Opinión Nacional

Sólo una de tres, pero en enormes cantidades

«Si la Naturaleza se opone a nuestros designios lucharemos contra ella y haremos que nos obedezca»

Simón Bolívar

“Si la Realidad se opone a nuestros intereses inventaremos una y la repetiremos hasta que suene cierta”.

Hugón Chavíbar

Como por efecto de la Misión Milagro, la foto de la morgue en la primera plana de El Nacional dio lugar al prodigio de hacer que el oficialismo en bloque descubriera repentinamente la inseguridad en Venezuela. Claro que hablo de descubrir en el sentido de quitarle la cubierta a algo, de destaparlo, no en el de honestamente darse cuenta de su existencia.

La torpe respuesta de los organismos y voceros gubernamentales, el rechazo generalizado a la risa de Andrés Izarra en el debate de CNN, el balazo que recibió una jugadora del Campeonato de Béisbol mientras corría en Fuerte Tiuna, la cercanía de las elecciones parlamentarias y el secuestro exprés de un diputado del PSUV se sumaron al impacto causado por la imagen y encendieron un reflector internacional sobre el elefante que la dirigencia chavista se ha negado a ver en la habitación durante casi 12 años. De pronto todos empezaron a tocar el punto. Más aún, hasta el más insignificante y accidental de los voceros de la actual administración adoptó la actitud de que la inseguridad ha sido un tema de todos los días para los funcionarios rojos rojitos.

Tulio Jiménez, presidente de la Comisión de Política Interior de la AN, apelando a los recursos habituales (decir ambigüedades y mentir descaradamente) afirmó que: “A su parecer las cifras de inseguridad en el país han disminuido” (“a su parecer”; es que eso de las cifras es algo tan subjetivo) “pues se está erradicando el problema desde la raíz con políticas de inclusión y educación” (dado que nunca han discutido el tema en la AN también debe ser “a su parecer”). Según Tal cual, “las declaraciones del diputado son contrastantes con la ausencia de cifras oficiales y con los 274.483 delitos que registró Provea entre 2008 y 2009 en todo el territorio nacional” (TC, 20/8/10). Y de acuerdo con un estudio confidencial del oficialista INE, en 2009 fueron asesinadas 19.133 personas en Venezuela (El Nacional, 20/8/10).

Por su parte, Juan Carlos Dugarte, el parlamentario secuestrado, intentó convertir un problema en una oportunidad empleando sus ya conocidas habilidades analíticas. Para el diputado, su secuestro fue político, dado que los autores del crimen abandonaron el automóvil, jamás se comunicaron con algún familiar para solicitar dinero por el rescate, y “actuaron con excesiva violencia”. También, porque ocurrió en el estado gobernado por el opositor Henrique Capriles Radonski y porque días antes se había detenido en la puerta de su casa una patrulla de Polimiranda (Notitarde 20/8/10). Dugarte fue golpeado en la cabeza por los secuestradores pero, considerando que siempre razona más o menos así, podemos descartar el daño cerebral como excusa para su análisis. El “exceso de violencia” que esgrime para exhibirse como mártir de la revolución es, de hecho, una de las características resaltantes de los delitos en Venezuela. Generalmente los asesinados reciben más de cinco impactos de bala. Siguiendo la “lógica Dugarte”, el muchacho asesinado de 43 balazos el 18/8 en Barquisimeto sería otro ejemplo de crimen político. Dado que la alcaldesa de Barquisimeto es chavista, el autor intelectual del asesinato tendría que ser el gobernador Henri Falcón. ¿Y en el caso de la digitalmente impuesta Jefa de la Región Capital, Jacqueline Farías? Después de todo, el municipio Libertador es el más violento del país y está bajo su responsabilidad (y la de Jorge Rodríguez). ¿Cuántos de los 400 homicidios y los incontables secuestros express que ocurren mensualmente en Caracas podemos suponer que son ordenados por ella (o él)?

Respecto al apagón generalizado del 4/9/10 Dugarte, quien es vicepresidente de la Comisión de Energía de la AN, dijo que “deberán investigar a qué se debió el incendio en la subestación, pues a él le crea suspicacia”. (Noticiero Digital, 6/8/10). Próximo a perder la beca, ya que su partido lo rechazó como candidato a repetir en la AN, Dugarte puede ofrecerse como referente y asesor para una serie televisiva de detectives socialistas que siempre concluirían diciendo: “fueron la oposición y el Imperio”.

Uno que sí es candidato a la AN, el pcvista Yul Jabour, acusó a la oposición de estar ligada con el hampa en el país. “Hay actores del hampa que están al servicio de la contrarrevolución”…“Se está averiguando que hay venta de droga financiada al 40% menos de su precio en algunos barrios”. (Noticias24, 23/08/2010). Desleal competencia para los honestos productores de droga cuyo café ayudó a vender el PCV durante el aniversario del partido en el estado Aragua. Jabour, quien recientemente habló del “papel nefasto” que ha desempeñado la Iglesia Católica históricamente, sin mencionar que los Partidos Comunistas han desempeñado un papel tan o más terrible, alegó: “Nosotros respetamos la lucha de los pueblos”. El PCV no considera nefasto apoyar las acciones de un grupo terrorista, narcoproductor y narcotraficante como las FARC. ¿Y qué pasa con la casi totalidad del pueblo colombiano que sí vive de cultivar café, flores, hortalizas y de trabajar honestamente mientras tiene que soportar el asedio de las FARC? Jabour es ideal para la AN, pero para la saliente, la que está llena diputados de relleno que declaran boberías y levantan la mano cuando se lo ordenan de Miraflores.

Como excepción, Blanca Eeckout siguió sin ver el paquidermo y habló de otra cosa. Esta vez fue de una supuesta campaña de descrédito que, según ella, se está orquestando desde “el Imperio» contra el gobierno nacional. «Se han contabilizado más de 19.140 artículos nacionales e internacionales en contra de la revolución». (TC, 25/8/10) Esos malintencionados escritos ¿se habrán publicado en el mismo lapso en el que en Venezuela hubo un casi idéntico número de asesinatos y 16.917 secuestros denunciados? (se calcula que por cada uno que se denuncia hay nueve que no se reportan). Eeckout no quiere hablar de detalles menores; lo importante para ella es que se dicen cosas contra la revolución.

Similarmente preocupado, y en el Imperio “mejmo”,  el embajador Bernardo Álvarez envió una carta abierta al New York Times criticando el artículo que publicaron sobre el alto índice de criminalidad en el país. Álvarez asegura que el artículo del periodista Simón Romero, «subestima ampliamente los esfuerzos realizados por el Gobierno venezolano para encarar la criminalidad, la violencia y la delincuencia en el país». (TC, 25/8/10)

El embajador Álvarez, quien por no haber vivido como un venezolano promedio en muchos años no tiene siquiera la “sensación de inseguridad”, quiere que al gobierno le den una medalla por participar en lugar de criticarlo por los resultados obtenidos. La intención es lo que cuenta.

La embajada venezolana en Portugal, dirigida por Lucas “La Cual Aceptó” Rincón, envió una carta equivalente al “Diario de Noticias”, en Lisboa. También pide una medalla por el esfuerzo, pero usa datos que terminan contradiciendo sus planteamientos. Según dice la carta, el gobierno de Chávez “ha logrado reducir la pobreza extrema de un 42,5% en 1996-97 para (sic) un 7,2% en 2009”. ¿Cómo deja eso a la explicación chavista de que la delincuencia es producida por la pobreza? Porque en ese mismo exitosísimo período los asesinatos se han cuadruplicado.

La verdad es que el gobierno más que fracasar en controlar la violencia ha tenido éxito en estimularla.  Su falla ha estado en la imposible tarea de ocultarle al país el resultado de su campaña: una tasa de más de 19 mil asesinatos por año. Si respaldó a un representante suyo que se rió de la evidencia en TV internacional, no había ninguna probabilidad de que la supervivencia de un terrateniente específico (así lo llamó Mario Isea) le fuera a interesar.

Franklin Brito fue una muestra “en vivo y en directo” de cuáles promesas presidenciales se cumplen y cómo. Si bien no le dieron ni patria ni socialismo, la muerte se la prolongaron todo lo posible. Probablemente creyeron que finalmente cedería o se vendería (quienes tienen precio y dinero tienden a pensar así).

Aunque la mayoría se haya sentido ajena a la lucha de Brito, todos tenemos mucho en común con él. Como a él, la pandilla chavista nos arrebata derechos, nos atropella descaradamente, y nos impone un sistema donde los nuevos privilegiados no están sujetos a normas ni leyes. Como a él, sólo la tercera de las ofertas bandera del chavismo se nos hace realidad.

Es posible que el gobierno haya creído que Brito le serviría como advertencia para desestimular protestas contra los abusos. Sus acciones ignoradas, rechazadas y pisoteadas debían enseñarnos a los demás que no hay recursos contra los caprichos rojos rojitos, sin importar cuán arbitrarias sean las acciones en que se traduzcan. Pero lo que hicieron evidente es que la putrefacción del régimen es mucho más amplia y virulenta que la de los contenedores de Pudreval.

Y la Defensora del Pueblo declara tener la conciencia en paz.

En paz no, se le debe haber asfixiado bajo tanto cinismo.

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