¿Sobre quiénes penden espadas de Damocles?
Cuenta la leyenda, producto de Timeo, el historiador de Taormina, reiterada por Cicerón, que en Sicilia había un cortesano, de nombre Damocles, que envidiaba todas las ventajas del Rey Dionisio. A este soberano se le ocurrió escarmentar al envidioso cortesano y organizó un banquete en el que colocó en el trono a Damocles. Éste se llenó de regocijo, se sentía rey, pero allí observó que sobre su cabeza pendía un afilada espada sostenida apenas por el pelo de una crin de caballo. Aterrorizado, Damocles abandonó precipitadamente el trono.
Esa leyenda es aplicable hoy en día a nefastos, soberbios y envidiosos personajes sobre cuyas cabezas penden espadas prontas a destrozarlos. Así vemos que sobre Maduro, miembros de su gobierno, altos oficiales de la fuerza armada, rectoras del CNE, magistrados de la Sala Constitucional de TSJ, sicofantas del chavismo y pare de contar, penden espadas prontas a perforarles la cabeza. Unas de esas espadas a quienes, como las rectoras del CNE, violan tratados sobre derechos humanos. Penden por el hecho de que, tal como lo dispone el artículo 156 del Código Penal, las afectan, a saber:
Artículo 156.- Incurren en pena de arresto en Fortaleza o Cárcel Política por tiempo de uno a cuatro años:
Omissis
3.- Los venezolanos o extranjeros que violen las Convenciones o Tratados celebrados por la República, de un modo que comprometa la responsabilidad de ésta.
(Énfasis añadido)
Esas espadas, son de las menos afiladas y penden sobre muchos más funcionarios chavistas que violan derechos humanos. Hay otras mucho más letales que penden sobre las cabezas de sobre Maduro, miembros de su gobierno, altos oficiales de la fuerza armada, magistrados de la Sala Constitucional de TSJ, etc. Esas espadas son las que provienen de la comisión de delitos de lesa humanidad y que pueden penetrar en el cráneo de esas funestas personas que pueden ser castigadas con penas de hasta treinta años, tomando en cuenta, además que se trata de delitos que no prescriben. Entre esos delitos, tipificados por el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, está el de tortura, también tipificado por la Ley Especial Para Prevenir y Sancionar la Tortura y Otros Tratos Crueles, Inhumanos o Degradantes. Con la denuncia ante la CPI referida a ese delito, formulada por la abogada Tamara Sujú, ya el hilo de esas espadas está a punto de reventarse.
