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Álvaro Uribe con coronavirus y bajo arresto: claves de un proceso histórico en Colombia

La figura del expresidente colombiano Álvaro Uribe Vélez ha cobrado protagonismo en los últimos días, pero por motivos nada gratos para él. Luego de que la Corte Suprema de Justicia de Colombia ordenara su detención domiciliaria por presunto fraude procesal y soborno de testigos, este miércoles se dio a conocer que dio positivo por covid-19, aunque allegados del líder del partido Centro Democrático aseguraron que se encuentra asintomático y goza de buena salud.

Este contratiempo para el exmandatario de 68 años representa otra mala noticia para este personaje que despierta los más disímiles sentimientos de amor y odio dentro de la sociedad colombiana, hoy más polarizada que nunca en torno a su actuación en el quehacer político.

Detalles del caso

Quien fuera presidente de Colombia desde 2002 hasta 2010 está acusado por presunta manipulación de testigos en un caso que se remonta a 2014,
cuando el senador izquierdista Iván Cepeda, del opositor partido Polo Democrático, denunció a Uribe por sus presuntos vínculos con el paramilitarismo.

Para acusar a Uribe, Cepeda utilizó testimonios de exmiembros del colectivo paramilitar Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), especialmente Juan Guillermo Monsalve, que aseguran que Uribe, junto con su hermano Santiago, fundaron en la hacienda Guacharacas, propiedad de la familia de Uribe, una rama aparte de la AUC llamada Bloque Metro, que según alegan, planificó y ejecutó matanzas contra grupos guerrilleros.

Debido a ello, Uribe pidió a la Corte Suprema de Justicia que investigara a Cepeda, argumentando que el senador había sobornado a los testigos de las AUC para que declararan en contra del expresidente.

Posteriormente, Monsalve se retractó de sus declaraciones contra Uribe, pero dijo que lo hizo por presión de uno de los abogados del exmandatario, Diego Cadena, quien luego reconoció haber hecho un pago a ese paramilitar, como un apoyo humanitario y no un soborno. Uribe alegó que no tenía conocimiento de estas actividades llevadas a cabo por Cadena.

Ante todo este cúmulo de hechos, los magistrados exoneraron a Cepeda, y en cambio, abrieron una investigación a Uribe, por supuestos delitos de soborno y fraude procesal.

Como resultado de estas investigaciones es ahora cuando la Corte Suprema de Justicia decide el arresto domiciliario de Uribe, por «posibles riesgos de obstrucción de la justicia, respecto al futuro recaudo de pruebas de hechos presuntamente delictivos«, señalando que tienen una gran cantidad de pruebas que vincularían a Uribe en delitos de «soborno a testigo y fraude procesal».

Iván Cepeda, senador del partido de izquierda Polo Democrático y uno de los protagonistas del caso contra el expresidente / Foto: EFE

Decisión sin precedentes

La medida judicial no tiene antecedentes en la historia de Colombia, donde hasta ahora ningún expresidente había sentido de esa manera el peso de la ley y donde los procesos abiertos suelen acabar en absoluciones en la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes del Congreso.

En el caso de Uribe ha sido diferente porque por ser senador el proceso está siendo llevado por la Corte Suprema, que fue la que decidió ordenar su detención domiciliaria. Los magistrados de la Sala de Instrucción del máximo tribunal de justicia neogranadino, César Reyes, Francisco Farfán, Héctor Alarcón, Misael Rodríguez y Marco Antonio Rueda, votaron de manera unánime contra el expresidente.

Reacciones locales y en Venezuela

Tras conocerse el dictamen, diversas han sido las reacciones al mismo tanto en Colombia como en Venezuela. El propio Uribe escribió en su cuenta Twitter que «la privación de mi libertad me causa profunda tristeza por mi señora, por mi familia y por los colombianos que todavía creen que algo bueno he hecho por la patria«.

Por su parte, el actual presidente neogranadino, Iván Duque, dio un espaldarazo a su mentor político señalando que «durante años enfrentó el narcotráfico, el terrorismo y a los regímenes totalitarios de America Latina, ha respetado a la justicia y producto de su lucha ha sido víctimas de ataques y difamaciones», por lo que espera que Uribe pueda defenderse en libertad y apuntó que ya es hora que en Colombia se haga una reforma al sistema de justicia.

Mientras, el expresidente Juan Manuel Santos, que fue ministro de Defensa de Uribe, aunque después se distanciaron, señaló que espera que Uribe pueda resolver su «difícil situación» y pidió que tenga plenas garantías para su defensa.

En la acera contraria, el senador Iván Cepeda, protagonista fundamental de este caso, sostuvo que con la sentencia «queda demostrado que en una sociedad democrática el derecho y la justicia están para controlar la arbitrariedad del poder«.

Otro acérrimo opositor de Uribe, el también senador y excandidato presidencial Gustavo Petro, afirmó no sentirse contento por la decisión. «Nunca me ha producido satisfacción que una persona pierda su libertad. No seria un demócrata si me sucediera lo contrario. A Uribe hay que derrotarlo en las urnas o nunca la sociedad colombiana saldará su deuda: La del fascismo que la carcome«, sostuvo.

Entretanto en Venezuela, Nicolás Maduro comparó a Uribe con el mafioso estadounidense de la década del 20 y 30 Al Capone y dijo que, al igual que este, el líder del Centro Democrático fue detenido por «un delito menor«, mientras que el presidente interino, Juan Guaidó, manifestó su respeto por las instituciones del Estado colombiano, al tiempo que mostró su solidaridad y agradecimiento por el apoyo de Uribe a nuestro país.

¿Qué vendra ahora?

Lo cierto es que Colombia espera expectante el contenido del fallo contra Uribe para saber si tiene otros alcances, más allá de la detención domiciliaria que puede prolongarse por un año, y los motivos que llevaron a los magistrados de la Sala de Instrucción de la Corte a tomar esa medida que, según juristas, es habitual para impedir que el acusado pueda obstruir la Justicia o incluso escapar.

Uribe, que tiene al menos quince procesos abiertos solo en la Corte Suprema por diversos delitos, ha comparecido siempre a las citaciones de la Justicia y ahora deberá aguardar privado de la libertad, aunque en su propia casa, el desarrollo de este caso.

Por ahora, la defensa del expresidente y senador podría buscar que los magistrados de la misma Sala de Instrucción que decidieron ordenar su detención en su sitio de residencia revisen el auto y determinen dejarlo en libertad mientras avanza el proceso.

En cualquier caso, la investigación seguirá su curso y se estima que en un plazo no mayor de 120 días se tome una decisión de fondo por la cual se abra un juicio formal a Uribe o se cierre el proceso en su contra

También está por saberse qué pasará con el escaño en el Senado de Uribe, que hasta el martes participó en las sesiones virtuales del Legislativo, ya que debido a la pandemia del coronavirus no hay debates presenciales.

Las manifestaciones a favor y en contra de Uribe se hacen sentir en Colombia / Foto: EFE

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