Perdidos en el bosque.

De existir una cabeza estratégica opositora que analizara la situación actual y las fortalezas y debilidades de lado y lado, habría llegado a la conclusión de que el régimen busca desesperadamente distraer la atención tanto de su debilidad más grande, el Referéndum Revocatorio, como del oprobio mundial y nacional causados por sus cada vez más burdas maniobras para evitarlo.

Se habría dado la cabeza opositora de que su UNICA oportunidad institucional real gira en torno al RR, y que unas elecciones regionales después de un golpe contra el Revocatorio sería de pronóstico terminal, además de inconveniente nacional e internacionalmente. Sabría que no puedes denunciar al CNE como fraudulento por no permitirte el Revocatorio y luego aceptarlo para otras elecciones, no importa cómo pretendas justificar esa contradicción mortal. Sabría que no puedes saber que te robó millón y pico de firmas y creer que te va a dejar ganar una gobernación o alcaldía importantes.

Porque al aceptar someterte a su arbitrio para las regionales, estás de hecho legitimándolo en TODAS sus decisiones: estás legitimando sus argumentos de que estás arrecho únicamente porque te descubrió el mega-fraude pero que en el fondo sabes que tiene razón, y estás legitimándolo cuando dice que tu discurso es solo para las gradas, para que el pueblo crea, pero que tú mismo sabes que no recogiste las firmas y que estás perdido. Y, de paso, estás legitimándolo a futuro para cuando diga, ante tus quejas de que te robó la gobernación o la alcaldía, que lo mismo dijiste cuando el Firmazo pero que tu falta de lucha desnudó que no era verdad.

El hecho de que el factor político-partidista de la Oposición haya cedido tan fácil y tan completamente a la tentación regional es una cachetada a la cara del opositor de a pie, y debe ser motivo de profunda reflexión y de profundos cambios en nuestra estructura mental y de nuestro proceso de toma de decisiones. Porque estamos perdidos entre árboles que no nos permiten ver el bosque en el cual deambulamos como zombis y en el cual habrá de morir la democracia a menos que nos sacudamos, primero, nosotros mismos, los de a pie.

Porque los mismos que permitieron que el régimen nos masacrara el once de abril y luego nos culpara a nosotros por nuestras muertes son los mismos que permitieron que una sublevación cívica generalizada se convirtiera en un paro suicida, y serán los mismos que habrán de permitir que el régimen corone su golpe de estado en cámara lenta con el descabezamiento del Rey Revocatorio, en cada oportunidad prometiéndonos un “mañana” que no hace sino impedir que volvamos a tomar hoy la decisión que ya tomamos hace dos años y otra vez hace un año, y que es que no puede permitirse a este régimen continuar.

¿FALTA UNIDAD, SENTIDO COMUN O PATRIA?

Resulta obvio que aquellos que pretenden o fingen ser líderes de la Oposición ?aquellos que de hoy en adelante llamaremos el “factor político-partidista de la Oposición”? han caído sin elegancia en la trampa de las elecciones regionales, pisando la concha de mango más grande que haya puesto el oficialismo desde la Asamblea Constituyente.

La empeño de la Sala Constitucional de descabezar a la Sala Electoral y, con ella, al Referéndum Revocatorio y a la Oposición, es indicio claro de que el régimen está dispuesto a cualquier extremo para impedir que el presidente se tenga que medir. Su corolario lógico es que si iván rincón ha estado dispuesto a cometer los exabruptos jurídicos y constitucionales evidentes en su actuación y en su sentencia, no le temblará el pulso para doblegar hasta a la Sala Plena, bien sea con compra, chantaje o amenaza, o bien sometiendo a cualquier decisión inconveniente al mismo criterio de “revisión constitucional” a la cual sometió la de la Sala Electoral.

Es decir, si no gana, arrebatará, lema preferido del régimen que iván ha hecho suyo. Si la Oposición no sabe que esto viene, y no está preparada, entonces estaríamos condenados a repetir lo vivido ya en las dos últimas oportunidades que tuvimos para ponerle fin a este régimen: mataremos al tigre, y luego el cuero nos comerá a nosotros.

Tememos que ese liderazgo opositor no solamente no está preparado para contrarrestar esta determinación oficialista, sino que más bien está resignado y preparado para absorber este golpe de estado y sin embargo seguir adelante con sus elecciones regionales como si éstas pudieran tener algún significado real. Si es así, debemos SABER de una vez que por esa vía y con esos personajes no vendrá la salida del régimen, que ahí no está el liderazgo que estamos esperando.

LAS CUATRO POSIBLES VIAS

Siendo así, nos quedan cuatro posibilidades: Uno, rendirnos y hacernos a la idea de que no hay nada que hacer sino adaptarnos a la vida revolucionaria. Dos, seguir creyendo en pajaritos preñados de que marchando y viendo a los políticos en televisión vamos a salir de esto, y comprar cotufa que jode para amenizar nuestra espera. Tres, emigrar. Cuatro, plantear la lucha organizándonos en núcleos, utilizando a los líderes “pequeños” de la sociedad, aquellos que son realmente líderes y realmente valiosos: los jefes vecinales, de asambleas de ciudadanos, de los gremios y cualquiera y todos los que ejercen influencia sobre un grupo de personas y a quienes éstos miran para consejo, que entienden lo que está pasando en el país y que asumen su responsabilidad en lo que viene.

Tanto si decidimos rendirnos como si decidimos seguir creyendo en la dirigencia política actual, podremos seguir fingiendo que creemos que el RR no está muerto y que las elecciones regionales realmente permitirán que ganen figuras opositoras. Iremos a marchas y cantaremos el himno nacional a capella y veremos a Aló Ciudadano y hablaremos calladamente del golpe que viene y de cómo el régimen está deslegitimado en el exterior.

Si decidimos, en cambio, emigrar, pondremos nuestros enseres a la venta a precios de gallina flaca y buscaremos pasaporte y visa para continuar otra oleada migratoria tan importante como la cubana de los años sesenta y setenta, preparándonos mentalmente para comer nuestros ahorros o trabajar como mesoneros mientras demostremos nuestra valía en el exterior.

Ahora bien, si decidimos luchar tendremos que sacudirnos nuestras telarañas mentales y echar un vistazo profundo a la realidad que nos circunda. Porque si decidimos luchar, será porque hemos decidido que no estamos dispuestos a dejarnos arrebatar la patria de nuestros hijos y nietos, y porque sabemos que la alternativa a luchar es más dolorosa y dañina que la lucha misma.

HORA DEL CIUDADANO DE A PIE

Y, como en toda guerra el soldado tiene sus preferencias sobre quién quisiera que lo dirija en batalla, parte de nuestra decisión implicará considerar desahuciado el liderazgo actual ?a menos que nos comprueben lo contrario, pero eso dependerá de ellos reconquistar nuestra confianza? y accionar los liderazgos “pequeños”, aquellos que nos merecen confianza porque los conocemos y los hemos visto en las trincheras de esta interminable sucesión de batallas que han sido los últimos años.

Porque lo que vendrá es una Desobediencia Legítima que deberá ser bien pensada y que debe contar con una estrategia coherente adoptada por todos los que piensan igual. No importará ya la famosa “Unidad”, desnudada como mero ardid para impedir la toma de decisiones difíciles.

Mucho mejor y más efectiva será la unidad de criterio, estrategia y acción de un grupo relativamente pequeño de hombres y mujeres decididos. Mejor que una unidad bobalonga para convocar a marchas estériles mientras languidecen en la cárcel olvidados por casi todos el General Alfonso y Carlos Melo, los expedientes de los muertos y torturados de febrero y marzo de este año, los expedientes de los muertos y heridos del once de abril, y mientras languidecen olvidados los sacrificios de la Gente de Petróleo, de la Gente de Mar, de los militares dignos, de las mujeres arrechas, de los despedidos por firmar en cualquiera de los tres firmazos con que nos han prometido salir de esto, y de tantos otros héroes anónimos de esta lucha por la vida.

El nuevo líder ayudará a promover, organizar y ejecutar los postulados de los artículos 333 y 350, articulando el Derecho Natural de todo ciudadano a defender la democracia, su vida y su familia. Líderes, busquen a los suyos, busquen a los hombres y mujeres que necesitarán, y busquen a otros como ustedes para comenzar a articular sus acciones. Los demás, busquen a aquellos en quienes confían, y ayúdalos.

No nos funcionó esperar que otro nos sacara las castañas del fuego. Ahora las castañas se queman y depende de nosotros rescatar lo que podamos, corriendo el riesgo de chamuscarnos las manos. O seguiremos perdidos en el bosque.

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