Entretenimiento

Tinder fue el primer paso, luego vino el matrimonio

Paula y George no sólo se conocieron a través de la red social Tinder (exclusiva para buscar parejas), sino que a través de Facebook e Instagram han ido narrando la relación que terminó en matrimonio el pasado 29 de diciembre.

El idioma y la nacionalidad no fueron un tabú, mucho menos el contacto entre Paula De Sousa Dorta y George Ladariu a través de Tinder.

“Las redes son simplemente un canal más, una aplicación te permite, si se quiere, avanzar más rápido en la identificación de intereses o cosas que puedan tener en común. Si al final eso nos va a reducir la cantidad de desilusiones amorosas o relaciones que a la larga no funcionan, ¿por qué no intentarlo?”, reflexiona De Sousa.

Más que un “me gusta”, un chat y luego una cita en persona (como suele ser el código que se maneja en Tinder) esta pareja considera que “el amor es una decisión, nosotros fuimos descubriendo en el otro cosas que nos gustaban en una pareja a largo plazo. Teníamos los mismos deseos, planes en común, muchos criterios compartidos a pesar de pertenecer a culturas que, de primer plano, pudieran parecer muy diferentes, pero que en realidad no lo son”.

Paula y George, esposos que se conocieron en Tinder
Foto: Miguel Ángel Martínez @mamfotografo

Ella es venezolana y él es de Rumania, kilómetros de distancia podría haber marcado la red cuando dieron las indicación de búsqueda. Sin embargo, ambos se encontraban en Panamá y conectaron.

“Tenía más de un año viviendo en Panamá, él había vivido aquí anteriormente, pero esta vez venía por más tiempo. Acababa de llegar, sólo tenía un mes cuando nos vimos por primera vez en persona”.

—¿Cómo fue que conectaron?

—Cuando me salió su perfil en Tinder lo acepté por lo divertidas que se veían sus fotos, salía payaseando en un museo de cera con un personaje que no recuerdo con exactitud, eso me gustó, pues más allá de querer reflejar “soy un galán” sus imágenes eran auténticas y mostraban su personalidad sin filtros.

—¿Cómo avanzaron más allá del chat?

—Luego de aceptarlo nos saludamos y no hubo mucha química, pasó aproximadamente un par de semanas y me volvió a escribir. Aunque no me sentía del todo atraída, su amistad me pareció simpática porque me vería obligada a practicar el inglés ´machucado´ que tenía, ya que él es de Rumanía y lo que sabía de español en ese momento era “hola”, “gracias”, “jamón” y “leche”.

—¿Tuviste miedo en algún momento de que algo saliera mal con ese desconocido?

—La verdad siempre había tenido inclinaciones por conocer gente a través de medios digitales. Desde las épocas de Messenger he estado conociendo a personas. La primera vez que conocí a alguien en persona tenía 15 años de edad, eso sí, siempre tomaba las previsiones necesarias: lugares públicos y luego de bastante tiempo chateando, incluso de tener conversaciones telefónicas, los veía. Aunque nada de eso es garantía, creo que tengo un ángel protector demasiado grande.

—¿Cómo fue el primer encuentro personal?

—No tuve miedo, se puede decir que tengo un master conociendo gente así. Nos vimos en un conocido centro comercial de Panamá, quedamos en comer en un restaurant llamado Ruby Tuesday, ahí nos tocó afinar los oídos, nuestra lengua, e incluso hablar por señas o con la ayuda de Google Translate, al final puedo decir que la pasamos bien.

Luego como dice el dicho “calabaza, calabaza, cada uno para su casa”. A los dos días nos volvimos a ver, esta vez me enteré que fumaba y “lo mandé a freír mono”, porque no tolero el cigarrillo, pero ahí fue que ocurrió el primer flechazo (al menos de mi parte), cuando de la nada me dijo: “ok, entonces yo dejo de fumar”. Quedé en shock, un poco incrédula la verdad, de que tras un par de citas un hombre decidiera dejar de fumar por no perder la compañía de alguien. Decidí creerle y el hombre cumplió, fumaba durante las primeras semanas un par de cigarros mientras estaba en el trabajo y luego lo dejó completamente.

—¿Cómo fue la primera cita personal?

—Al momento de encontrarme con George fue muy gracioso, porque no habíamos hablado, o sea que no le había escuchado el acento, no era solo el nerviosismo de conocer alguien nuevo, en otra lengua que no es la materna, de paso tenía que entender su acento super marcado, era como escuchar una conversación entre el personaje interpretado por Sofía Vergara, Gloria de Moderm Family, y un ruso hablando inglés.

La boda de los #bodababycitos

Una o varias etiquetas, entre las cuales se encuentra #bodababycitos, han marcado la relación entre Paula y George en las redes sociales.

Esta historia ha sido seguida por amigos y familiares, pues hasta parte de la boda fue transmitida por Facebook Live.

Como buena comunicadora social Paula piensa que los medios digitales son “simplemente un medio más, hay personas que son más dadas a eso, hay otras a las que les inspira pánico”.

Sin embargo, considera que el narrar su historia de amor ha hecho que muchas mujeres a su alrededor se flexibilicen con el tema y hayan empezado a usar aplicaciones para conocer personas.

—¿Qué te dice tu esposo de todo este movimiento en red?

—Para él es algo normal, no le ve nada atípico. Dice que yo soy la encargada del Social Media en esta familia, así que es a mí a la que le toca publicar nuestras fotos de viajes o eventos para que su familia y amigos se enteren al otro lado del mundo de qué está pasando con nuestras vidas.

Los consejos De Paula

Paula, ahora de Ladariu, confiesa que su relación con George no ha sido la única que nació a través de las redes sociales. “He conocido muchas personas por Internet, unos quedaron en un café y más nunca, otros en algunas salidas, y con dos de ellos tuve relaciones formalmente establecidas que superaron el año”.

Ha tenido algunas malas experiencias, “pero nada que no te pueda suceder conociendo a alguien en un bar o una discoteca. Me encontré con tipos déspotas, abusadores, que asumían cosas sin que uno las dijera. También me encontré con tipos sumamente aburridos, otros muy inseguros”.

Sin embargo, en un balance Paula asegura que su experiencia ha sido magnífica, “he hecho grandes amigos a través de medios digitales que se han mantenido durante mi vida sin que eso implicara tener una relación de pareja”.

Y como en las redes y en las primeras citas todo es válido “también se puede aplicar la de ir acompañado. Más de una vez fui con una prima o una amiga. Lo primordial es establecer las reglas desde un comienzo, no asumir absolutamente nada de lo que esté pensando o sintiendo el otro”.

En el caso de Tinder indica que, como tiene fama de que la gente busca solo por tener sexo, es preciso dejar siempre las reglas claras.

“Siempre dije: ¡epa! nos vamos a conocer, eso no implica ninguna obligación de mi parte, ni estoy aceptando que seré tu novia/amiga con derecho. Ni que tendré relaciones (sexuales) contigo, vamos a vernos y tomar un café, paso a paso que no hay apuro”.

Eso es lo primero, según indica Paula. Además pide hacerle caso a la intuición, “si hay algo, por mínimo que sea, que te haga desconfiar, es mejor que no tomes el riesgo. Igualmente es bueno decirle a alguien de confianza con quién estarás y en dónde, incluso darle su teléfono a esa persona, yo siempre lo hacía con alguna amiga y al llegar a mi casa les informaba que todo estaba ok”.

Fundado hace 28 años, Analitica.com es el primer medio digital creado en Venezuela. Tu aporte voluntario es fundamental para que continuemos creciendo e informando. ¡Contamos contigo!
Contribuir

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba