¿Por qué la CIA no revela las maquinaciones de Chávez?

Nueva York (AIPE)- El oficial de inteligencia para América Latina, Fulton T. Armstrong, fue citado a declarar el 27 de febrero ante la Comisión de Relaciones Internacionales de la Cámara de Representantes. Se le pedía una perspectiva de las “tendencias políticas y económicas en el hemisferio occidental”. Armstrong se negó, aduciendo no querer hablar públicamente sobre el tema.

Cuando llamé a la oficina del Sr. Armstrong para pedir una explicación, me dijeron que estaba de viaje. Fuentes familiarizadas con su manera de pensar me informan que él probablemente temía exponer la tibieza reflejada en sus informes a las críticas de la comisión.

Sea lo que sea, hay una clara necesidad de que alguien presente al Congreso y al público un análisis fidedigno de las amenazas a la seguridad de Estados Unidos representadas por tendencias políticas adversas en América Latina. No podemos arriesgarnos con actitudes indiferentes frente a la creciente y preocupante evidencia. No se necesita tener acceso a documentos secretos, sólo hay que leer la prensa.

Son portentosos los contactos del presidente venezolano, Hugo Chávez, con agentes enviados por Moammar Gaddafi de Libia, Fidel Castro, los guerrilleros colombianos y los terroristas protegidos por Saddam Hussein. Fuentes confiables indican que individuos enviados por los gobiernos malignos del Medio Oriente colaboran en el aparato diseñado por Chávez para controlar a Venezuela.

A ese mismo aparato pertenecen los Círculos Bolivarianos. El presidente a menudo alardea de su apoyo –tanto político como financiero- a esos “grupos comunitarios”. Mientras que la oposición mantiene que estos se han convertido en los camisas parda de la revolución que adelanta Chávez.

El abogado venezolano Juan Carlos Sosa Azpúrua, quien forma parte del grupo que demandó en Madrid por los asesinatos cometidos en Caracas por chavistas, el 11 de abril del año pasado, afirma que los Círculos Bolivarianos son grupos paramilitares asesinos. “Al igual que cualquier otro grupo terrorista, como la ETA o la IRA, los círculos producen terror, confusión y crisis en la sociedad venezolana”. Añade que “tenemos pruebas que la Disip (la policía secreta venezolana) le ha dado armas de guerra –granadas y ametralladoras- a los círculos”.

El Sr. Sosa, graduado de la Escuela de Derecho de Harvard, también afirma tener declaraciones de altos oficiales militares revelando que guerrilleros colombianos tienen campamentos del lado venezolano. Esos oficiales dicen que querían atacar a los campamentos guerrilleros, pero recibieron órdenes de Chávez de dejarlos en paz. Recientemente, el gobierno venezolano rehusó declarar como terroristas a los rebeldes colombianos de las FARC y ELN.

Alí Rodríguez, designado por Chávez a la presidencia de la petrolera estatal PDVSA, es directivo del Foro de Sao Paulo, un grupo fundado por Fidel Castro para promover sus planes en la región. Otro directivo es el jefe de las FARC, Manuel Marulanda.

Pero son los crecientes lazos con el Medio Oriente lo que debe alarmar más a los norteamericanos. Según Sosa, Chávez justifica sus contactos con Libia e Irak por la necesidad de resucitar a la industria petrolera, paralizada por la huelga.

Pero Sosa insiste que tales nexos fueron establecidos mucho antes de la crisis en PDVSA. Chávez viajó a Irak para visitar a Saddam Hussein en el año 2000. Según el abogado venezolano, hace dos años, altos funcionarios líbios estaban en Venezuela dictando conferencias a estudiantes sobre las maravillas del sistema libio. “Chávez está cultivando íntimas relaciones con los enemigos de Estados Unidos porque siente gran afinidad con esos países”.

A principios de marzo, el jefe del Comando Sur, el general James Hill, designó a la isla venezolana de Margarita como base de grupos terroristas islámicos. La oposición venezolana también tiene información, aunque no totalmente confirmada, que el gobierno está dando pasaportes venezolanos a visitantes árabes para que vayan a Margarita, desde donde financian el terrorismo en el Medio Oriente.

En la edición del 14 de febrero de la revista Insight, Martín Aróstegui reportó sobre varios informes de libios, iraquíes y cubanos llegando a Venezuela bajo el amparo y especial trato del gobierno. “Funcionarios del gobierno trataron de utilizar aviones de la Fuerza Aérea para llevar a cinco agentes de Saddam Hussein al interior. Los pilotos militares exigieron una autorización especial antes de permitir que los iraquíes abordaran los C-130”.

Sosa sostiene que Irak extiende becas a venezolanos para “indoctrinar”. Desde hace tiempo, “maestros” cubanos andan por toda Venezuela exponiendo sus ideas en las escuelas públicas.

La evidencia sugiere que los cubanos, libios e iraquíes están principalmente interesados en aportarle a Chávez las herramientas de inteligencia, militares y educacionales para convertir a su gobierno en un régimen despótico y un aliado poderoso.

No fue sorpresa que Chávez pidiera que se agregaran Rusia, Cuba, China y la antiamericana Francia al “Grupo de Amigos” que trata de conseguir una salida democrática a la crisis venezolana.

Washington ha estado dividida en cuanto al presidente Chávez. El senador Chris Dodd de Connecticut, quien desde hace años se las da de “experto” en América Latina, defiende a Chávez porque fue elegido democráticamente. Por otra parte, funcionarios de Bush cuestionan su legitimidad por las frecuentes violaciones a la Constitución, incluso acciones brutales contra disidentes.

Quizás las diferencias se limaran si una evaluación imparcial sobre Chávez fuese presentada a la nación. Armstrong no quiere exponer su opinión al escrutinio, por lo que quizás el director de la CIA, George Tenet, debe hacerle un favor al país y reemplazarlo.

(*): Editora de la columna Las Américas del Wall Street Journal, diario que publicó originalmente este artículo y autorizó la traducción de AIPE.
(**): Publicado por cortesía de la agencia (%=Link(«http://www.aipenet.com»,»AIPE «)%)