El Dalai Lama llegó a Dharamsala antes del histórico encuentro tibetano
El Dalai Lama llegó hoy a su palacio de Dharamsala, en el norte de la India, luego de pasar varios días en Nueva Delhi, en vísperas del histórico cónclave que la comunidad tibetana en el exilio comenzará en el día de mañana.
Los líderes tibetanos se reunirán para decidir el futuro del movimiento tibetano respecto al dominio chino de la región, aunque el Dalai Lama no asistirá al encuentro para no condicionar su desarrollo, según dijo a la agencia india “IANS” su portavoz, Tenzin Talja.
La reunión especial se celebrará por primera vez en décadas a resultas de la convocatoria por el Parlamento tibetano en el exilio, a instancia del Dalai Lama.
Los reunidos decidirán, entre mañana y el próximo día 22, si ponen fin a las rondas de conversaciones informales mantenidas con las autoridades chinas.
Los enviados del Dalai Lama se reunieron con funcionarios chinos por octava vez a principios de mes, sin llegar a acuerdos para una solución respecto al conflicto del Tíbet.
«Tras la sexta ronda de consultas con los funcionarios, no había planes de celebrar más reuniones en el futuro inmediato. Pero por la urgente situación de marzo en Tíbet, mantuvimos discusiones informales (…).
Pero no se llegó a ningún progreso real», aseguró el Dalai Lama en un comunicado previo al cónclave.
Tanto el Dalai Lama como el Gobierno tibetano en el exilio mantienen que la confrontación por el Tíbet puede resolverse con un mayor grado de autonomía para la región.
El cónclave tibetano se producirá casi 50 años después de la huida al exilio del Dalai Lama y sus seguidores, en el año 1959.
Entre los objetivos de la reunión, según IANS, está además el propósito de recabar apoyos de la comunidad internacional para que presione a China, tras las críticas recibidas por su gestión de la revuelta tibetana de marzo.
«Esta reunión tiene un gran significado. Llega tras el fracaso de ocho rondas de diálogo desde 2002 y el alzamiento tibetano de marzo», dijo a IANS el diputado Karma Yeshi.
«El Dalai Lama y los líderes en el exilio han hecho muchos esfuerzos para resolver el asunto. Pero China nunca ha sido sincera y se ha limitado a dejar pasar el tiempo. Han criticado al Dalai Lama, lo que ningún tibetano puede tolerar», agregó Yeshi.
El Dalai Lama y el Parlamento en el exilio tienen su residencia en la localidad himaláyica de Dharamsala, en el norte de la India, país en el que viven unos 100.000 exiliados tibetanos.
