Opinión Nacional

¿Todavía?…..¡Qué molleja!…. y entonces, ¡Cuándo?

El verdadero título de esta opinión es otro. Lo he sustituido en apego al debido respeto para con los lectores, sobre todo, ellas. En líneas próximas sabrán el verdadero encabezamiento ya que utilicé una expresión zuliana “multiuso”.

Entretanto, asimile: “los panas del gobierno” en un gesto de “¡gallardía y nobleza!” le asignaron a cada venezolano un cupo anual en USA Dólar equivalente a 30 barriles anuales de petróleo cotizado a 100 dólares. ¿Verdad que es de una nobleza increíble? ¡Uf! El petróleo es nuestro ¿Verdad que es para ponerse a quemar banderas?

La reducción de ingresos, las obligaciones crediticias, el brumoso porvenir y la falta de tiempo generaron una jerarquización de los días de compra de la prensa internacional, nacional, regional y local. Y esto es una pérdida más. Pierdo la ocasión de enterarme de los hechos cotidianos que añaden valor, de la lectura de buenas redacciones, de resolver los crucigramas, de leer las noticias deportivas. Y así como se extravía “todo lo reseñado y algo más”, se pierden otras cosas. Ese es el momento cuando los zulianos exclaman: ¡VERGACIÓN!………. ¿HASTA CUÁNDO?”

Si tiene un amigo nativo del Zulia pídale su pronunciación, con ese son tan típico que refleja obstinación, cansancio, fastidio, hastío, intolerancia por lo acontecido y por lo que se presume va a acontecer.

Evidentemente, la verdadera denominación es procaz, poco edificante, impublicable en un medio de comunicación si el respeto al prójimo es un valor social valioso.

Hay demasiadas razones para ofuscarse, para estar cansado de lo mismo. Hay demasiado fastidio por el intento de “vendernos” a un sátrapa como “una hermanita de la caridad”. El hastío generado por la forma como estamos viviendo, contamina nuestra salud. Nos enfermamos en el tránsito carretero de la ciudad, en el sucio autobús de la ruta, en la penumbra del feliz regreso a casa, en la fila para el pago de la mermada compra de productos de urgente necesidad, en la incomprensión de la restringida adquisición inmediata de medicamentos para mejorar o mantener nuestra salud. Y se reitera la interrogante: “¿Hasta cuándo?”

Lamentablemente, los ciudadanos de a pie están entrampados en un dilema. Una cara de esta disyuntiva es aceptar y acomodar su vida a la circunstancias del momento, con la consabida resignación y con ello hacer feliz, realizado, al sátrapa antillano por el cumplimiento de la tarea de sus acólitos y la esperada respuesta por “bobería social del ciudadano venezolano”. La otra cara es la incólume permanencia de la dignidad personal, defender el derecho a elegir la mejor opción para su capacidad de compra y no los que el Ministerio de Alimentación o de cualquier otro organismo dictamine o algún asesor externo decida; a comprar las unidades que su capacidad de compra y no las restrictivas que un funcionario de gobierno decida.

Ciudadano: comprenda. Quienes ejercen actualmente el poder en Venezuela son unos embusteros de toda la vida. Argumentan defender los derechos humanos, pero en el ejercicio del poder son “implacables” con quienes piden respeto por ello; verbigracia: Franklin Brito, quien murió por defender su derecho a lo suyo y no hubo “José Vicente Rangel de las administraciones anteriores” defendiendo sus derechos humanos. Vociferan luchar contra los monopolios, pero vea usted que ellos imponen la hegemonía comunicacional, la centralización económica, la monarquía estatal, entre otras cosas. Se despepitan hablando maravillas del progreso industrial venezolano y casi todas las empresas Pequeñas y de Mediana Industria están a punto de cierre por falta de insumos; de pagos oportunos; por pasivos laborales crecientes. En fin…….

Entienda que la LIBERTAD es un derecho suyo, de más nadie. Lo que haga por ella es para usted, pero lo que hagamos todos por todas las nuestras será para nosotros. Quítese de la cabeza esa infantil conseja de que los Estados Unidos no van a permitir otro régimen comunista en Latinoamérica; eso no es asunto de ellos.

Abra los ojos. ¡Rebélese! La sumisión es malísima para la salud, peor es la esclavitud. El no transitar libremente genera angustias y con ello cáncer y no hay dinero para tratamientos costosos. Ni usted, ni yo, ni nadie somos peones de la peor versión ideológica del marxismo.

Recuerde: “La libertad es el único objetivo digno del sacrificio de la vida de los hombres” y “Yo soy siempre fiel al sistema liberal y justo que proclamó mi patria”. Son dos frases del Libertador Simón Bolívar. Su patria es Venezuela y él lucho por darle un sistema liberal, no un sistema totalitario, ni miserable como el cubano que nos quieren imponer.

Crea en usted, en sus semejantes. Luche por su libertad, la de sus hijos y generaciones futuras y tenga fe en Dios aún cuando los tiempos de El no sean los mismos nuestros.

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