Una gran ofensiva democrática
Chávez no aguanta protestas simultáneas en todo el país. Prefiere las marchas y las concentraciones de uno cuantos, mientras el resto se queda en su casa viendo y observando los acontecimientos por televisión, porque de esa forma controla la situación. Algo muy distinto sería si cada sector y cada rincón de Venezuela, esté bien informado y proteste en su zona de manera simultánea, con un solo mensaje y armonizados.
Chávez necesita de las concentraciones y marchas opositoras y de líderes opositores en la televisión porque le es más fácil desinformar, desarticular, desunir y vilipendiar; le gusta que lo busquemos en el centro del ring con marchas, concentraciones y discursos, porque sabe que en el terreno de la fuerza tiene todas las de ganar. Pero si le protestamos simultáneamente en todo el país, lo desmoralizamos y lo desmitificamos, porque en ese caso, pierde de vista el objetivo y lo desenmascaramos con acciones masivas y contundentes, sin necesidad de apelar a la violencia.
Estamos en dictadura y el gobierno tiene el control de nuestra riqueza, de las instituciones, de las armas y de los medios de comunicación. Nuestra fuerza es la gente y es preciso demostrar que esa gente está en todo el país. Es indispensable mostrar a los chavistas, también venezolanos, pero engañados y manipulados porque solo reciben el mensaje oficialista, que si hay esperanzas y que la fuerza democrática está viva en todo el país, que tiene un proyecto país y es mayoría.
La gente no quiere vivir en dictadura. Los venezolanos no queremos dictaduras y se puede construir y discutir el mensaje y el proyecto país, mientras se trabaja en la organización de un gran ejército de venezolanos contando con verdaderos líderes en cada parroquia, municipio y estado de Venezuela.
Desde el punto de vista electoral, la alternativa democrática cuenta con una estructura humana eficiente y presente en toda Venezuela, que recibe rápidamente líneas para la acción. De manera que es perfectamente factible armar y articular toda una red para informar y para la protesta cívica.
La unidad debe ser real; sin mezquindades ni zancadillas. Todos los venezolanos: estudiantes, trabajadores, partidos políticos, organizaciones civiles, gremios, gobiernos locales y regionales y toda la sociedad civil en general, en cada zona y rincón de Venezuela, formarían parte de un gran ejército democrático, disciplinado, informado y bien organizado; orientado a protestar de manera contundente, en todo el país, ante los atropellos y amenazas de la dictadura que hoy pretende destruir a Venezuela.
