Tú decides
La decisión de las próximas elecciones parlamentarias está en las manos de los ciudadanos. Si hay una votación masiva de quienes se oponen a la autocracia militarista, de otros tantos que son disidentes y de aquellos que quieren un contrapeso a la concentración del poder y a las tendencias autoritarias del régimen, tendremos una Asamblea Nacional que ejerza autónomamente su papel como órgano de legislación y contraloría. Eso depende de la decisión que tomemos cada uno de los que tenemos derecho al voto.
Nos quieren hacer creer la falacia que “gobierno no pierde elecciones” para que nos abstengamos de participar. No podemos dejarnos arrebatar el ejercicio de un derecho democrático como es el voto, llenándolo de dudas. Tenemos que reafirmar que, más allá de los intentos de arbitrariedad y autoritarismo del elenco en el poder, somos una sociedad democrática que es inmune al desaliento.
Al contrario de lo que muchos creen, a lo que más teme el régimen es a la abstención de quienes en el pasado lo apoyaron irrestrictamente, y que se van alejando, activa o pasivamente. No es cualquier cosa que entre el Referéndum Revocatorio Presidencial (RRP) y las elecciones siguientes (regionales y municipales) el oficialismo haya perdido más 3.5 millones de votantes, y que los pronósticos realistas ubiquen su techo en las elecciones parlamentarias entre 3 millones y algo, cuando en las municipales aspiraron a 5 millones de votos y sólo alcanzaron algo más de 2 millones. Si esto no fue más evidente es porque el electorado opositor y disidente se abstuvo, y en términos de cargos pudo mostrar un mayor número de cargos a su favor. Pero si la corriente contraria se manifiesta, como el RRP, se mostrará cuán frágil es su pretendida preponderancia en la opinión popular, aunque sea significativa.
Las próximas elecciones parlamentarias son una oportunidad para diferentes sectores: para los opositores al régimen, para sus disidentes (que conformaron listas diferentes) y para quienes desean contrapesos a la concentración del poder, cualquiera sean sus afinidades político-ideológicas, pero comprometidas con una visión democrática, capaz de albergar la diversidad y el debate respetuoso de los distintos puntos de vista.
Aún en condiciones adversas, pero algo mejores que en el RRP, tenemos el reto mostrar el músculo de la sociedad democrática. No es fácil, pero sí posible remontar la cuesta para afirmar un fututo nuevo, que deje atrás los intentos de restauración inequitativa y el sectarismo excluyente de una visión anacrónica.
Tú decides, si quieres dejarle el camino libre para que hagan lo que desean los inquilinos actuales del poder, o si te opondrás para impedírselo. Tienes un instrumento, mostrar tu voluntad a través del voto, no es el único, pero sí importante, articulado con la construcción de un movimiento que reúna a los venezolanos de todas las tendencias que queremos una patria que le aporte calidad de vida y equidad a todos, respetuosa de la diversidad, sin exclusiones. Esa es la motivación de ir a votar, porque de nosotros depende. Abstenerse en el voto y en la acción es dejar que decidan otros por nosotros.
Artículo publicado en Tal Cual, 18-11-05
