Avanza en la Cámara discusión para refrendar nuevo acuerdo de paz con FARC
En medio de fuertes discusiones avanza en la Cámara de Representantes de Colombia el debate para refrendar el nuevo acuerdo de paz firmado por el Gobierno y las FARC el pasado 24 de noviembre en el Teatro Colón, de Bogotá.
Si el pacto es aprobado en la Cámara, en donde el Gobierno tiene mayorías, queda libre el camino para la implementación de lo pactado.
Uno de los opositores del acuerdo, el exprocurador Alejandro Ordóñez, dijo en la intervención que el Congreso no puede refrendar los acuerdos de paz porque no tiene legitimidad.
«El 90 % de los senadores y el 80 % de los congresistas fueron derrotados en el plebiscito del 2 de octubre, entonces un acuerdo derrotado va a ser refrendado por un Congreso derrotado. Eso es una auténtica burla y un desconocimiento del derecho a refrendar del pueblo colombiano», enfatizó Ordóñez, quien junto con el senador y expresidente Álvaro Uribe (2002-2010), se oponen al nuevo acuerdo.
Al filo de la medianoche del martes, el Senado refrendó, por 75 votos a favor, el acuerdo de paz firmado el pasado 24 de noviembre entre el Gobierno y las FARC.
La sesión en la Cámara tuvo que ser suspendida por varios minutos porque algunos representantes del partido Alianza Verde y del Polo Democrático Alternativo (PDA) enarbolaron una pancarta en la que se leía «Ordóñez anulado por corrupto».
Las discusiones se reanudaron luego de que el cartel fue retirado del recinto.
La congresista del Partido Verde, Angélica Lozano, explicó que el cartel tiene su razón porque Ordóñez accedió al cargo mediante prácticas corruptas y por eso el Consejo de Estado anuló esa elección.
Por su lado, el jefe negociador del Gobierno, Humberto de la Calle, reiteró en la Cámara de Representantes que al nuevo acuerdo se incorporaron «el mayor número posible de cambios, 57 de los 60 propuestos» por los ganadores en el plebiscito del 2 de octubre.
De la Calle, en declaraciones recogidas en un comunicado de su despacho, señaló además que «se puede constatar en las 310 páginas del nuevo acuerdo que la expresión ‘bloque de constitucionalidad’ no existe. No se apeló a esa figura. Se desistió de la idea de que todo el acuerdo hiciera parte de la Constitución».
Asimismo, recalcó que las FARC dejarán sus armas bajo la supervisión internacional pero recordó que la situación actual del cese al fuego es frágil.
También insistió en que la presencia de las FARC en el Congreso «permite exigirles que expliquen los acontecimientos, que den cuenta y razón de sus votos, lo que es una garantía de transparencia para los colombianos».
Por su parte, el alto comisionado para la paz, Sergio Jaramillo, enfatizó que no se puede olvidar «lo que estamos haciendo. Estamos tratando de acabar una guerra de más 50 años. Y no puede ser que por enredos jurídicos e interpretaciones diversas como la del bloque de constitucionalidad no seamos capaces de ponernos de acuerdo en lo que hay que hacer, que es terminar el conflicto».
Al tiempo, valoró que las FARC se comprometieron a que deben presentar los listados de sus miembros, incluidas las milicias, para la dejación de armas y la reincorporación.
Además, las FARC también deben entregar un inventario de todos sus bienes y activos, con lo que repararán a sus víctimas.
