Opinión Nacional

Una variante ad hoc de “Droga Controlada”

  • “… Los hombres son tan simples, y se sujetan en tanto grado a la necesidad, que el que engaña con arte halla siempre gentes que se dejan engañar…”

Nicolás Maquiavelo (1469/1527)

 

Resumen:

Siempre hemos partido de la idea de que muchas casualidades coincidentes y solapadas, dejan de pertenecer al mundo de lo casual, para entrar en el ámbito de lo causal y así se conforma en una materialidad endógena, la antítesis de la “ventana rota”.

Con este nuevo atraco al Transporte Blindado en Bolívar, pareciera se reinicia la conocida secuencia propia a solucionar los problemas de liquidez de algunos grupos.

Como la experiencia nos lo ha demostrado en tantos años, cada vez que alguna severa deficiencia o una significativa necesidad de liquidez se hace presente para las actividades de ciertos grupos ávidos de ella, simplemente, se busca la información, se habilitan capacidades y seleccionan oportunidades, se llegan a los acuerdos necesarios aquí, allá y más allá y se ejecuta la acción; sea ésta sobre una u otra entidad bancaria con una extraordinaria liquidez en bóveda, fuere sobre un significativo acumulado de dinero líquido en tránsito y en los Transportes de Valores.

Esos momentos de precariedad de liquidez, pareciera que siempre han coincidido con los períodos preliminares a unas elecciones sin embargo, las próximas en Venezuela están aún lejos como lo están los requerimientos para los gastos en el próximo diciembre; pero lo que si está en curso, es la limitada liquidez de la que dispone el Ejecutivo para llevar adelante su sostenida política de reparto del botín –extraído claro está del erario público– y como es ya notorio: a) bajaron los ingresos a las arcas, no hay más dinero fresco disponible y menos los derivado de prestamos; b) se agotaron los fondos y c) hasta ya se menciona a Venezuela como el tercer país en la lista de los que muy pronto y después de Grecia, entrará en cesación de pagos:

Esos son los términos de una latente crisis financiera.

Ese es el enfoque del asunto que nos permite asegurar que en algunos de estos atracos a bancos y blindados, antes que simples atracos, pareciera que se satisfacen más los términos de adaptada modalidades endógenas de “entregas controladas”; esa especie de caja chica con los fondos líquidos bancarios en tránsito, de donde se benefician parte y contra parte.

En algunos casos hasta ayudan a ocultar pequeños o grandes faltantes en la caja o en la bóveda en la parte de los afectados, los atracados, mientras satisfacen las necesidades de liquidez de la otra parte, los atracadores.

Desde su muy particular creación, que comentaremos, el servicio de transporte de valores ha sido una actividad económica poco o nada supervisado por los responsables del Ejecutivo, esos quienes les otorgan los permisos para su operación:

A) Jamás han sido objeto de un programa sostenido y continuado de inspección profesional dispuesto y ejecutado en función de mantener un orden pautado en sus operaciones; ni siquiera cuando ocurren estos grandes atracos se verifican sus modos de proceder y si se ajustan a programa de seguridad acordes a los riesgos y aprobado por la autoridad que les otorga la permisología para su operación comercial. La ignorancia junto a las limitadas capacidades técnicas de los investigadores, policía y/o FGR, no lo permiten

B) Bajo el cómodo argumento de que esas pérdidas derivadas de los atracos las cubre el seguro, empresas y gobierno sólo se conforma con llevar a juicio los presuntos atracadores, si no es que éstos fallecen en supuestos enfrentamientos con la policía; pero eso sí, se constata en uno tras otro hecho, el dinero robado se esfuma por completo, nunca aparece y si algo se recupera, no pasará nunca del 10%. Por una parte, las autoridades en el inmediato al hecho hacen pública su hipótesis de autorías y hasta allí llega su labor; las empresas, cubiertas como están por la póliza, tampoco pierde mayor tiempo en investigaciones internas y las correcciones en los procedimientos, menos aún en reajustes y entrenamiento al personal y por tanto, en todo caso, no han estado nunca ni están en capacidad de documentar tales desempeños gerenciales; en definitiva, como se afirma, eso lo pagó el seguro y allí termina.

C) Quienes pudieren tener mayor interés en la seguridad de las operaciones de esas empresas, las aseguradoras, poco pareciera les preocupa, desde el momento en que, hábilmente y por costumbre comercial ya, las aseguradoras venezolanas sólo se conforman con los mínimos del negocio y asumen a lo máximo el 10% del riesgo y el resto, lo negocian en el ámbito internacional y lo dejan en manos de las reaseguradoras. Tanto es esa falta de atención, que las cifras actuariales para los cálculos de los valores de primas, salvo prueba documental en contrario, no han sido ni son venezolanas por tanto, pareciera que, ni siquiera realizan inspecciones acordes a los riesgos asumidos ni mantienen tampoco registros actualizados de siniestros y cuasi–siniestros, de la frecuencia, tipo de fallas y la calidad del personal contratado por las empresas prestatarias de ese servicio.  Así quedó evidenciado unas décadas atrás, cuando las reaseguradores ante la elevada frecuencia de los siniestros, aumentaron de un solo plumazo el 300% en el valor de sus primas como reaseguradoras y las aseguradoras venezolanas a su vez, simplemente aplicaron el aumento a las primas que cobran a sus clientes.

El tema entonces, tiene múltiples aristas que deben se abordadas para poder entender esa particular parte de esta inducida y rentable modalidad de inseguridad vigente en Venezuela y ese es el objeto de esta nota.

 

Introducción

Si bien pudiésemos especular en el sentido de la aplicación de ese preciso término “controlada” utilizado por Hugo Rafael Chávez Frías para el caso de la narcoavioneta de Cabo San Román y asumir la realidad de esas expresiones cotidianas sobre la inseguridad, pareciera que no está precisamente en manos del gobierno, menos de Hugo Rafael Chávez Frías, la alegada capacidad y habilidad para el control de nada en Venezuela, menos del constante y necesario flujo de masas de dinero, público y privado, en líquido.

En materia de seguridad pública, ha sido la chapucería y la improvisación lo que ha distinguido y distingue particularidades en este período de 13 años de gobierno y ello más por los cotidianos bandazos seguidos de otros bandazos, que por otra cosa.

Con cada experto que imponen o asoman gobierno y oposición en uno y otro momento, que si bien cabe señalar pudieren estar llenos de títulos y de doctorados, si algo observamos que les distingue del común de los moradores del territorio, es lo poco o nada que saben y conocen de la tarea y del trabajo de la policía.

Así

Para un profesional en el área, lo único posible de admitir como ajustado a ese término “controlado”, viene a ser casi en exclusiva, la rentable actividad de quienes sobre la incapacidad y el silencio de gobierno y oposición, dentro y fuera de la maquinaria del Estado, mantienen “controladas” tanto sus capacidades de ejecución material como las pertinentes habilidades para la explotación y/o la creación de las oportunidades que les ubica en el conocido triángulo argumental del crimen y en su sempiterna sujeción a un único y definitivamente uniforme motivo que les distinguió y distingue:

La desesperada avidez en la búsqueda, toma e ilimitado disfrute de la riqueza fácil. Sea ello con el evidenciado, sostenido y conocido saqueo al erario público, fuere por cualquiera otro sea el medio rentable y en momentos coyunturales que seleccionan y explotan.

Veamos

En el modus operandi de los dos últimos más graves eventos criminales, pareciera que se comienza a instalar una moda entre los operadores criminales de alto nivel dentro y fuera de gobierno, con esto de disponer y ordenar la liquidación física y en el mismo sitio de la acción, de quienes pudieren eventualmente establecer el más mínimo vínculo entre el evento criminal del cual se trate y el organizador y jefe de los ejecutores sobre el terreno: El siempre oculto y protegido autor tras los autores.

Siendo así, por lo visto, cualquier cómplice clave, interno o externo en una u otra gran operación criminal para hacerse rápidamente de liquidez, queda expuesto a ser asesinado a tiros antes de que siquiera pueda tener tiempo de enterarse de su tan “especialmente programado y teledirigido destino” y sin tiempo mismo para reaccionar, ponerse a salvo o decir algo.

En dos recientes casos criminales, tres asesinatos sumarios.

En uno oficialmente se utilizó el término “controlada” para definir la operación, pero en el desarrollo de los dos casos a citar, según podemos observar, lo único que estuvo perfectamente controlado fueron los tiros que  silenciaron a los tres peligrosos testigos:

¿Será ese el verdadero sentido de la expresión “controlada” al cual se refiere la versión oficial en la información sobre el primer caso y en boca de los responsable por la seguridad pública?.

“Droga Controlada”

En la “operación” de la narcoavioneta YV–2531 del  Cabo San Román dirigida por Tarek El Aissami, el piloto –quien no ha sido públicamente identificado hasta ahora y al parecer está aún con vida y no se sabe por cuánto tiempo– fue un funcionario activo del CICPC y titular de licencia vigente para ese tipo de aeronave, quien tenia a la sazón como auxiliar o copiloto a un sargento segundo de la GN que hace seis años fue expulsado de ese organismo militar por sus relaciones con el narcotráfico.

De acuerdo a todo lo conocido, este copiloto era el único enlace o vínculo directo, entre el organizador, jefe y representante, administrador o propietario de los 1.400 kilos de cocaína y el destino de esa carga, fuere ello en Centro América fuere en Dominicana; el otro sujeto de interés, el conductor del vehículo donde se transportó esa misma noche la cocaína hasta la pista improvisada en Cabo San Román y se cargó en la avioneta; también era el único sujeto a su vez, por cuya vía se podría establecer el vínculo directo entre la carga y el depósito donde había estado almacenada y donde la recogió para hacer ese transporte y entre ese depósito, lo que a su vez conduce a la identidad del organizador y jefe de esa exportación de 1.400 kilos de cocaína.

En pleno desarrollo de esa operación, de “Droga Controlada” (Hugo Chávez dixit), donde participaron más de 40 funcionarios activos del CICPC, ambos sujetos, copiloto y chofer,  fueron físicamente liquidados y esto al parecer, por un mismo tirador y con sendos únicos tiros a quemarropa y este es precisamente, el detalle que hasta ahora expresamente mantiene bajo control y silencio el gobierno.

“Entrega Controlada”

Ahora este caso de un aparente atraco a un blindado de Transbanca en Puerto Ordaz y donde a todas luces y en violación a normas y procedimientos, el conductor del blindado condujo el camión y lo estacionó con precisión de laboratorio en ese lugar donde también precisamente a la misma hora y en el mismo espacio físico, estaban “desayunando” seis de los once sujetos que ejecutarían la operación y quienes en el momento en que, estacionado el blindado, el vigilante de la bóveda abrió la puerta para bajarse a comprar la empanadas, dan inicio el ataque.

Rápidamente esos seis más cinco sujetos que esperaban por el blindado, pusieron en ejecución la acción para tomar posesión de la remesa extraordinaria que transportaba ese blindado: Un mil setecientos millones de bolívares fuertes (BsF 1.700.000.000,oo).

Tómese nota que los anteriores asaltos a blindados en la zona, conocidos y de mayor monto estaban en manos de varios dirigentes del MAS y habían sido el de Las Garzas de Barcelona, el 16/07/00, Bs 1.535.000.000,oo y el de el Viseteca 23G-ABE entre Clarines y El Hatillo Anzoátegui el 08/12/06 10:30 horas, donde se llevaron BsF 1.500.000.000,oo; para aquel momento, tenían un acumulado de 26 atracos, seis camiones blindados y más de cinco mil millones de bolívares “expropiados”.

En este de ahora es justamente el chofer del blindado, quien, sea por imprudencia y/o expresamente, les facilita la tarea a los asaltantes; les lleva hasta el lugar –¿acordado?– y les entrega el camión con las puertas abiertas pero, es ese, precisamente, el único muerto.

Nadie puede asegurar en estas primeras de cambio:

¿Cuánto hay de imprudencia, cuánto de rutina o cotidianidad no supervisada por la empresa, menos aún por las autoridades,  pero sí por los atacantes?

¿Cuánto hay de reiterada costumbre en el irrespeto en la inobservancia de las normas vigentes, legales, procedimentales e internas a la empresa?

¿Cuánto de complicidad pudiera ser atribuida a la conducta individual y la colectiva tanto de la administración de la empresa como de los supervisores de rutas, como del conductor y de los demás tripulantes del blindado?

¿Si fue el chofer muerto o algún otro miembro del tripulación de blindado o, quizás, algún “datero” en la empresa o un “enlace” en algún organismo oficial?

Nada de eso tiene respuesta puesto que eso será materia de los ahora únicos que pueden investigar, los de la FGR y eso, eventualmente y en todo caso, si es que estuvieren éstos capacitados para ello e interesados en evidenciar la verdad.

Históricos y distintivos aspectos del Transporte de Valores:

a) Aquel siempre recordado origen de la creación del servicio en Venezuela y las ulteriores capacidades, oportunidades y motivos desarrolladas en el tiempo por parte de los ya especializados asaltantes.

b) Las coincidencias en los eventos criminales de capacidades, oportunidades y motivos con esos momento políticos en que, ya por costumbre reiterada, se presentan con mayor frecuencia los asalto a entidades bancarias y a los transportes blindados.

c) Los antecedentes y las particularidades de este nuevo caso de asalto y captura de esa extraordinaria remesa o más bien se diría, de una “Entrega Controlada” como la hemos calificado; sólo que esta vez no es de drogas sino de un significativo acumulado de liquidez monetaria.

Ese primer punto nos remonta a los inicios de los múltiples naturales cubanos, quienes bajo el paraguas de sus protectores políticos venezolanos comenzaron a tener ingerencia directa y paso a paso fueron sentando posiciones y consolidándose al interior del mando político y luego, por la idiotez y cobardía de uno y otro sucesivo director en turno, se atornillaron en el mando técnico y operacional de los servicios de seguridad pública en Venezuela.

Cuando Carlos Andrés Pérez (CAP) asume el Ministerio del Interior, en el primer gobierno electo luego de Marcos Pérez Jiménez, se hace acompañar de su hombre de confianza a su conocido y viejo escolta de seguridad, el cubano Orlando García Vásquez; una vez fundada la Digepol por decreto, se designa como director a un hombre del partido AD, Erasto Fernández, pero CAP, ministro, se reserva un control directo sobre una facción de esa nueva policía política, cuando designa a ese su sempiterno jefe de escolta, como un jefe en paralelo.

Así la Digepol comienza a operar con dos cabezas directivas, la una oficial y conocida, la otra respondiendo a los particulares intereses del cubano Orlando García Vásquez y es allí donde comienza la invasión de los isleños a Venezuela con ese largo proceso de penetración e instalación de naturales cubanos importados de Miami y de la isla, en las actividades directas de lo que dieron por llamar Seguridad de Estado; así llegaron muchos, entre otros los conocidos delincuentes Luis Posada Carriles alias “Bamby”, Ricardo Morales Navarrete alias “El Mono Morales”, Miguel García Montalvo alias “Mike Cabot”.

Erasto Fernández como director de Digepol se ocupaba entonces de la rutina policial sobre el terreno en la guerra en las calles contra la emergente subversión, mientras el delegado especial de CAP edificaba, organizaba y controlaba sus huestes cubanas y abría el espectro de los negocios bajo el argumento de la seguridad del Estado; tráfico de drogas, tráfico de armas y tráfico de liquidez.

Nace el Transporte de Valores

Con esa camada de cubanos llegó también al país un avezado y habilidoso operador, Luís del Pino Tous, rápidamente graduado de abogado en una recién fundada universidad privada en Venezuela y previo a su radicación definitiva en el país, ya en USA había logrado la firma de una negociación que le otorgaba en exclusiva la explotación comercial en Venezuela de una franquicia de la empresa de norteamericana de Transporte de Valores Brinks (fundada en 1859).

La segunda certera operación del cubano Luís Del Pino Tous, fue trabajar y lograr el estatus legal para la operación de su franquicia.

Por órgano de su contacto directo con CAP, titular del MRI, Orlando García Vásquez, quien en sus iniciales avances no había podido convencerlo para que firmara el decreto que abriera las puertas a la actividad de servicio, puesto que éste alegaba que no era necesario puesto que en Venezuela no se atracaban a los bancos.

Y así  comienzan las tareas destinadas a crear las condiciones para el desarrollo del nicho de comercio.

Mientras por un lado procedía Luís del Pino Tous a la redacción del decreto que se firmaría en el MRI, por la otra comienza la tarea de ablandamiento del terreno y así se importa desde Miami a una versión de “agent provocateur” y por primera vez en Venezuela en el año 1959, un cajero en el rutinario interior de una agencia bancaria en pleno centro de Caracas, es atracado.

El cubano importado entra al banco, se dirige a la taquilla, encañona al cajero, pide y toma el dinero y sale en carrera. Toma como ruta de escape a pie hacia la esquina de Salas; un vigilante de tránsito que percibe el asunto logrará luego bien entrado en La Pastora su captura en la persecución. Ese cubano atracador, luego sería puesto en libertad y olvidado el asunto.

Resultado, en Venezuela si atracan Bancos por tanto el MRI deberá tomar medidas y así se abre la oportunidad, se firma el inicial decreto 599 y nace la actividad comercial de Transporte de Valores en Venezuela. A la semana siguiente de firmado el decreto, ya en actividades de organización, en una reunión en Naiguatá donde asistía el gobernador de Caracas Diego Arria Salicetti, se reforma el decreto y se dicta de nuevo como Decreto 699 con el que se regula también la Vigilancia Privada y desde aquella a esta época, ha sido el soporte legal de esas dos actividades comerciales en el área de “servicios especializados”.

Modalidad “Entregas Controladas”

Los atracos a bancos y camiones blindados de Transporte de Valores, tienen sus primeras expresiones como actividad de una verdadera organización criminal, con la Banda La Pesada (1960/63), en la época de Corales y Moreno al frente de las operaciones policiales de la PTJ.

El primero de sus asaltos fue el de la agencia del Banco Miranda en los predios de la UCV y luego ampliando capacidades comienzan a ejecutar atracos sobre los Transportes de Valores: A tiro limpio y luego de una depurada técnica de vigilancia y seguimiento en rutas, acopio de medios bélicos y precisa selección de sus momentos y espacios físicos para la acción.

Luego afinarían el modus operandi para no asumir riesgos y esfuerzos sobre pequeñas remesas sino en acumulados significativos de liquides en esas rutas y fue aquella donde les fue posible obtener precisa información del interior de las empresas y serían las rutas entre las poblaciones del Oriente del país donde afinaron tareas y se especializaron.

Ajustes sobre el terreno

Lo trascendente de esa técnica de la banda La Pesada para los atracos a bancos y blindados, es que ésta fue copiada y muy mejorada por graduados universitarios de izquierda y a partir de ese momento, se convertirían los atracos a bancos, instituciones financieras y transportes de valores, en casi la principal fuente de financiamiento para la estructura política y la cómoda vida personal de los capitostes de la izquierda, en gobierno, en la oposición y en  la subversión.

Y la actividad asignada y asumida por esos jefazos de la izquierda a partir de ese momento, estaba centrada especialmente en presionar a gobiernos e impedir la realización de las investigaciones policiales; torpedear los juicios y anular cualquier fuera la posibilidad de condena sobre quienes eventualmente de una u otra forma, identificados, fuesen detenidos y encausados.

Muchos de los especializados personajes de la más entrenada y efectiva banda de atracadores de bancos y blindados, estaba dirigida por quien en aquella época para sustentar su liderazgo, se vendía como asesor personal de Fidel Castro Ruz, que además estaba en muy cercano contacto con Ernesto Guevara de la Serna alias “El Ché Guevara”, que era amigo personal de Salvador Allende Grossen; amigo además del marroquí Mehdi Ben Barka y además, afirmaba, haber cruzado caminos con Ilich Ramírez Sánchez alias El Chacal y quien para complementar su historial de “héroe de la subversión”, también alegaba haber organizado y ejecutado las operaciones para la fuga de la prisión de Teodoro Petkoff.

Entre líder, comandantes y otros, integrando esa especializada banda de criminales estan: Oswaldo Barreto Miliani; Oswaldo Ojeda Negretti, alias “El Comandante Hugo”; Jorge Ojeda Negretti; Mauricio Rivas Campos; José Rivas Campo; Orlando José Yendis; Euclides José Avilez, alias “El Comandante Killing”; Alexander José Aviléz; José Belo; Héctor Natividad Espinoza Lovera, alias “El comandante Lovera” o “El Tuerto Lovera”.

Algunos de aquellos más publicitados asaltos a Bancos fueron:

Banco

Ciudad

Monto en bolívares

Mercantil

El Tigrito

18.000.000,oo

Mercantil

Barcelona

35.000.000,oo

Mercantil

Pariaguán

20.000.000,oo

Venezuela

Barcelona

50.000.000,oo

Mercantil

Barcelona

63.000.000,oo

Industrial

Puerto La Cruz

25.000.000,oo

Caroní

Barcelona

250.000.000,oo

Mercantil

Puerto La Cruz

80.000.000,oo

Corp Banca

Barcelona

90.000.000,oo

Corp Banca

Barcelona

82.000.000,oo

Unión

Puerto La Cruz

115.000.000,oo

Industrial

Barcelona

45.000.000,oo

Oriental EAP

Anaco

13.000.000,oo

885.000.000,oo

Algunos de sus más publicitados asaltos a Blindados fueron:

Blindados de Oriente

Lecherías

40.000.000,oo

Blindados de Oriente

El Tigre

110.000.000,oo

Vicasa Sucuricor

El Tigre

125.000.000,oo

Blindados de Oriente

Puerto La Cruz

82.000.000,oo

Blindados de Oriente

Barcelona

400.000.000.,oo

Transvalcar

Barcelona

1.535.000.000,oo

2.292.000.000,oo

En el caso de hoy del blindado en Bolívar, por semejanzas en la forma de escape de la zona de la acción, no deja de llamar la atención el hecho de que en un caso anterior a los listados, en el atraco al Banco Royal de Canadá en Puerto La Crúz (1979), una vez la banda con el dinero en su poder, rápidamente lo sacaron del área por dos vías; el grueso en cavas de lanchas y por vía marítima, salió de las fronteras y el resto, fue sacado de la zona en manos de una conocida escultora en su vehículo particular y por vía terrestre hasta Caracas.

De ese lote de dinero para Caracas, se lograría a la semana siguiente del atraco, decomisar una cantidad aún con los precintos del banco; estaba “encaletado” en la primera gaveta de la peinadora de la esposa de un oficial de la marina.

En el caso rápidamente se paralizó la investigación policial por instrucciones superiores y con lo poco actuado y el dinero decomisado pasó el asunto a tribunales; luego fue bloqueado el juicio y nadie fue condenado; sin embargo, ese mismo dinero, ya sin los precintos bancarios, le fue reintegrado a los encausados; es decir, quede claro, éstos firmaron la recepción del dinero, pero ese dinero jamás salió de ese tribunal en sus manos.

Ahora, esta de vaqueros

 

Tomemos tan sólo extractos de las informaciones que nos suministran los medios locales y nacionales:

“… en el quiosco seis hombres desayunaban cuando el camión blindado se estacionó. Tan pronto los custodios de la unidad bajaron, los sujetos accionaron sus armas contra los trabajadores y cargaron con el dinero…”

Mientras una información señala “… El blindado hacía un recorrido de 107 kilómetros desde Ciudad Guayana hasta Ciudad Bolívar a las 6.30 a.m…”

Otra información refiere “… un muerto y un herido en Ciudad Guayana. Los asaltantes cargaron con Bs. 1,7 millones que serían trasladados desde Puerto Ordaz hasta Tucupita en el estado Delta Amacuro. …”

“… Darwin Antonio Malavé Hernández, de 33 años, murió tras recibir un tiro en el rostro; su compañero, José Cortez, sigue internado en una clínica y los 1.700.000 de bolívares permanecen ‘desaparecidos’.…”

“… asaltantes se fugaron en una camioneta Ford Runner, que dejaron abandonada y quemada a pocas cuadras del robo, cerca de la empresa Vichoa. Luego, abordaron otra camioneta con la que se presume se dieron a la fuga para cruzar el río Orinoco, rumbo al oriente del país…”

“… Como lo explicó el comandante de la PEB, el coronel Julio César Fuentes Manzulli, en ese mismo lugar estaban los individuos que después de enfrentarse a los guardianes huyeron con el dinero a bordo de un Ford Eddie Bauer Explorer, que minutos después fue localizado en las adyacencias de la empresa Vhicoa completamente quemado…”

“… Fuentes policiales indicaron que los delincuentes dejaron ‘muchas pistas’ en la escena del robo…”

“… Cicpc de Ciudad Guayana no están autorizados a dar declaraciones debido a que desde ayer el comisario Juan Pereira dejó de ser el director de esta institución policial. Para hoy se tiene previsto que sea presentado el nuevo jefe de región de la Policía científica, quien responde al nombre de Guillermo Mictil…”

“… Una falsa información sobre el asalto a un camión blindado a la altura del asentamiento campesino  24 de Julio, provocó  la movilización de los cuerpos de seguridad. Al parecer  un camión de valores cambió  bruscamente su ruta, y esto ocasionó la confusión…

… reportado después de las 03:30 de la tarde de este martes, cuando un camión  de valores se incorporó a toda velocidad,  a la autopista a la altura de la entrada del asentamiento 24 de Julio, con sentido hacia la avenida Libertador …

… Todo este desplazamiento de los cuerpos policiales se originó, presuntamente , porque   los ocupantes del blindado tras  recoger el dinero en un hipermercado de la zona,  y por lo avanzado de la hora, se desviaron por el sector 24 de Julio, para llegar a la autopista y  seguir hacia la avenida Libertador…

… Organismos de seguridad aún no ofrecen detalles del robo de 1 millón 700 mil bolívares de un blindado de la empresa Transbanca, ocurrido el miércoles en la avenida Guayana antes del peaje Puerto Ordaz-Ciudad Bolívar…

… Las autoridades presumen que esta vez si escapan con el dinero en una lancha que los esperaba a orillas del Orinoco en el kilometro 78 vía ciudad Bolívar…” (http://www.sucesosdeguayana.com/index.php?option=com_content&view=article&id=3766:falso-robo-a-un-blindado-&catid=42:policiales-&Itemid=71)

“… El 11 de octubre de 2010, también en la zona industrial de Matanzas, un transportador de valores de la empresa Blindados de Oriente y un custodio murieron en una simulación de robo…” (Clavel Rangel, El Nacional 22/09/11 p.6)

Conocidos antecedentes en la zona:

“… Arrestan a jefe de operaciones de blindados 11/12/2006…

… El jefe de operaciones de Viseteca en Barcelona, estado Anzoátegui, Oscar Conopoima y el hermano de un de los seis custodios que fueron detenidos por el robo de un millardo y medio a dos camiones blindados de la empresa, fueron detenidos por efectivos del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas…

… De acuerdo a la investigaciones que dirige la policía científica, ambos habrían actuado en complicidad con los seis custodios de Viseteca y otros cuatro delincuentes no identificados, en la simulación de un asalto a los dos camiones, registrado el pasado jueves en el municipio Bruzuel de Puerto La Cruz, estado Anzoátegui…

… millardo y medio de bolívares, en el que según las investigaciones los custodios se prestaron para hacer creer a las autoridades que había sido asaltados pasando la vía de Clarines y Boca de Uchire…

… Extraoficialmente se conoció que la policía científica se encuentra investigando la participación de un funcionario adscrito a uno de los cuerpos de policía municipal del estado Anzoátegui…”

“… Ministerio Público archiva robo a blindado en Puerto Ordaz…

… El Fiscal 2° del Segundo Circuito del Estado Bolívar, Dr. Robert Jose Mujica Raffo, y la Fiscal 43° Nacional, Dra. Yuraima Campos, resolvieron archivar las actuaciones de la investigación que llevaba en contra tres custodios de Blindados de Oriente, que se encontraban detenidos desde el 11 de octubre, por su presunta participación con otros sujetos en el robo de una Unidad de Blindados de Oriente…

… Los hechos sucedieron el 11-10-10 cuando una unidad de la compañía Blindados de Oriente, a las 9:00 am, fue interceptada por un sujeto identificado como, Jonathan Oswaldo Medina, trabajador de la misma que se encontraba de vacaciones…

… tres personas a bordo en la parte delantera, logrando montarse para inmediatamente dispararle en la cabeza a Denny J. Mena…” (Escrito por Redacción; domingo, 19 de diciembre de 2010 http://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache:Yprn0cwfzjoJ:nuevaprensa.web.ve/content/view/46128/2/+Atraco+al+blindado+en+Bol%C3%ADvar&cd=38&hl=es&ct=clnk&gl=ve&client=firefox-a)

Conclusión

Sustentado quedan en los hechos conocidos de estos consuetudinarios “atracos” a blindados, cómo desde décadas atrás, ha sido una forma, si bien algo aparatosa muy dinámica para la transferencia de liquidez a grupos interesados y aún cuando en más de una oportunidad en el fragor del “atraco”, se hace buen uso del momento para liquidar peligrosos testigos y así uno y otro funcionario de las empresas transportistas de valores, ha sido asesinado.

Sin embargo, ni para el gobierno, ni para la empresa prestatarias del servicio, ni para aseguradoras, ni para los dirigentes de sindicatos de empleados de las transportistas, ni siquiera para los propios afectados por la dinámica, han representado problema alguno, menos aún prestado atención al ya repetitivo asunto que, a lo mejor, en un golpe de suerte también puede resultar en ganancias y que por ello, hemos sintetizado y calificado como una modalidad de “Entrega Controlada” esta vez de liquidez y por asimilación a los pormenores de esas, también criminales operaciones expresamente calificadas por Hugo Rafael Chávez Frías como “Droga Controlada”, donde capacidades, oportunidades y motivos, son compartidos por los interesados en cada momento y evento.

Se trata simplemente de una de las tantas variantes de eso que llaman inseguridad y que no es más que la criminal expresión de la falta de voluntad política al interior de una comunidad de moradores de un territorio, que no ciudadanos, donde nadie cumple la ley ni está dispuesto a hacerla cumplir, la más endógena, dinámica y efectiva expresión conocida de una antítesis; esa que impone Venezuela frente la conocida teoría de la “Ventana Rota”.

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