¿Por qué el paro de 2016 no es igual al de 2002?
Las circunstancias de hoy, aunque se parezcan, son muy distintas a las de 2002. En aquel entonces el Presidente Chávez tenía aún un porcentaje de apoyo popular considerable, hoy Maduro está en caída libre. Chávez, por lo menos en la forma, respetaba el texto constitucional, Maduro lo ignora.
Chávez fue quien insistió en incluir en la Constitución el referéndum revocatorio como válvula para acabar el mandato de funcionarios electos antes del lapso para el cual fueron escogidos. Es menester reconocer que él mismo se sometió a ese procedimiento constitucional.
Ahora Maduro, y toda la dirigencia del PSUV, reniegan de esa disposición constitucional, y la razón es evidente, carecen del apoyo electoral de la inmensa mayoría de la población venezolana y, por lo tanto, para mantenerse en el poder, rechazan la salida electoral.
Como la población venezolana ha demostrado más de una vez que quiere una solución pacífica y constitucional a la crisis, de todo género, que está destruyendo al país, exige que se cumpla lo dispuesto en la Carta Magna, y que este año haya un referéndum revocatorio del mandato presidencial. Para lograrlo, ante las maniobras del régimen de posponerlo, se han realizado inmensas manifestaciones en toda Venezuela, por cierto reprimidas con violencia en varios estados, y ahora se recurre a otra institución de presión democrática, el llamado, este viernes 28, a un paro nacional de 12 horas.
En nada puede calificarse como golpista usar las únicas armas que tiene una democracia: el derecho a manifestar, el derecho a presionar mediante el llamado a la población a suspender por algunas horas toda actividad económica y, sobre todo, el derecho a expresarse mediante el voto como lo establece y garantiza la Constitución.
