Tres lecciones para aprender
La experiencia del gobierno Chávez debería servirnos a los venezolanos para aprender. No sé cuanto tiempo más nos lleve esta amarga experiencia; y lamentablemente parece que durará muchos años más, a juzgar por la ineptitud de la actual dirigencia opositora que no quiere aprender. Pero dure cuanto dure, todos los venezolanos tenemos al menos tres lecciones muy importantes que sacar:
1. Tenemos que aprender adónde nos llevó el odio al capitalismo: nos llevó al socialismo; y del socialismo al comunismo hay sólo un paso. 2. Tenemos que aprender adónde nos llevó la fobia histérica contra los partidos políticos y la política: hirió de muerte a nuestra democracia; y de allí a la dictadura hay sólo un paso. 3. Tenemos que aprender adónde nos llevó el culto a Simón Bolívar, porque del endiosamiento del prócer al endiosamiento del gobernante hay sólo un pasó.
Todos los días, cientos de “expertos” y sesudos “analistas” nos elucubran desde los medios innumerables y complicadísimas explicaciones del “fenómeno Chávez”. Pero las explicaciones son tres, muy simples, y todas van a dar a un mismo punto: la “Cuarta República”.
Hugo Chávez es el hombre que dio los tres pasos que faltaban: 1. Durante 40 años, los partidos AD, Copei, PCV, MAS, etc. educaron al pueblo en el odio al libre mercado y en las bondades de la “democracia social” signada por la propiedad estatal de los medios de producción y el control de la economía por el Estado, e igual estatismo en educación y cultura, vivienda, atención médica, etc.; Chávez simplemente dio el paso del socialismo al comunismo. 2. En 1998 esa democracia había fracasado, y los partidos e instituciones democráticas estaban muy debilitados por sus propios errores, y por la implacable y concertada crítica de la prensa y los medios; Chávez simplemente dio el paso de la democracia agonizante a la dictadura personal. 3. Chávez se encontró con el culto a Bolívar -del cual él mismo es un producto-, toda una religión de Estado que hace del prócer un ídolo santo, mágico e intocable; y el Presidente simplemente se autoungió como Sumo Pontífice de esa religión. Más nada.
Eso es todo. Sin embargo tenemos que aprender estas tres importantes lecciones y rápido, si es que queremos salir de esto y pronto. No soy adivino y no sé cuánto tiempo más va a durar en el poder Chávez -ahora en camino a la Presidencia vitalicia-; pero seguro estoy de una cosa: los venezolanos vamos a salir de esta pesadilla tan pronto nos aprendamos estas tres lecciones (y muy bien aprendidas), no antes.
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