Opinión Nacional

Tan bonita la mariposita

¿Quién no abrirá de par en par las puertas

A la desconfianza, cuando mira

Descubierto el desdén, y las sospechas,

¡Oh amarga conversión!, verdades hechas,

Y la limpia verdad vuelta en mentira?

Miguel de Cervantes Saavedra, “Don Quijote de la Mancha”, Cap. XIV

«En un mundo de engaño universal, decir la verdad es un acto revolucionario.»

George Orwell

A Ibsen Martínez le tomó varias décadas de lecturas, revisión de diversos materiales y conversaciones personales para llegar a la hipótesis que plantea en su, para mí muy recomendable, libro “El Señor Marx No Está En Casa”. Al parecer, el señor Marx aprovechó algunas de las ocasiones en las que sí estaba en casa para mantener relaciones incestuosas con su hija menor, Eleanor.

Una ínfima fracción del tiempo invertido por Ibsen toma revisar en Internet el testimonio de la hija adoptiva de Daniel Ortega (http://www.sandino.org/zoila.htm) y llegar a una conclusión equivalente sobre el prócer nicaragüense y su prolongada historia de paidofilia familiar.

Cuenta Martínez en una entrevista que varios amigos suyos, oficiantes de la “izquierda” chavista, han declarado que no van a leer su blasfema novela. Probablemente también prefirieron no leer sobre las acusaciones que Ortega ha bloqueado en su país. El Presidente Chávez lo llama su “hermano”.

Parece que a los socialistas del Siglo XXI les resultan ignorables el abuso infantil, la violencia familiar, el incesto y cosas por el estilo si son practicadas por figuras cumbres de la Revolución. Nada terriblemente sorprendente; ya han demostrado ampliamente su disposición para desestimar casi 150 mil homicidios sin culpables, abuso de poder, corrupción, mentiras, incompetencia y demás hierbas que perfuman el jardín hidropónico del Proceso. Y para taparse los oídos mientras gritan “Uh Ah…” y “Así, así, así es…etc.” cuando se menciona algún rubro de esa cosecha. Logrado esto con sus partidarios, el Presidente y sus colaboradores pretenden que el resto del mundo sea igual de permisivo con sus acciones.

Cuando, por ejemplo, en lugar de blablablear sobre gallineros verticales o totumas, al Tenientecoronelísimo Chávez le da por fanfarronear sobre una guerra contra Colombia y se produce una fuerte y generalizada reacción adversa, en lugar de las risitas burlonas de costumbre, el Primer Magistrado y sus voceros comienzan apuradas campañas de desplantes desafiantes, amenazas abusivas, declaraciones descabelladas y/o excursiones extemporáneas con la finalidad de dividir la crítica en varios temas y así debilitar la reacción a la metida de pata inicial. También insisten en el planteamiento original con ligeros cambios e interpretaciones (como decir que sólo repetía una cita famosa), o pronunciamientos de personajes con escasa autoridad real en respaldo de la posición inicial (como Carlos Escarrá diciendo: “Si tenemos que ir a la guerra, iremos”. De paso, si Escarrá es alguna referencia de las tropas venezolanas que intervendrían en esa guerra ya podemos ir preparando el borrador de rendición. Tan sólo trasladarlo al frente de combate requeriría una campaña admirable. Y camuflarlo otra. Probablemente lo que él quiso decir fue: “Si tenemos que ir a la guerra, irán.”)

A raíz de la merienda de rojos de los bancos chavistas, el presidente Chávez trató de generar terror en el público dejando ver que las instituciones no rojas-rojitas también estarían en problemas, anunció su voluntad de “nacionalizar” toda la banca, se presentó como sagaz e implacable luchador contra la corrupción (aunque sus colaboradores más cercanos están entre los acusados pero no entre los presos), hizo muchas cadenas, anunció un viaje-fuga y, además, apoyó públicamente a los funcionarios clave mencionados como cómplices necesarios para la estafa de los burgueses nuevos. ¿Tan  “hermanos” como Daniel Ortega? Crece la familia.

Como agente distractor, la Presidenta del TSJ tomó dos turnos al bate: primero salió diciendo que el sistema bancario nacional estaba sólido, lo cual equivale a que yo declare que la reparación que le hicieron al acelerador de partículas LHC quedó muy bonita. En el segundo turno empeoró. Según la nueva Montesquieu, la división de poderes debilita al Estado. Pero eso sí, agregó, los poderes tienen que ser independientes. Sólo le faltó añadir, como el personaje de Mike Myers en Saturday Night Live, “Discutan”.

Por su parte, Darío Vivas (miembro de un parlamento electo por 18% de los votantes y de la directiva del PSUV, electa por tan sólo el 8,74% de sus supuestos siete millones de inscritos) declaró que las elecciones hondureñas no podían ser reconocidas debido a la tremenda abstención (40%).

Da la impresión de que las campañas de distracción que le han servido por once años han terminado por incluir al Presidente como principal víctima. Hace meses, Chávez necesitó que Fidel Castro lo espabilara sobre el estado desastroso de Barrio Adentro. Y en el caso de los banqueros chavistas fue un informe del G2 lo que le abrió los ojitos (a pesar de que un reporte de la DISIP, de febrero del 2008, detallaba las irregularidades). Nuestro Cristóbal Colón no descubre nada sin que se lo indique su Rodrigo de Triana cubano.

Tan grave es la estafa bancaria que ni el Presidente tuvo el descaro de pretender no verla. Sin embargo, los seguidores del chavismo persisten en actuar como si creyeran que el Presidente no sabe nada de los desmanes de su gobierno. De ser así ¿cómo pueden confiar en alguien tan incompetente para dirigir a la nación? Y si no es eso lo que creen ¿cómo pueden apoyar a alguien que permite que desvalijen el país en sus narices?

Con el agua racionada, el sistema eléctrico al borde del abismo, la inflación invisible sólo para el Presidente, el sistema de salud agonizante salvo para el Presidente (y el equipo de médicos que lo acompaña a todas partes), la inseguridad que golpea hasta al Ministro Regañadito, la corrupción cada día más difícil de esconder y la Ley y el Estado de Derecho convertidos en un chiste malo, les van quedando muy pocos lugares hacia donde desviar la mirada.

Dentro de poco sólo les quedarán la ceguera autoinfligida o la complicidad sin atenuantes ni beneficios.

Fundado hace 28 años, Analitica.com es el primer medio digital creado en Venezuela. Tu aporte voluntario es fundamental para que continuemos creciendo e informando. ¡Contamos contigo!
Contribuir

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Te puede interesar
Cerrar
Botón volver arriba