El Papa se mostró dolido por los abusos a menores
El papa Benedicto XVI expresó su «profundo pesar» a las víctimas de abusos por estos «crímenes atroces», en el penúltimo día de una visita al Reino Unido dominada por la primera gran manifestación contra su viaje antes de una multitudinaria vigilia en Hyde Park.
Benedicto XVI volvió a referirse a este delicado tema que marcará su papado en una misa en la catedral de Westminster, en la que se refirió al «inmenso sufrimiento» causado por estos abusos, y reconoció la «vergüenza y humillación» que sufre por estos pecados.
«Por encima de todo, quiero manifestar mi profundo pesar a las víctimas inocentes de estos crímenes atroces, junto con mi esperanza de que el poder de la gracia de Cristo, su sacrificio de reconciliación, traerá la curación profunda y la paz a sus vidas», dijo el Papa, de 83 años, que en sus apariciones matutinas parecía cansado y andaba con más dificultad que de costumbre.
«Asimismo, reconozco con vosotros la vergüenza y la humillación que todos hemos sufrido a causa de estos pecados», agregó en las declaraciones más fuertes que hace sobre este delicado tema desde que llegó al Reino Unido.
Con pancartas en las que podía leerse «la oposición del Papa a los preservativos mata», «Jefe de la mayor banda de abusadores de niños», entre 2.000 y 3.000 personas –según la policía– y «hasta 10.000» –según los organizadores–, desfilaron por las calles del centro de Londres.
Los manifestantes, que se congregaron cerca de Hyde Park, estaban convocados por una variopinta coalición de colectivos defensores de los homosexuales, de la ordenación de las mujeres, del aborto o simplemente descontentos el alto costo de la visita para el contribuyente.
«Es escandaloso el dinero que nos gastamos para esto», dice Adele MacDonald-Hewson, de 62 años, sobre los 20 millones de libras (31 millones de dólares, 24 millones de euros) –al menos la mitad a cargo del erario público– que según los organizadores costará la primera visita de un Papa al Reino Unido en más de cinco siglos.
El acto culminante de la jornada es la vigilia de oración que el Papa debe presidir en Hyde Park ante unas 80.000 personas en la víspera de la misa de beatificación del cardenal John Henry Newman (1801-1890), uno de los más famosos conversos procedentes del anglicanismo, que concluirá esta histórica visita en Birmingham (centro de Inglaterra).
