¿Quién es el enemigo?
Han venido pasando lo días y no podemos dudar que la situación nacional se ha venido agudizando, las tensiones han aumentado, la cuerda está tensa. Con todo esto se ha producido una gran angustia que nos ha invadido, la incertidumbre se ha convertido en la constante, lo planes personales, familiares y sociales cambian de un día para otro y en definitiva entonces la vida en general no discurre con tranquilidad.
Peleamos verbalmente y físicamente, las diferencias aumentan, nos distanciamos los unos y los otros, también imaginamos cosas, fantaseamos y nos empujamos para que cada quien este aparentemente en su lado o quizás a lo mejor para que no esté allí.
¿ Cuál es la raya que marca el espacio de la diferencia ? ¿Existe? ¿es real? ¿la inventamos?
Sucede de esta manera, que con ese afán diferenciador, echamos las culpas hacia el frente siempre para no ver la responsabilidad propia en todo esto. Si al caso vamos todos tenemos nuestro pequeño aporte en lo que estamos viviendo.
Hasta el presente todos somos seres humanos igualitos en cuanto a nuestra conformación física y biológica ¿hay diferencia? también nos parecemos en lo relativo a las necesidades básicas para existir (comida, vestido, vivienda) ¿hay diferencia? tenemos el mismo mundo de emociones ( tristezas, alegrías, miedos, sufrimientos etc) ¿ hay diferencia? Todos pertenecemos a una familia ¿hay diferencia ? y por esta vía si nos ponemos a buscar podemos ir identificando una cantidad infinita de similitudes. Así que de verdad nos parecemos bastante quizás mas de los que podríamos imaginar ¿será que allí está el problema?
Entonces ¿qué es lo que nos está pasando? A nuestro entender la base de todo está en la relación humana, el pensamiento ha pasado a ser el elemento diferenciador. “Tú no piensas como yo entonces eres distinto”, “tú ves al mundo de una manera entonces eres diferente”. A veces ni siquiera hay un argumento sólido para producir el quiebre o ruptura interpersonal. Mas bien se trata de un “porque dijiste” o “porque dejaste de decir” o “porque hiciste esto” o “porque no lo hiciste”.
Consideramos las mas de las veces que no hay un criterio sólido que incriminarle al vecino, al amigo, a la otra persona sino que hemos empezado a suponer elementos cada vez mayores y esto ha formado una bola gigantesca de información y desinformación que si nos descuidamos va a terminar por llevarnos a todos por delante sin discriminación, para después entender con el discurrir del tiempo por obligación post traumas, que separados no llegamos a ninguna parte y que todo no era tan necesario, aunque algunos digan que ha servido para crecer, lo cual es cierto pero no justifica tanto sufrimiento.
No podemos dudar que hay y sobre todo en las puntas de ciertas vanguardias, gente que manifestándose supuestamente líderes de algún sector buscan eco para sus causas e intereses sea cual sea la razón. Intentan consciente o inconscientemente agudizar y generar mucha confusión.
Ahora bien, ante esto es importante que como personas midamos a quien seguimos y adonde nos conducen, porque luego cuando las cosas se ponen difíciles nos quedamos solos resolviendo y los que promovieron e incitaron el conflicto siempre han demostrado que se van para luego de la solución venir a reclamar su parte apareciendo de nuevo en escena y en ese sentido localizar nuevas coordenadas desde donde actuar.
Recordemos muy bien que tenemos hijos, familia y vida, no la entreguemos por nada del mundo, eso nos pertenece y es sagrado. Siempre escuchemos nuestro sentimiento profundo, conversemos con nosotros, estudiemos a quienes o que apoyamos y que pretenden buscando nuestro consentimiento.
La reflexión en nuestro momento de soledad es fundamental, cuando no hay nadie revisemos: ¿ qué pensamos? ¿ qué meditamos ? ¿en quien creemos? ¿qué sentimos ? ¿ hacia donde nos dirigimos ? ¿de verdad el otro es nuestro enemigo?
Un gran saludo a la vida
