Cuba apuesta por alcanzar la independencia energética
Tras más de 50 años de restricciones, Cuba ha comenzado a abrir su economía a partir de la reanudación de las relaciones diplomáticas con los Estados Unidos desde julio de 2015. La bilateralidad ha tenido su apogeo en 2016 con la salida de vuelos comerciales aéreos, viajes marítimos y la visita a la isla del presidente Barack Obama en marzo.
Agosto y septiembre han presentado gran actividad. El pasado 31 de agosto aterrizó en Santa Clara el primer vuelo regular entre ambas naciones desde 1961, cuando la Guerra Fría provocó la suspensión del tráfico aéreo.
El Departamento de Transporte de EEUU (DOT) autorizó a 9 aerolíneas a realizar 110 vuelos diarios directos a Cuba desde Fort Lauderdale, Miami, Chicago, Filadelfia y Minneapolis.
Pero la reanudación de los viajes no ha sido el único cambio en Cuba. Ahora, tras el desplome de la economía de Venezuela, su socio más cercano, la isla viró hacia el resto de los países y firmó acuerdos con la Unión Española Fotovoltaica (UEF), con la empresa española Gamesa y hasta con el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF).
Ahora, de la mano de Gamesa y la UEF, Cuba pretende alcanzar la independencia energética para un sistema que depende todavía en gran medida del crudo subsidiado que recibe de Venezuela.
Energía solar
Actualmente, la isla tiene entre sus planes inmediatos disminuir los costos en este sector energético y aumentar la seguridad del suministro.
En julio las autoridades cubanas ordenaron medidas para ahorrar energía: el abastecimiento se vio afectado en un 25%, a causa de «circunstancias adversas», entre las que se encuentran los problemas de suministro venezolanos, por lo que ahora optan por pedir petróleo a Rusia.
Cuba y España firmaron un acuerdo el 4 de septiembre en La Habana para intercambiar experiencias e información sobre políticas de fomento de la energía solar fotovoltaica. La isla impulsa un programa para la instalación de parques solares conectados a las líneas de distribución de electricidad.
La Sociedad Cubana para la Promoción de las Fuentes Renovables de Energía y el Respeto Ambiental (Cubasolar) y la Unión Española Fotovoltaica (Unef) cooperarán en posibles misiones comerciales y buscarán financiación para el desarrollo de actividades conjuntas.
Especialistas afirman que Cuba recibe un promedio de radiación solar de más de 1.800 kilovatios por metro cuadrado al año, por lo que consideran que esas emisiones pueden convertir al país caribeño en una potencia energética a partir del uso de las fuentes renovables de energía (FRE).
Energía eólica
De acuerdo con datos divulgados en una reunión en La Habana sobre las posibilidades para la inversión en el sector, la producción de electricidad en Cuba a partir de fuentes renovables de energía es solo del 4,5% y de esa cifra un 0,2% procede de la energía solar fotovoltaica.
La isla busca alcanzar dentro de 14 años, en el 2030, que el 24% de su energía sea generada mediante fuentes alternativas al petróleo. Para ello construirá siete parques eólicos en conjunto con la empresa española Gamesa, y así sumar un total de 750 megavatios.
Según Andrés Pino, director de Fuentes Renovables de la empresa cubana de Ingeniería y Proyectos para la Electricidad (INEL), la instalación de los parques eólicos tiene el propósito de reducir la contaminación ambiental y los costos de la energía entregada por el Sistema Electroenergético Nacional, así como cubrir parte del incremento de la generación.
En la actualidad, Cuba tiene en operaciones cuatro parques eólicos, dos en la región oriental, uno en la central y otro en el municipio especial Isla de la Juventud.
Posible accionista de CAF
El Banco de Desarrollo de América Latina-CAF y el Banco Central de Cuba (BCC) firmaron en La Habana un convenio que sienta las bases para el intercambio y una futura entrada de la isla como accionista de la institución financiera, publicó el 2 de septiembre la prensa oficial de la isla.
El presidente del BCC, Ernesto Medina, explicó que este es «un primer paso de acercamiento» que abre oportunidades para asistencias técnicas, formación de especialistas, y prestación de créditos para proyectos como la infraestructura y el medioambiente, señala una nota del estatal diario Granma.
Medina asegura que aunque Cuba todavía no es un país miembro del CAF, la entidad puede gestionar respaldos a través de terceros que la isla podría usar para intentar cumplir su meta del 2030.
Por su parte, el presidente ejecutivo del CAF, Enrique García, explicó que el convenio es «una carta de entendimiento que facilita la cooperación» entre el país caribeño y la institución financiera, que comenzó a operar en 1970 y favorece el desarrollo sostenible y la integración de América Latina.
«En Cuba vemos un potencial enorme y queremos ayudarlos a avanzar en el perfeccionamiento de su economía», aseguró.