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Urge discutir algo de “paja”

Venezuela no está demandando en estos momentos campañas de Gobernadores y diputados regionales a los Consejos Legislativos, que nadie sabe para qué sirven estos últimos. Venezuela está demandando de una campaña enérgica tanto a nivel nacional como internacional para encontrar una salida al desastre más grande del que se tenga memoria en los últimos 100 años en este país, con las reservas probadas de petróleo más grandes del mundo. Este régimen inepto, despótico, totalitario y mediocre, le ha hecho más daño a Venezuela que la Malaria, la peste negra, la gripe asiática, el cólera, la gripe Aviar, el Síndrome de las Vacas Locas, el Sida, el Sika, el Dengue y Chikunguya junto.

Los venezolanos tenemos que salir a la calle a manifestar sin miedo para canalizar el sentimiento general de rechazo que tenemos contra este régimen que ha provocado que nuestros hijas y nietas se marchen del país desesperadas por la “chatarra” de país en que han convertido a Venezuela estos desarmados , mientras que los que nos quedamos estamos sometidos a la peor calamidad de la que tengamos memoria, sin alimentos, sin medicamentos, con todos los servicios públicos colapsados, con una inseguridad incontrolable, con una inflación acumulada hasta marzo de este año de más 500%, todo esto  después de haber recibido más dos billones de dólares sólo por concepto de exportación petrolera, sin contar con lo recibido por recaudación interna y el endeudamiento. Es contra todo este estado de cosas es por lo que hay que hacer campaña.

En el transcurso de estos 17 años ha quedado claro que una parte importante del problema de Venezuela es el nivel de formación del liderazgo que tenemos, basta oír o leer las opiniones y/o declaraciones de muchos de este liderazgo para darnos cuenta en manos de quien estamos. Esto es importante tenerlo en cuenta, pues son estos últimos los encargados de arbitrar las políticas para enfrentar el conflicto, pero tristemente este liderazgo ha involucionado desde la década de los ochenta, con sus naturales excepciones por supuesto, pero en líneas generales la mediocridad se ha apoderado de las direcciones políticas de los partidos. De los militares ni hablar, pues estos son entrenados para el manejo de las armas, para la guerra y para obedecer órdenes, por lo tanto les está prohibido pensar, mientras los civiles que les acompañan en el desastre del país tienen más arraigado el virus de la mediocridad y la ineptitud, basta recorrer cualquier ciudad o pueblo del país para percibir la dimensión de sus neuronas

En lo personal he venido insistiendo en el precario nivel de formación de muchos de los dirigentes políticos del país. El protagonismo de muchos de ellos no tiene nada que ver con la situación económica y política del país, mucho de su protagonismo  descansa en su capacidad de operadores electorales mientras otros son denunciantes de oficio sobre la corrupción, la cual practican muchas veces sin fundamento puesto que las mismas no llegan a los tribunales respectivos y cuando llegan, llegan mal instruidas desde el punto de vista jurídico pero esto les da buena cobertura mediática por el sensacionalismo que está implícito en la denuncia, pero son políticos que fuera de esto usted no los ven discutiendo sobre los problemas políticos, económicos, sociales y culturales de fondo del país.

La mediocridad de una buena parte de la dirigencia política se manifiesta en el tratamiento de la complejidad de estos tiempos de globalización y de Geopolítica como una de las más importante  estrategia de lucha por el control del poder mundial, por lo tanto su deficiente nivel de formación les hace difícil entender lo que ocurre y canalizar asertivamente una política al respecto.

Cuando el nivel de formación es deficiente se tienen menos escrúpulos para ascender políticamente y se practica entonces con más soltura, la incondicionalidad, la maniobra, la intriga y la zancadilla contra los más capaces. Esto último por supuesto genera insatisfacción en quienes creemos que la política tiene otras categorías distintas para construir espacios para el debate, dentro de una explosión de descontento social culturalmente huérfana, que se expresa dentro de una incertidumbre sin referentes teóricos que explique la razón por la cual el chavismo se mantiene, a pesar de la magnitud del desastre en que han convertido a Venezuela.

Las direcciones políticas de los partidos desde la década de los ochenta se despreocuparon por la discusión política y se dedicaron a armar maquinarias electorales y abandonaron la discusión de las ideas políticas, pues las maquinarias electorales se convirtieron en más importantes que un programa político con contenido e ideas para el desarrollo político, económico, social y cultural del país, pues la estructura de la maquinarias electorales posibilita ganar espacios de poder para después negociar posiciones dentro de la estructura burocrática del Estado.

Es esta una de las graves fallas de la MUD, pues adolece de una disertación discursiva que conjugue el descontento de la gente con el chavismo y le dé respuesta a la compleja realidad política de un entramado social, político, cultural, económico y jurídico que  fue construido con un criterio hegemónico por la élite política cubana conjuntamente con Hugo Chávez y sus hombres. Es a este entramado al que enfrentado hoy la AN electa el 6 de Diciembre de 2015.

Nuestra oposición ha obviado en estos 17 años la discusión de la categoría marxista de la superestructura que en mi criterio es fundamental para entender el arraigo del chavismo en los sectores populares. La elite política cubana conjuntamente con Chávez y los militares obstaculizaron en Venezuela la movilidad social que Lula puso en práctica en el Brasil y que hoy se le enfrenta políticamente, es decir, el chavismo y los cubanos nunca apostaron a ampliar y/o a conformar una nueva clase media en Venezuela, por el contrario, después del 14 de abril del 2002, se dedicaron a liquidar las clases medias que se formaron en los 40 años de democracia, pues consideraron que nuestras clases medias se hallan fuertemente contaminadas por la cultura de las trasnacionales petroleras y he de allí su conducta y comportamiento existencial “burgués”.

La oposición no tiene una política donde apoyarse para combatir el proyecto hegemónico que pusieron en práctica la élite política cubana y el chavismo a partir del 2003 resolviendo políticamente el problema del concepto burgués de la movilidad social, es decir, la élite política cubana neutralizó a las clases medias y exacerbó en los sectores populares las desigualdades sociales entre los individuos para jugar a la polarización social y política. Con esta estrategia los cubanos lograron revertir la lógica capitalista a la que apuntaba Nicos Poulantzas, es decir, los cubanos lograron dispersar arriba y unificar abajo, diferente  a lo que planteaba Poulantzas quien decía que: “El capitalismo unificaba arriba y dispersaba abajo”. Pero estudiar y discutir estas cosas, es “paja” para muchos dirigentes políticos de la oposición.

Sólo nos resta llamar la atención sobre el degaste político que ya comienza asomarse en la Asamblea Nacional que pudiera conducir a un cierto fraccionamiento de los partidos que conforman la MUD, principalmente con motivo a las elecciones primarias para elegir los candidatos a gobernadores y los candidatos a diputados de los Consejos Legislativos regionales.

Estoy cada vez más convencido de que nos hace falta hacer política para construir un discurso que nos conecte con los sectores populares, y para ello es importante discutir y analizar un poco de “paja” que nos provea de insumos para armar una política más allá de lo electoral.

Miguel Molero

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