El Covri pide a Comunidad Internacional «condenar golpe de Estado en Venezuela»
Ante la postergación del proceso de recolección de firmas para convocar un referéndum revocatorio, el Consejo Venezolano de Relaciones Internacionales (Covri) manifiesta su denuncia «ante el fraude continuo a la Constitución Nacional» que ha realizado el Gobierno Nacional a través del Consejo Nacional Electoral y el Tribunal Supremo de Justicia, «con el propósito de obstaculizar y evitar que el pueblo venezolano pueda pronunciarse democráticamente en un referéndum revocatorio para la remoción de Nicolás Maduro.
Mediante un comunicado difundido este lunes, la organización alerta a toda la Comunidad Internacional que «se ha judicializado peligrosamente» la política en Venezuela, y expone su respaldo a la Asamblea Nacional, tanto en su evaluación de la situación actual como un golpe de Estado cometido por el regimen de Maduro, como en su solicitud de activar a nivel internacional todos los mecanismos necesarios para «restablecer la normalidad democrática en Venezuela».
Así como lo haría el secretario general de la OEA, Luis Almagro, el pasado sábado, el Covri denomina como «fracaso» la mediación dirigida por los expresidentes José Luis Rodríguez Zapatero, Leonel Fernández y Omar Torrijos.
Recordando el artículo primero de la Carta Democrática Interamericana, solicitan «a todos los gobiernos del Hemisferio que, urgentemente, se posicionen públicamente condenando el golpe de Estado perpetrado en Venezuela. En este contexto, valoramos como positivo pero insuficiente, el Comunicado Conjunto de 13 Estados miembros de la OEA emitido el pasado 21 de octubre».
El Consejo Venezolano de Relaciones Internacionales finaliza haciendo un llamado a los líderes de los países que asistirán a la XXV Cumbre Iberoamericana que se llevará a cabo en Cartagena de Indias el próximo 28 y 29 de octubre, a fijar una posición clara sobre la afectación del orden democrático en Venezuela, partiendo de la Declaración realizada en la VII Cumbre Iberoamericana realizada en la isla de Margarita en 1997 «donde los Estados miembros manifestaron su compromiso con la democracia no sólo como sistema de gobierno, sino como forma de vida”.
