¿Venezuela está fregada?

Por Horacio Velutini

Una conversa de esas de estos días:

— !Reconócelo Venezuela está fregada!
— No lo reconozco, todo depende de la perspectiva con que lo veas
— ¿Sigues optimista?
— Sí
— ¿Cómo puede ser? ¿No ves todo lo que está pasando?
—El optimismo es una actitud que yo pienso está en la naturaleza de mucha gente, no tiene que ver con la evaluación del momento.

Los problemas, las amenazas o retos, eso es otra cosa. El optimismo se refiera a cómo confrontas las circunstancias tal como se te presentan

— No me vas a decir que los jóvenes no estamos fregados aquí, no tenemos futuro.
— Yo creo que las oportunidades para ustedes los jóvenes en este momento son realmente desafiantes sin lugar a duda.
— ¿Qué futuro podemos tener?
— Creo que hay que analizar cada caso por individual y las alternativas. Si un joven tiene la opción de un trabajo bien remunerado fuera de Venezuela y tiene ganas de irse, creo debe hacerlo.
Si alguien tiene un negocio que cree puede montar fuera de Venezuela y quiere irse lo haría, lo que no le puedo asegurar es si va a ser exitoso o no, ni aquí o allá.

Realmente en Venezuela aún no ha arrancado el proceso de desarrollo económico estable y los problemas de ayer sólo se han agravado, el ambiente es extremadamente adverso.
No veo que eso vaya a cambiar en los próximos 2 años, pero si tengo una esperanza que ocurra

— ¿Cómo vas a tener esperanza?
— Esa es la emoción que siento, tengo fe, pero no tengo la seguridad que todos quieren tener. No te puedo decir «no te preocupes, esto va a mejorar vas a ver, tranquilo», no tengo esa certeza, sería un engaño. Como tampoco tengo la seguridad de que yéndote del país, si va a resultar todo bien.
La incertidumbre va a estar siempre presente en la vida del ser humano y sobre todo en los jóvenes
— ¿Pero cuál es tu opinión?
— Yo pienso que la perspectiva de un adulto como yo y un joven, son distintas. Cuando uno está joven estudia para el futuro, toma decisiones de trabajo y negocio para el futuro, de matrimonio. etc.

El joven está pensando y planificando su futuro constantemente, el adulto como en mi caso, ya está en el futuro y vive las consecuencias de las decisiones que tomó en su tiempo.

— De igual forma puedes tener una opinión
— Yo creo que el adulto tiene una experiencia y puede dar un consejo en base a esta experiencia, pero son momentos distintos, mundos distintos, por lo tanto sólo sirve de referencia.
— !Esas respuestas tuyas no orientan mucho al joven de hoy!
— Si es verdad porque nadie tiene las respuestas perfectas, hasta el hombre más sabio desconoce los imponderables que nos depara el mundo. Si eres joven, tienes la oportunidad de probar caminos que te llamen la atención, al hombre lo mueve las emociones, las ganas de hacer algo.

En el camino pueden hacerse correcciones hasta que encuentres uno donde te sientas cómodo. Yo he llegado a entender que a nadie se le debe motivar a quedarse o irse de su país

— ¿Pero tu personalmente no estas exceptivo?
— No. En el año 96, yo llegué a la casa donde estaban mis suegros y familia, les comenté que venía una apertura petrolera y lo veía como algo positivo. Todos mostraron escepticismo, hasta se rieron con ironía, les pareció que sería más de lo mismo y no iba arreglar nada de los problemas del momento.

Para el grupo donde yo estaba en ese momento nos significó las bases de un plan de negocio, recibimos una inversión extranjera y gracias a esa, construimos una empresa extraordinaria. El escepticismo y las energías negativas de ese estilo no dejan ver muchas veces las oportunidades.

— Eso fue en ese entonces ahora todo está mucho peor.
— Es verdad, los problemas se han agravado, pero no significa que no hay oportunidades
— ¿No crees que en lo político estamos fregados?
— Vuelvo a la pregunta inicial, sobre «Venezuela está fregada». Creo que hay un despertar admirable y un deseo de cambio extraordinario en la juventud.

Tenemos una nueva generación de políticos de la clase media, que desde hace décadas no se veían y creo es muy positivo.

Ahora bien, es una lucha política despiadada, dos bandos antagónicos se confrontan, ambos quieren destruir al otro. Las redes sociales se han convertido en el campo de batalla donde las verdades y las mentiras se confunden, donde se ha despertado un odio realmente terrible.

Las emociones dejan poco espacio al análisis objetivo, muchos creen que sólo destruyendo al oponente político es que se van a resolver los problemas y eso no es cierto.

Este va a ser un proceso complejo donde la serie de House of Cards, parecerá como una historia de Disney en comparación, y no sé cómo va a terminar.

Pero creo que van a haber elecciones presidenciales en el 2018 aun cuando, estoy claro vivimos una autocracia y no una democracia como nos gustaría, tal como ocurre en Turquía, Rusia y muchos países del tercer mundo.

— ¿Y aun así estas optimista?
— Si, como dije es una actitud, está en mi naturaleza, pero si me angustia como a todos.
— ¿Realmente crees que tienes oportunidad de hacer negocio y prosperar en Venezuela? Mi experiencia me dice que sí hasta ahora, pero no lo puedo asegurar.
— ¿En definitiva le recomiendas a los jóvenes que se queden y apuesten al país?
— Una vez que tomes la decisión de quedarte o irte (sin que yo influya en lo más mínimo) te diré: en caso que te vayas te deseo suerte y éxito, te va a ir bien, no olvides a tu tierra, y en caso que tu decisión sea quedarte, te digo sólo una cosa, cuenta conmigo.

Si tuvieras una varita mágica y un sólo deseo, que pedirías.

Una sola cosa y sin pensarlo. Consenso de país, necesitamos ponernos de acuerdo en el país que queremos.

«Ah Horacio eso es imposible», me preguntaste lo que yo quiero, ya veremos que nos trae el futuro.