Colombia tiende la mano a Ecuador
El nuevo ministro de Relaciones Exteriores de Colombia, Fernando Araújo, dijo el jueves que espera que el gobierno de Ecuador regrese lo más pronto posible a su embajador en Bogotá, Alejandro Suárez, al que llamó a consultas hace dos meses y medio.
El llamado a Suárez hizo parte de la protesta ecuatoriana por las fumigaciones de cultivos ilícitos con el herbicida glifosato, que fueron autorizadas por el gobierno de Álvaro Uribe en el lado colombiano de la frontera entre los dos países.
A una pregunta que le hizo la BBC sobre Ecuador, en un encuentro con la prensa extranjera, Araújo respondió que espera «que las relaciones (entre los dos países) se normalicen».
El ministro, quien asumió el cargo este miércoles, agregó que se prevé que la comisión tripartita que crearon los dos países para analizar el tema de los efectos del glifosato se reúna por primera vez «quizás la próxima semana».
«De los resultados de esa comisión técnica se derivarán las líneas de acción correspondientes en este tema», dijo.
Relación con Ecuador
Cuando la BBC la preguntó su opinión sobre el anuncio del presidente Rafael Correa de crear un Plan Ecuador como respuesta al Plan Colombia, Araújo expresó que el gobierno colombiano tiene «todo el respeto por la autonomía de Ecuador frente a sus asuntos internos».
Las autoridades de Colombia siempre han sostenido que las fumigaciones de cultivos ilícitos son un asunto interno, que hace parte de la política antidrogas del país, que es apoyada por Estados Unidos.
Sin embargo, el gobierno de Ecuador insiste en que las aspersiones aéreas con glifosato afectan el medio ambiente y la salud de sus nacionales que viven cerca de la frontera con Colombia.
«Esperamos que las relaciones con Ecuador cada día sean más fluidas y que, en medio de la diversidad en que nos encontramos, logremos construir relaciones de mutuo beneficio», subrayó.
Acusar a las FARC
Araújo, quien estuvo secuestrado seis años en poder de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), dijo que desde su nuevo cargo también trabajará con la comunidad internacional en busca de un acuerdo humanitario.
Pero precisó que ese es un asunto que «las FARC explotan como tema político» y que «en la medida en que le saquen provecho político lo van a seguir dilatando».
«Mi primera función será explicarle a la comunidad internacional que, mientras sigamos señalando al gobierno como responsable de la no liberación de los secuestrados, vamos a seguir dilatando esa liberación», dijo.
Según el nuevo canciller colombiano, «en la medida en que pongamos el dedo acusador en la dirección correcta, en las FARC, vamos a lograr que el acuerdo humanitario se materialice».
Araújo insistió en que el mundo debe entender que las FARC «no tienen ningún derecho a secuestrar a nadie» y que las obligación de ese grupo «es liberar a todos los secuestrados sin exigir nada a cambio».
En la actualidad, las FARC mantienen en su poder a 57 políticos y militares por cuya liberación exigen la puesta en libertad de centenares de guerrilleros.
Por otra parte, el canciller anunció que irá a Washington, EE.UU., entre el 19 y 21 de marzo próximo, para apoyar las acciones de Colombia que buscan que el Congreso de ese país apruebe el Tratado de Libre Comercio (TLC).
En los últimos días han surgido fuertes críticas de congresistas demócratas estadounidenses hacia el TLC suscrito con Colombia y hacia la renovación del Plan Colombia, donde EE.UU. aporta considerables recursos.
