Ascienden a 127 los casos de muertes por difteria en Venezuela
Alrededor de 127 muertes por la epidemia de difteria en Venezuela, acumuladas desde enero a noviembre y evidencias de aumento de casos sospechosos y confirmados.
Efectivamente, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) publicó el 15 de diciembre la cuarta Alerta sobre difteria, en una actualización con datos hasta la semana epidemiológica N· 49 de 2017, para Haití, República Dominicana y Brasil y hasta la semana epidemiológica N·48 para Venezuela.
La Sociedad Venezolana de Salud Pública realizó un análisis de las cifras notificadas por los ministerios de salud a la OPS, indica que:
Un total de 1. 836 casos sospechosos de difteria fueron registrados en 4 países del Continente, Venezuela con el 76% de los casos (n: 609), seguida por Haití con 18% de los casos (n: 152), Brasil con 5 % (n: 42) y República Dominicana con 3 casos (menos de 1%). La cifra total de casos acumulados en el Continente, en las primeras 49 semanas epidemiológicas de 2017, es 2,15 veces mayor que la notificada para todo el año 2016 (n: 388).
Las muertes por difteria en el Continente, notificadas en el mismo período, corresponden a Venezuela en 89% del total (n: 127), a Haití 10% (n: 15) y a Brasil 1% (n: 1, caso importado de Venezuela). Esta cifra es superior a las estimaciones que teníamos para este año.
La letalidad de la enfermedad en Brasil fue de 0,42%, en Haití de 10% y en Venezuela de 21% , (más del doble que en ese país de muy escasos recursos).
El número de casos sospechosos, notificados en las primeras 28 semanas epidemiológicas en 2017 en Venezuela, fue de 123, mientras que en las siguientes 20 semanas fue de 486 casos, (3,95 veces más), lo que confirma la tendencia al aumento de la epidemia.
El número de casos sospechosos, notificados entre las semanas epidemiológicas 42 y 48 de 2017 fue de 98, mientras que en 2016, en el mismo lapso fue de 62, un aumento de 58,06%. Esta observación indica que la situación actual de la epidemia es más severa que la observada en el momento de mayor número de casos sospechosos semanales, notificados en 2016.
El número de casos sospechosos, notificados desde el comienzo de la epidemia es de 933 (324 corresponden al año 2016 y 609 a 2017).
Solo 227 casos de los 609 ocurridos en 2017, (37,27%) fueron confirmados mediante cultivo o por PCR (Reacción en Cadena de Polimerasa). Lo que indica un bajo porcentaje de confirmación, como hemos advertido en varias Alertas previas, por fallas y errores en la toma de la muestra, conservación, su transporte y procesamiento. El porcentaje de confirmación en Venezuela es menor que el obtenido en Haití que de acuerdo a la Actualización de OPS, alcanza el 45%.(1)
En 198 de los 227 casos confirmados se obtuvo información del estado vacunal: 86% no había recibido vacunación y 14% alguna dosis de vacuna.
En este grupo de casos confirmados, 56% fueron del sexo femenino.
El grupo etario más frecuente fue el de 11 años o más (72%). Esto contrasta con lo que ocurre en Haití, donde el el 76% son menores de10 años.
El Ministerio del Poder Popular para la Salud de Venezuela informó a la OPS que se encuentra intensificando las actividades de vacunación en los municipios con casos y se tiene previsto realizar una campaña de vacunación a inicios de 2018, información que no se ha hecho pública en Venezuela. Tampoco se ha informado sobre la cobertura de vacuna alcanzada en 2016 y 2017.
Las coberturas de vacunación alcanzadas hasta septiembre de 2017, fueron sub-óptimas e insuficientes:
La cobertura de vacunación con Pentavalente en menores 1 año fue de 67.8% y el refuerzo a los 5 años de 41.9%. La cobertura de vacunación con toxoide tetánico en embarazadas de 49.2% y en escolares de 68.3%. Esto revela el fracaso de las acciones de vacunación también desde que se inició la epidemia.
Se confirma como habíamos informado, que la enfermedad está presente, en al menos 21 entidades federales y la epidemia no ha sido controlada.
El MPPS, mantiene su política errada de censura epidemiológica hacia el pueblo de Venezuela, a la vez que ofrece datos a los organismos internacionales, privando inexcusablemente a la colectividad de una valiosísima información para conocer riesgos y evitar enfermar de difteria y de otras enfermedades infecciosas evitables mediante vacunas.
