Opinión Nacional

¿Qué pasó con Bolívar?

En estos siete años de mal gobierno el régimen ha renovado el panteón de sus héroes y está elaborando una nueva liturgia. Ya no se trata de establecer en la sociedad venezolana los fundamentos del bolivarianismo, cualesquiera que estos sean, y mucho menos adelantar reformas conforme al indefinido pensamiento de Simón Rodríguez. En lo que se refiere al otro prócer, basta, por ahora, con usar su nombre para asignarlo a la ranchificación agrícola de las grandes extensiones de tierra. Ahora las bases de la sociedad venezolana, latinoamericana y pronto mundial tendrán los férreos pilotes del socialismo del siglo XXI. Y surge a la mente la pregunta ingenua ¿Quienes son los héroes de ese nuevo socialismo?, ¿quienes le darán su fundamentación teórica?. Ya hay uno en el santuario, consagrado antes de su inevitable desaparición de la faz de la tierra, además ya tiene el aspecto de un patriarca, eso si algo desvencijado, y éste no es otro que el adalid del Caribe, el prohombre que logró resistir por casi 50 años los embates del imperio, el padre del nuevo socialismo. Ese prócer merece el sitial más importante en el nuevo panteón revolucionario. Atrás de él, en la penumbra estarán dos apesadumbradas estatuas la de Simón y la de Martí. En otro lugar de ese nuevo templo del socialismo del siglo XXI se le estará buscando la ubicación adecuada a Carlos, Vladimir Ilich, y también, por supuesto, y en lugar destacadísimo, al Padrecito Ruso y no cabe duda al Gran Timonel.

La liturgia se está organizando y ya está claro, al menos, que la vestimenta no puede sino ser sino escarlata . Faltan por definir las banderas. Hay una comisión que debe estar estudiando como hizo Nasser cuando creo la República Árabe Unida. Como lograr una bonita combinación entre el tricolor, el rojo y el negro del movimiento del patriarca, y la bandera de la isla. Que preciosidad, le dicen al supremo local, sería tener una sola bandera que reflejara tanto ánimo revolucionario.

Falta la música para emular y superar los grandes y marciales desfiles en Nuremberg. Allí la cosa resulta algo mas complicado, el joropo no sirve para eso, y el guaguanco tampoco y la nueva trova menos y no se diga la de Alí. La gran pregunta es cómo darle sonido épico y marcial a la música caribeña, lástima que José Antonio Calcaño no esté ya por estos lares para darles alguna referencia. En verdad al patriarca nunca le ha gustado la música, en cambio al supremo sí. Ese va ser el gran quebradero de cabeza del movimiento del socialismo del siglo XXI no van poder encontrar la marcha necesaria para avanzar con convicción. Cualquier ritmo endógeno que se escoja tiene el enorme riesgo de convertir el andar acompasado de los feligreses del nuevo culto en una sesión mas de bailoterapia.

Fundado hace 28 años, Analitica.com es el primer medio digital creado en Venezuela. Tu aporte voluntario es fundamental para que continuemos creciendo e informando. ¡Contamos contigo!
Contribuir

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Te puede interesar
Cerrar
Botón volver arriba