Así se engaña a un pueblo
Las «comunas», que supuestamente contarán con las 3 funciones de ejercicio del Poder Público (Ejecutivo, Legislativo y Judicial), sin que ni ese ejercicio ni el “Poder Popular” o “Poder Comunal” estén previstos en la Constitución y el sistema de economía popular, ahora llamado «economía comunal» (sin haber sido derogado el “Decreto-Ley para el Fomento de la Economía Popular», del 31-07-2008, que formó parte del llamado “Paquetazo”) son inconstitucionales. Punto.
Y vale la pena decir desde ya que la idea detrás de todos esos «elementos» es, en definitiva, destruir el verdadero y único Poder Popular: el voto directo. Se pretende llegar al estadio de comunismo cubano, en el cual el voto se ejerce de manera indirecta, por entes que se supone representan la soberanía del pueblo. En la Constitución Cubana, de hecho, se lee:
«Artículo 3: En la República de Cuba la soberanía reside en el pueblo, del cual dimana todo el poder del Estado. Ese poder es ejercido directamente o por medio de las Asambleas del Poder Popular». La similitud de ese Artículo 3 con el Artículo 136 que se proponía en la Reforma Constitucional rechazada por el pueblo en diciembre de 2007, es para ponerle cuidado:
“Artículo 136: (…) El pueblo es el depositario de la soberanía y la ejerce directamente a través del Poder Popular. Este no nace del sufragio ni de elección alguna (…) El Poder Popular se expresa constituyendo las comunidades, las comunas y el autogobierno de las ciudades, a través de los consejos comunales (…) y otros entes que señale la ley”. No es “casual” la omisión de la conjunción disyuntiva “o” en el texto del Artículo trascrito, conjunción que sí aparece en el texto cubano. Y de ahí el corazón podrido con que anda el PSUV. El vil engaño, la manipulación. Si se hubiera colocado esa conjunción, en la propuesta del Artículo 136, se habría alertado a los venezolanos acerca de cuál es la verdadera intención con esto del “Poder Popular”, esto es, mediatizar el voto, ponernos a votar, más temprano que tarde, “a través” de los Consejos Comunales o las Comunas, que a su vez estarían compuestas sólo por inscritos en el PSUV.
Escribimos estas reflexiones en el cumplimiento del deber que nos impone el Artículo 333 de la Constitución –coincidencia “divina” pues el 3 es el número de Dios- y porque consideramos necesario invitar a todos los venezolanos a que ejerzamos nuestro único y verdadero Poder Popular y votemos por la Unidad democrática, este próximo 26 de septiembre. En este llamado nos acompaña el coraje moral de saber que estamos siendo honestos con los queridos hermanos venezolanos, muchos de los cuales siguen, aún hoy, bajo el encanto del verbo populista que persigue arrebatarles un futuro de progreso con dignidad.
