Salidas electorales a la crisis venezolana

Considero que una solución surgida de la Mesa de Negociación y Acuerdos (propuestas Carter) tiene un piso político que le ofrece mayores probabilidades de éxito que una salida no negociada. Sin embargo, las iniciativas electorales para las cuales se recolectaron firmas el pasado 2 de febrero durante el Firmazo, son una fuerte herramienta de presión. En tal sentido, creo que desde el punto de vista práctico, debemos concentrarnos en el referendo revocatorio por las razones que explico a continuación, todo ello sin renunciar al «garrote» que representan las salidas electorales de iniciativa popular y conscientes que a la postre, tarde o temprano, vamos a tener que caer en una Asamblea Constituyente para desmantelar todo el parapeto de estado que creó el Chavismo.

Me parece que la mejor opción que tiene la Coordinadora es comprometer a Chávez con el Revocatorio, involucrando a la OEA, el PNUD, el Centro Carter y el Grupo de Amigos, que han demostrado que son Amigos de Venezuela, y que Chávez no los puede naricear. Propongo hacer una gran ceremonia del acuerdo y asegurarse que los procesos conducentes al revocatorio (nombrar el CNE, decisiones del TSJ, etc.), el revocatorio mismo y las elecciones posteriores, estén sometidos a la tutela internacional (el Presidente Carter habló de un revocatorio «sin trucos»). Este tipo de proceso funcionó en Perú y en Nicaragua. Si logramos una amnistía en PDVSA, mejor aún; nos ayuda a ponerle un ropaje positivo a la cuestión. Si seguimos empeñados en rechazar el revocatorio, vamos a llegar hasta agosto (solamente faltan 6 meses) dando pataletas y sin estar listos para una salida constitucional y electoral, que el gobierno «dice aceptar». Aunque el TSJ diga que las firmas recogidas durante el Firmazo no sirven, no importa. Ya nos contamos, sin un céntimo por parte del Estado y sin la tutela militar del Plan República. Bajo el Plan Ciudadanía demostramos que como Sociedad Civil podemos recoger las firmas que nos hagan falta en un día; los resultados de esa masiva encuesta popular ponen en evidencia la falta de legitimidad de este gobierno y el escaso apoyo popular que mantiene. Aunque no confío en Chávez, el revocatorio es nuestra mejor opción, eso sí, manteniendo la presión a través de la protesta y las firmas recogidas durante el Firmazo. Hay que hablarle claro a la Sociedad Civil. Si el gobierno desconoce el revocatorio o lo entrampa, se pondría en evidencia ante la comunidad internacional (Carter dijo «sin trucos»). Hemos sobreestimado la capacidad de aguante de Chávez y él sigue en el poder. Sin embargo, no perdimos todo. El paro logró la atención internacional y nuestra sociedad civil ha madurado mucho como consecuencia de este proceso; entre otras cosas aprendimos que no hay soluciones mágicas, ni gratificación instantánea a través de un Mesías. La oposición Chilena hizo lo mismo con un ofrecimiento de Pinochet a 8 años plazo. Jugaron el juego de Pinochet, según las reglas de Pinochet, con los plazos de Pinochet, los árbitros de Pinochet, en el terreno de Pinochet y terminaron sacándolo, y le ganaron la partida.

Llegó la hora de ser realistas y prepararse para jugar en el terreno de Chávez y ganarle la partida. También pienso que la Coordinadora Democrática debería ir preparándose para la elección que deberá celebrarse dentro de los 30 días siguientes a la revocatoria del mandato Presidencial. Si no lo hacemos, nos van a coger los nazarenos.

Creo que mi posición no es entreguista sino realista. Debemos despojarnos de los orgullos necios, que sólo nos hacen daño. Alguien me dijo una vez: «Don’t get mad, get even» [no te pongas bravo, desquítate o iguálate] y de eso se trata.

Hay quienes afirman que la propuesta del Presidente Carter para un referendo revocatorio, que le permita a Chávez concurrir a unas elecciones viola la Constitución. No estoy de acuerdo. Según la opinión de abogados especialistas en derecho constitucional, no existe disposición expresa en la Constitución que impida tal reelección. En cambio sí existe para el caso de los Diputados y Diputadas; en tal sentido, el Artículo 198 de la Constitución dice así: «El diputado o diputada a la Asamblea Nacional, cuyo mandato fuere revocado, no podrá optar a cargos de elección popular en el siguiente período.». Por tratarse de una disposición de tipo restrictivo, ésta debe necesariamente ser expresa y no se puede aplicar por analogía a otras situaciones. Además, aunque ello no fuere así, al existir una disposición expresa con respecto a los Diputados, es obvio que si el legislador hubiera tenido en mente hacer extensiva esta limitación al caso del Presidente de la República, también hubiera incluido en la Constitución, una disposición expresa sobre el particular.

Desde el punto de vista práctico, aunque parezca ilógico que un Presidente revocado concurra a una elección inmediatamente después de la revocatoria, desde el punto de vista de la oposición, éste es el mejor momento para que concurra, ya que tendrá una probabilidad muy baja de ganar (contra una oposición unida y con candidato único). Distinto puede ser el caso si concurre a unas elecciones cuatro años más tarde, cuando los vientos políticos pueden haber cambiado.

Como reflexión final y a manera de conclusión, pienso que el Revocatorio es una opción maluca, pero creo que es la mejor que tenemos. Ya los Chavistas están hablando de una enmienda del Artículo 72 de la Constitución, «dizque para adelantar el revocatorio». Yo me temo más bien, que sea un «truco» para todo lo contrario: para alejar o eliminar el revocatorio. Esa es una trampa en la que no podemos caer. Me quedo con lo que dice la Constitución actual: «Transcurrida la mitad del período para el cual fue elegido el funcionario o funcionaria», en el entendido que el (%=Link(«http://www.tsj.gov.ve»,»TSJ»)%) ratifique mediante una decisión, legalmente vinculante, lo que dijo en su «nota de prensa» acerca del 19 de agosto. Luego, en el peor de los casos, montamos un nuevo Firmazo el 20 de agosto y recogemos las firmas que hagan falta. Mientras más temprano comprometamos a Chávez con el revocatorio ante la comunidad internacional, más podremos evitar los «trucos» a los cuales se refiere el Presidente Carter.