El nuevo presidente de Pakistán no tolerará ninguna violación de su soberanía territorial
El nuevo presidente de Pakistán, Asif Ali Zardari, ha asegurado en su primera comparecencia ante las Cámaras nacionales (Parlamento) tras ser investido en el cargo que «no se tolerará ninguna violación de la soberanía territorial».
Las palabras del presidente llegan en medio de una reciente ola inusitada de ataques, en territorio paquistaní, de tropas estadounidenses destacadas en Afganistán contra objetivos insurgentes.
Zardari aseguró que la fuerza es «sólo el último recurso» en la guerra contra el terrorismo, entre aplausos de los legisladores y la atenta mirada del jefe del Ejército, Ashfaq Kiyani, y del líder de la opositora Liga Musulmana-N, el ex primer ministro Nawaz Sharif, entre otros.
El viudo de la asesinada Benazir Bhutto pidió además la creación de un comité parlamentario para revisar los poderes presidenciales de disolver las Cámaras y cesar al Gobierno.
Estas facultades fueron introducidas por su predecesor en el cargo, el general retirado Pervez Musharraf, y recibieron fuertes críticas de la formación de Zardari, el Partido Popular de Pakistán, cuando estaba en la oposición.
Tras expresar que el «honor» y «privilegio» de la Presidencia le ha sido concedido en nombre de Bhutto, Zardari hizo un repaso a los asuntos más importantes que afectan a Pakistán y aseguró que sacará al país «de la oscuridad con la ayuda del Gobierno». «Liberaremos al país de la pobreza, el hambre, el terrorismo y la desunión», sentenció.
Al menos seis muertos en un ataque suicida
Horas antes de su discurso, un ataque suicida contra un convoy de las fuerzas de seguridad en el conflictivo noroeste del país mató al menos a seis personas según el Ejército, y dejó cinco heridos. Entre los muertos figuran dos soldados y cuatro civiles, mientras que los heridos son todos miembros de las fuerzas de seguridad.
Según las mismas fuentes, el ataque se produjo contra un convoy de entre 35 y 40 vehículos de las fuerzas de seguridad. La fuente agregó que el suicida empotró su vehículo contra el convoy, que se dirigía desde la localidad de Bannu, en la Provincia de la Frontera del Noroeste (NWFP), a la de Miranshah, perteneciente a la vecina región tribal de Waziristán del norte.
Los atentados contra las fuerzas de seguridad son frecuentes en la NWFP y en su adyacente cinturón tribal limítrofe con Afganistán, un territorio que nunca ha estado bajo completo dominio del Estado.
El Ejército desarrolla en la actualidad operaciones contra la insurgencia en el norteño valle del Swat de la NWFP y en la demarcación tribal de Bajaur, que desde principios de agosto se han cobrado ya la vida de varios centenares de integristas, según fuentes militares.
