Argentina se retira del Grupo de Lima: «Sus acciones no han conducido a nada»
El Gobierno de Alberto Fernández sostiene que "las sanciones y bloqueos impuestos a Venezuela y a sus autoridades" han agravado la crisis del país
En un día trascendental para Argentina, que recuerda cada 24 de marzo a las víctimas de la última dictadura militar vivida en esa nación, el Ejecutivo presidido por Alberto Fernández, anunció su retiro del Grupo de Lima, la instancia multilateral que busca salidas a la crisis venezolana, tras apuntar que las acciones que se han impulsando en el plano internacional, «buscando aislar al Gobierno de Venezuela y a sus representantes, no han conducido a nada«, una medida que se interpreta como un apoyo de Buenos Aires a la gestión madurista.
En un comunicado de la Cancillería se destaca que «la participación de un sector de la oposición venezolana como un integrante más del Grupo de Lima ha llevado a que se adoptaran posiciones que nuestro Gobierno no ha podido ni puede acompañar«.
La nota del despacho que lidera el ministro de Exteriores argentino, Felipe Solá, pide además «un diálogo inclusivo» que coadyuve a resolver la situación en nuestro país, y que «no favorezca a ningún sector en particular, pero sí a lograr elecciones aceptadas por la mayoría con control internacional«.
Considera que de este diálogo debe formar parte «la oposición en su conjunto», junto a «voces provenientes de los principales actores sociales del país, como la Iglesia, el sector empresario y las organizaciones no gubernamentales, sin exclusiones«.
Al respecto, reconoce que la gestión de Nicolás Maduro es la principal responsable de que se logren o no las condiciones necesarias para fomentar ese «diálogo inclusivo«.
Rechazo a las sanciones
En cuanto al tema de las sanciones, la nota de Cancillería no hizo más que reafirmar el voto argentino de este martes en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, que aprobó una resolución en contra de las sanciones a Venezuela: «En un contexto en el que la pandemia ha hecho estragos en la región, las sanciones y bloqueos impuestos a Venezuela y a sus autoridades, así como los intentos de desestabilización ocurridos en 2020, no han hecho más que agravar la situación de su población y, en particular, la de sus sectores más vulnerables«, reza el comunicado.
Resalta además el Gobierno de Alberto Fernández que las sanciones «han afectado el goce de los derechos humanos de la población venezolana, de acuerdo a lo que se constata en el informe de la Relatora Especial (Alena Douhan) sobre las repercusiones negativas de las medidas coercitivas unilaterales en el disfrute de los derechos humanos«.
Lo cierto es que Argentina se retira de una instancia de la que formaba parte por iniciativa del anterior Gobierno, presidido por el expresidente Mauricio Macri, fuerte adversario del madurismo y que apoyaba al presidente (e), Juan Guaidó, y que con la asunción de Alberto Fernández ha tomado una posición de idas y vueltas con respecto al conflicto venezolano, recordando que la vicepresidenta Cristina Fernández, fue principal aliada del fallecido Hugo Chávez y ahora de Nicolás Maduro.
Reacciones
En representación del Gobierno interino que comanda Juan Guaidó, la embajadora en Argentina, Elisa Trotta Gamus -no reconocida por el Ejecutivo de Fernández- lamentó la decisión, apuntando que «los venezolanos estamos luchando contra una dictadura que ha asesinado a decenas de miles de personas por represión, operativos parapoliciales, hambre, falta de medicinas y más. Nosotros también deseamos gritar «nunca más» (en referencia al grito argentino contra las dictaduras militares) y para lograrlo necesitamos toda la ayuda posible«.
En el plano interno, quien fuera canciller durante la gestión de Mauricio Macri, Jorge Faurie, también rechazó la medida de Fernández:
