Abrumador el rechazo a las políticas de Chávez
Las propuestas de una reelección contínua e indefinida del presidente Hugo Chávez, el establecimiento de un sistema político similar al de Cuba en Venezuela, y la confrontación »violenta y grosera» con Estados Unidos, generan un rechazo abrumador entre los venezolanos de todas las clases sociales, reveló una encuesta divulgada ayer.
Al mismo tiempo, los niveles de popularidad del mandatario venezolano se ubicaron en el nivel más bajo desde noviembre del 2006, con un descenso de 13 puntos en el nivel de aceptación, de 52 a 39 esta semana.
De acuerdo a un sondeo de la firma Hinterlaces, un grupo de análisis con sede en Caracas que realiza mediciones y evaluaciones de escenarios para clientes privados, el promedio de la población venezolana está mostrando un creciente rechazo a la llamada agenda ideológica del chavismo, en temas claves como la propiedad privada y la adopción del socialismo a la cubana.
»Más que una revolución, Venezuela lo que está viviendo es un proceso de maduración democrática y de remodelación de su cultura política», afirmó Oscar Schemel, presidente de Hinterlaces, una firma que predijo la reelección de Chávez en las elecciones de diciembre del 2006.
Los intereses de la cultura política del venezolano actual está »en dirección contraria con los discursos extremos», no sólo del presidente Chávez, sino de la oposición radical, detalló Schemel.
El encuestador explicó que la resistencia que el programa chavista está generando en la población, se debe a que el discurso radical de Chávez »parece ir en sentido contrario con las nociones y significaciones claves de la cultura socio-política de la sociedad venezolana», detalló Schemel.
En la medición, que abarcó unas 990 personas en en cinco grandes ciudades de Venezuela, y realizada entre mayo y junio pasados, se estableció que:
• 63 por ciento rechaza la reelección indefinida de Chávez.
• 47 por ciento está en desacuerdo con establecer el socialismo en el país.
• 85 por ciento está en contra de establecer un socialismo a la cubana en Venezuela.
• 86 por ciento rechaza la idea difundida por Chávez de que «ser rico es malo».
• 88 por ciento no comparte la idea de que «ser pobre es bueno».
• 87 por ciento de acuerdo con la propiedad privada.
• 83 por ciento comparte la idea de una sociedad con empresarios y trabajadores
• 75 por ciento rechaza la confrontación »violenta y grosera» con Estados Unidos.
• 81 por ciento afirma que el país necesita nuevos líderes.
El rechazo a la agenda ideológica del presidente venezolano »ha sido consistente en los nueve años que tiene el gobierno de Chávez», declaró Carlos Escalante, director del Centro Latinoamericano de Gerencia Política, con sede en Miami.
Sin embargo, Escalante calificó como una paradoja el que «la gente no quiera parecerse a Cuba, y prefiera la propiedad privada y mantener su libertad, pero cada día el porcentaje de evaluación positiva de Chávez continua siendo alto».
»La gente se opone a que le impongan una reforma constitucional sin que nadie le consulte, modificando el AND democrático que aún persiste en el venezolano», afirmó Vilma Petrash, especialista en relaciones internacionales y académica del Miami-Dade College.
Petrash detalló que »el venezolano estaba acostumbrado a la alternabilidad en el poder, y a ejercer la discrecionalidad de elegir voluntariamente», y por lo tanto, los resultados de la encuesta reflejan «una protesta en contra de la visión de sociedad donde la posibilidad de elegir sea eliminada de plano».
La publicación de la encuesta se produjo un día después de que la presidenta de la Asamblea Nacional, Cilia Flores, denunciara un intento de »manipular la propuesta de reelección presidencial», afirmando que no se trata de una reelección indefinida sino «contínua».
»Si un preesidente ha venido dirigiendo a un país correctamente y el pueblo se siente satisfecho con esa gestión, no le podemos quitar la oportunidad de que pueda reelegir ese presidente», comentó Flores ayer en una conferencia de prensa en Caracas.
La congresista aclaró además que la propuesta deberá presentarla el propio presidente Chávez, y que deberá ser llevada a un referéndum.
