Aumenta el debate sobre el retiro de tropas de EEUU en Irak
Fuentes gubernamentales informaron que en la Casa Blanca temen que los últimos pilares que mantiene el plan del presidente George W. Bush para el conflicto en Irak “están colapsados”.
Este contexto acelera los tiempos del ejecutivo, que pensaba esperar hasta después del 15 de septiembre para empezar el debate. Ese día se espera la entrega del informe sobre los progresos logrados en Irak, que será realizada por David Petraeus, comandante en jefe de las fuerzas apostadas en el territorio, y Ryan Crocker, el embajador norteamericano en Bagdad.
“El 15 de septiembre se ve ahora como un punto final para el debate, no de comienzo”, comentó un funcionario de la Casa Blanca al respecto. “Muchas personas llegan a la conclusión de que el presidente tiene que bajarse de este tren”.
Así, los allegados al presidente norteamericano reconocen que se está gestando un clima de convergencia de la oposición a Bush en este punto, en el momento en que el Senado se prepara a lo que promete ser un debate político sobre el futuro y el financiamiento de la guerra, según informa el periódico.
Señales de alarma
Como signo de preocupación por el clima adverso que se avecina, el secretario de Defensa norteamericano, Robert Gates, canceló el domingo una gira por Latinoamérica, que había sido planeada con bastante anterioridad, para ayudar a preparar un informe para el Congreso acerca de la guerra en Irak, según informara el Pentágono.
El Gobierno debe entregar al Congreso un informe preliminar sobre Irak el día 15 de julio. Este informe ha cobrado bastante relevancia últimamente, debido a que cada vez más legisladores, tanto demócratas como republicanos, están reclamando por un cambio en la estrategia de la administración en Irak.
En este sentido, cuatro senadores republicanos más han declarado recientemente que ya no apoyan la estrategia de Bush, incluyendo a importantes legisladores que hasta ahora habían expresado sus dudas sólo en privado. Como resultado de ello, comenta el diario, algunos de los allegados le están diciendo a Bush que si quiere prevenir que haya más deserciones sería más sensato anunciar planes para una misión mucho más definida para las fuerzas norteamericanas, que podría permitir un retiro escalonado de las mismas. Esa estrategia fue propuesta a fines del año pasado por el Grupo de Estudio sobre Iraq, pero el presidente la rechazó.
“Cuando se cuentan las votaciones que hemos perdido y las que posiblemente perdamos en las próximas semanas, el panorama se ve bastante desalentador”, comentó un alto funcionario de la Casa Blanca.
El diario afirma que Gates ha estado presionando para recortar a la mitad el número de brigadas que patrullan los sectores más violentos de Bagdad y las provincias que la rodean a principios del 2008. Las restantes unidades de combate se harán cargo de una misión más limitada entrenando a las fuerzas iraquíes, protegiendo las fronteras del país y encargándose de al-Qaeda en Mesopotamia.
