ONG de Mérida concluyó informe de 2017 que documenta 11 muertes durante manifestaciones
Nora Sánchez – Mérida.-
@norasan16
La ONG merideña Promedehum presentó recientemente su informe anual del año 2017 denominado “Mira a Mérida a través de nuestros ojos” en el cual se refleja que durante el año pasado, específicamente en las protestas antigubernamentales que se realizaron de abril a julio, murieron 11 personas en la entidad andina y hubo más de mil 200 ciudadanos heridos en las manifestaciones.
Así lo hizo saber Rigoberto Lobo, director general de Promedehum, quien resaltó que durante el año 2017 fue contínua la violación a los Derechos Humanos (DDHH) de los merideños.
Lobo dijo que tales violaciones fueron ejecutadas por los organismos de seguridad del Estado al atacar a manifestantes, torturarlos, detenerlos de manera arbitraria, atacar desmedidamente zonas residenciales, irrespetar la integridad de las personas y sus vidas, entre otras situaciones irregulares, que detalle el informe anual de esta organización.
Según el informe de Promedehum, 11 personas fueron asesinadas durante las manifestaciones de 2017 contra el gobierno de Nicolás Maduro.
Sobre el particular, Rigoberto Lobo señaló que las víctimas recibieron impactos de balas, algunos en la cabeza y otros en su cuerpo, mientras que los heridos, aparte de proyectiles, recibieron perdigones, impactos de bombas lacrimógenas y golpizas.
Recordó el defensor de DDHH que uno de los casos documentados reveló que un joven protestaba pacíficamente en la avenida Andrés Bello de la ciudad e Mérida y fue atado a una moto para ser arrastrado por los funcionarios de los organismos de seguridad.
Entre otros casos de violaciones a los derechos humanos de los merideños, Lobo enumeró lesiones permanentes a los manifestantes, quienes perdieron sus ojos y dedos por impactos de perdigón y hasta su dentadura al ser golpeados salvajemente.
Asimismo, dijo que algunos manifestantes ameritaron intervenciones quirúrgicas de emergencia, ante el ataque desmedido de los organismos se seguridad al querer dispersar las manifestaciones.
Agresiones psicológicas, amenazas de privar de libertad a un sujeto y de muerte contra los manifestantes o sus familiares, así como seguimiento a personas, amedrentamiento a grupos y comunidades, señalamientos públicos a individuos a través de las redes sociales y medios de comunicación, fueron algunos de los patrones de actuación de la fuerza pública contra los ciudadanos que registró Promedehum en su informe anual.
Rigoberto Lobo acotó que durante esos meses de manifestaciones se presentaron contra abogados, activistas, periodistas y reporteros gráficos, quienes fueron víctimas de amenazas por parte de funcionarios policiales.
Sumó a esas acciones la persecución política de la que fueron objeto disidentes al gobierno nacional, entre ellos el dirigente estudiantil José Carrero, quien se fue del país tras soportar por varios días la presencia de funcionarios de inteligencia a las afueras de su residencia.
