Con casi un millón de casos confirmados de covid-19, el Gobierno de España se plantea un toque de queda en todo el país para limitar la movilidad nocturna y así intentar frenar el rebrote previsto para el otoño y el venidero invierno, pero la medida, anunciada en fase de estudio por el ministro de Sanidad, Salvados Illa, requiere del decreto de un nuevo estado de alarma.
“Vienen semanas muy duras. Viene el invierno. La segunda ola ya no es una amenaza, es una realidad en toda Europa«, aseguró Illa y por eso se plantean seguir el ejemplo de países como Francia y Bélgica pero para ello se “requiere de un estado de alarma” y por tanto el apoyo en el Parlamento español del Partido Popular (PP), porque es posible que haya que prorrogarlo -el estado de alarma- «más allá de quince días» advirtió.
Y es que para respaldar el toque de queda «no bastaría con la ley de 1986», que permite en su artículo 4 «adoptar las medidas oportunas para el control de los enfermos, de las personas que estén o hayan estado en contacto con los mismos y del medio ambiente inmediato, así como las que se consideren necesarias en caso de riesgo de carácter transmisible» y tiene como objetivo «controlar las enfermedades transmisibles».
Polémica abierta
Las declaraciones de Illa, que hasta ahora no han tenido un reacción de la oposición y especialmente del PP, abre la polémica en España puesto que ya ha señalado este partido que el estado de alarma es una medida «dictatorial» aplicada por el Gobierno de coalición para limitar los derechos de los ciudadanos.
Además, este miércoles se presentará en el Congreso una moción de censura contra el Gobierno español que será propuesta por Vox y sobre la cual aún no se sabe con certeza si apoyará o no el PP, aunque se especula que será rechazada. A esto se suma que Pedro Sánchez continúa en las negociaciones para lograr aprobar los presupuestos españoles.
Se desconoce cuando sería decretado el toque de queda y su paraguas legal (el estado de alarma) puesto que anunciaba el ministro que están estudiando incluso su ámbito de aplicación territorial y es previsible pensar que también estarían estableciendo los contactos el resto del Parlamento para conocer los apoyos, pero lo cierto es que España se acerca, parece que de manera inevitable, a un nuevo confinamiento.
Segunda ola en Europa
La temida segunda ola del covid-19 ya es un hecho en Europa. Francia y Bélgica han aplicado el toque de queda como acción para restringir la movilidad de la ciudadanía y así la propagación del virus.
El el caso belga el toque de queda es de 12 de la noche a las 5 de la madrugada, pero no es la única acción, pues los bares y restaurantes solo pueden servir comida para llevar hasta las 10 de la noche y ha sido dictada una orden de prohibición de venta de alcohol a partir de las 8:00 pm.
Las medidas del primer ministro Alexander De Croo buscan frenar la escalada de los contagios, que ya supone una incidencia de 747 casos por 100.000 habitantes en los últimos 14 días, lo que implica un aumento del 221%. “La situación es grave. Estamos peor que en marzo, cuando se decidió el confinamiento”, advirtió el jefe del Gobierno de Belgica.
A pesar de lo duro, en términos morales, para Europa de imponer toques de queda, porque evocan épocas bélicas, Francia ha tomado una decisión similar y la medida se ejecuta entre las 9 de la noche y las 6 de la mañana, durante un mínimo de cuatro semanas que podrían prolongarse a seis, en la región de París y en las ocho mayores áreas metropolitanas del país (Lyon, Aix-en-Provence-Marsella, Toulouse, Lille, Montpellier, Grenoble, Rouen y Saint-Etienne).
La medida, destinada a frenar la rápida progresión de la pandemia de la covid-19, entrará en vigor a las cero horas del próximo sábado. Afectará unas zonas en las que viven casi 20 millones de personas.
Italia, que fue el país más afectado a principios de la pandemia los pasados meses de marzo y abril, también está preocupada. Las regiones de Lombardía, y Campania impondrán medidas similares y con el mismo objetivo: limitar las fiestas y actividades de ocio nocturno a las que se les achacan los nuevos contagios y el incremento de casos de Covid-19, que está produciendo los primeros problemas en su servicio sanitario.
Lombardia lo hará a partir del próximo jueves, desde las 23.00 a las 5.00 horas. El presidente de Lombardia, Attilio Fontana, explicó que los alcaldes de la región habían solicitado este tipo de medida para evitar perder el control de la situación y que se ha pedido la autorización al Gobierno para aplicarla.
No se descarta que en las próximas horas otros países de la región tomen medidas similares, lo que implica un retroceso en el control de la pandemia por el coronavirus que durante los meses de julio y agosto parecía haberse puesto en control pero que con los rebrotes deja al descubierto la relajación en el viejo continente de las acciones para contener el virus.
