China y Rusia son acusadas de abastecer armas para cometer abusos en Sudán
Amnistía Internacional (AI) acusó a China y Rusia de violar un embargo de Naciones Unidas al abastecer al gobierno de Sudán de armas que luego son utilizadas para cometer abusos en Darfur. Moscú y Pekín rechazaron las alegaciones.
En un reporte publicado hoy en Londres, AI sostuvo que los arsenales vendidos por Pekín y Moscú terminan en manos de las milicias Janjaweed, apoyadas por el gobierno sudanés. El informe de la ONG británica incluye evidencia fotográfica en la cual la Fuerza Aérea sudanesa utiliza armas contra la población de Darfur. Sin embargo, el embajador sudanés en Naciones Unidas, Abdel Mahmood Abdel Haleem, declaró que las acusaciones de Amnistía Internacional «son una mentira».
En Moscú, un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores enfatizó que el gobierno ruso observa «rigurosamente» todas las restricciones impuestas por Naciones Unidas.
Mientras, China aseveró que todas sus exportaciones a Sudán son «legales, limitadas y de pequeña escala».
El conflicto, que lleva cuatro años en Darfur, dejó un saldo de 200.000 muertos y la milicia Janjaweed es acusada de desplazar y matar a decenas de miles de personas.
«Estamos muy consternados ya que ciertos gobiernos, incluidos dos miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (China y Rusia), están permitiendo el flujo de armas a distintos grupos en Sudán», destacó la organización de defensa de los derechos humanos.
El reporte provee evidencia fotográfica de un ataque con un helicóptero Mi-24 contra la población de Nyala, en Darfur, y destaca que esa nave fue provista por China.
También se incluyen imágenes de aviones militares rusos Antonov 26, con el código de registro ST-ZZZ, cuando son utilizados en ataques contra la población de Darfur. «El uso de aviones y helicópteros en Darfur es una violación de las normas implementadas bajo las leyes humanitarias internacionales», destacó AI.
«Sudán está continuamente desviando y utilizando armamentos importados para ataques contra civiles. Esto es una clara violación a las normativas impuestas por la ONU», agregó.
