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El venezolano y sus palabras coloquiales

En el mundo hay alrededor de 194 países, cada uno cuenta con su historia, tradiciones, costumbres, comidas típicas, bellezas naturales, y demás. No solo eso: cada territorio goza de un lenguaje propio que en ocasiones suele ser divertido o un tanto interesante al escucharlo, pero entre todas, ninguna es tan “chévere” como la forma de hablar del venezolano. Pues sí, el léxico del criollo es tan divertido como su personalidad.

En la actualidad, por distintas razones los venezolanos han tenido que agarrar sus maletas para irse a vivir a otros países, pero diferenciar a un connacional en el extranjero es tarea fácil, pues nuestra idiosincrasia nos distingue no solo por  las  costumbres, sino también por la forma particular que tenemos al hablar. Esto nos ayuda a reconocernos entre nosotros mismos por el mundo entero.

Usamos palabras como “bochinche”, “zarcillos”, “chamo”, entre otras. Así como también,  solemos cambiar el significado de algunas palabras como “alumbrado” (conjunto de luces que alumbran un espacio, especialmente una vía o lugar públicos) para referirnos a esas personas que busca problemas y quiere violencia.  Esto hace que nuestro dialecto sea a veces un tanto divertido o un poco confuso para los ciudadanos de otros países.

Pero, ¿te has preguntado alguna vez cuál es el origen de esas palabras o dichos que usamos los criollos, y en qué momento se pueden hacer uso de ellas?, pues aquí te traemos una selección de algunas de las frases más populares cuyo curioso origen, probablemente, desconoces:

“Echarle pichón” (Esforzarse para lograr algo): Proviene de las bombas manuales de agua que tenían antiguamente los pozos de los pueblos. Dicha bomba tenía un letrero que decía “Push on”, esto indicaba que había que empujar la palanca para lograr extraer el agua. Desde entonces, los habitantes de esos pueblos usaban la expresión “echarle pichón”, pues se requería de un gran esfuerzo físico si querían sacar el agua del pozo.

“Jala Bola”: Actualmente es un término que se utiliza para referirnos a esas personas que halagan exageradamente a alguien. Su origen viene de las viejas cárceles venezolanasdonde los reclusos usaban grilletes. Los presos con mayor poder económico o influencia tenían a su “jalabolas”el cual los ayudaba a cargar o arrimar las pesadas bolas de hierro que tenían en sus tobillos con cadenas.

“Pela bolas”: Hoy en día se usa esta frase para referirse a alguien con carencia de valores económicos. Pero su origen proviene de los jugadores de béisbol que se “pelaban” (no atinaban) a la hora de batear o atrapar la bola, eran cuestionados y se encontraban en la banca, visto como alguien de poco valor.

“Corotos”: Es sinónimo de cosas u objetos. La palabra proviene de la colección de cuadros del pintor francés Jean Baptiste Corot que pertenecían al expresidente venezolano Antonio Guzmán Blanco. Cada vez que tenía que mudarse de residencia, les pedía a sus empleados “¡Cuidado con los Corots!”, esto para que tuvieran mucha precaución al embalar y trasladar los cuadros, pero esta expresión fue mal interpretada por la servidumbre, quienes  pensaron que “corots” se refería a todos los objetos o sosas que había en la casa.

“Echarse un camarón”: Un “camarón” es el sueñito que echamos a escondidas en el trabajo. Proviene de las primeras exploraciones de petróleo en nuestro país, cuando los capataces norteamericanos querían tomarse una siesta sin ser vistos por los obreros venezolanos y se excusaban diciendo “I come around” (ya vuelvo).

“Naguará”: Es una palabra  muy utilizada por los venezolanos, se puede usar: en cualquier contexto (¡Naguará! ¿En serio, ¡Naguaráero qué caro!, ¡Naguaráqué fácil!). Su origen yace en Barquisimeto, ya que era muy común en la ciudad un pájaro llamado  Guaro, el cual era muy parecido al loro.

“Chamo”: Es un término usualmente usado para referirnos a una persona joven.  Es una palabra que nos distingue en muchos países de Latinoamérica. Se dice que su origen viene de la palabra en inglés “Chum” que significa amigo.

“Chévere”: Bien o bueno. Proviene de la expresión francesa “chevalier” (Caballero). Desde la época de la colonia, los caballeros se vestían bien y cuidaban su apariencia personal para parecer todo un “chevalier“, que se transformó luego en chévere.

Sin duda alguna, los venezolanos no solo destacamos por nuestro talento, carisma, cultura y costumbres, también resaltamos por nuestras palabras “coloquiales “o “Jergas” que nos diferencian de otras nacionalidades.

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