mucho…

Pero cuidado, porque no es cualquier exigencia la que hace la nueva oposición. Es una exigencia de oposición dura… a fondo… y esto se hará con o sin partidos políticos. Tal vez eso venga después en un proceso que irá decantando y pariendo liderazgos que no tienen que ser necesariamente los de siempre o los mediáticos. Liderazgos naturales nacidos desde abajo. Liderazgos hoy anónimos.

“Conectar” con la nueva oposición pasa por jugar obligatoriamente con las siguientes reglas:

1. No existe posibilidad de negociación alguna con un gobierno que ha perdido su legitimidad de origen y que no está en condiciones de imponer agendas. Al gobierno sólo cabe hacerle exigencias.

2. Nadie en la oposición es candidato a nada que no sea a trabajar por la unidad del país.

3. La unidad no puede tener como tema prioritario de agenda la candidatura única. Caer en esa discusión significará diluirse, extraviarse de las cosas realmente importantes. Ese tema llegará a la discusión sólo cuando la unidad por los intereses del país, y no de grupos o personalismos, se logre y se consolide en una estrategia y un programa de rescate nacional. Una vez que eso se logre, el país estará dispuesto a hablar de candidaturas.

4. No hay elecciones hasta tanto no se seleccione un poder electoral confiable, se disponga de un sistema electoral libre de la automatización, y de un Registro Electoral depurado.

5. Por todas las evidencias encontradas sobre la vulnerabilidad del voto, queda abierto como punto de honor el debate del Fraude y la ilegitimidad de las autoridades irregularmente electas a partir y desde el Revocatorio mismo.

6. Que los partidos retomen un reencuentro con sus propias bases y que su organización comience a expresarse en términos de una auténtica democracia interna donde los nuevos liderazgos tenga cabida. La oposición, para ser fuerte, requiere de partidos fuertes que hoy no tenemos, y eso sólo se logra cuando hacia lo interno de cada partido existe un escrupuloso respeto al liderazgo natural y se rechazan las imposiciones que fomentan el surgimiento de dirigentes improvisados o artificiales.

En pocas palabras… OPOSICIÓN A FONDO